Capitulo 29

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Refunfuñando se levantó de la cama ante la insistencia del timbre, se colocó la bata y se limpió las lágrimas.

Sin ver por el orificio de la puerta abrió con brusquedad e iba a insultar al que estaba molestando pero las palabras se le fueron al ver a la modelo que estuvo con José Luis.

— hola...—la voz de la mujer era suave— ¿tu debes de ser Altagracia, cierto?

— si, ¿en que puedo ayudarte?

— ¿puedo pasar?

Se hizo a un lado para dejarla pasar, cerró y se cruzó de brazos. Si venía hablar de su...aventura con José Luis no le importaba no quería saber sobre ello.

Las dos se quedaron paradas mirándose incómodamente, la chica miro su suite para después volverla a mirar.

— yo...

— Si vienes a decirme lo que tú y José Luis estuvieron haciendo, no me interesa –corto tangente–

— bueno...vengó hablar de él, José Luis es un buen hombre lo conozco bien y se que a veces puede ser un imbécil, Altagracia pero lo que viste no es lo que estás pensando.

— lo vi saliendo de tu... –recalco la última palabra– cuarto, se estaba colocando la corbata.

— Altagracia no es lo que piensas, José Luis estuvo jugando con Matias

Algo le decía que su preguntaba quién era Matiass no le iba a gustar.

— entre José Luis no hay nada, admito que me gustaría pero él jamás me ve como algo más que una amiga. –la expresión triste de la chica la hizo sentir mal– José Luis no es el mismo desde que se casó contigo (bueno o después que te perdió), cambio después de que lo dejaras. Te quiere Altagracia.

Negó con la cabeza sin poder creer lo que según "amiga" de José Luis le decía.

— él estuvo con muchas después de que lo deje, no me busco ni hizo nada —dijo. Contuvo las ganas de llorar— creí que había cambiado y no es así...

La modelo comenzó a reír y luego le dio una sonrisa.

— a todas esas mujeres que estuvo después que te "fugaras" les pago para que hablarán de una aventura, Jose Luis se volvió un gruñón, cuatro de su secretarías renunciaron por su mal genio, no se habla con su madre ni sus hermanas....creo que eso es más por mi culpa.

— ¿tu culpa? –pregunto—

— si, fui la amante del padre de José Luis ... Lamentablemente la señora se enteró de mi y de Matias...

Altagracia abrió los ojos a entender lo que la amiga de José Luis le estaba diciendo.

— ¿Matias es hermano de Jose Luis?

— si, el tiene casi seis años, Venimos a unas vacaciones y nos topamos con Jose Luis, a mi hijo le gusta pasar tiempo con el.

Altagracia asintió, en esos momentos no podía procesar toda la información, se despidió de la amiga de Jose Luis.

Quizás había actuado exageradamente y no haber dejado que el se explicara, pero no podía culparse tenía motivos para desconfiar después de todo lo que paso.

Agotada con todos esos pensamientos se fue a la cama, no tardo en dormirse ya que había sido un día muy difícil.

Pero la puerta de su habitación era golpeada con fuerza, se levantó y se puso una bata para ir a ver, antes de abrir pregunto.

— ¿quién es?

— Altagracia, abre la maldita puerta —gruñía su Juvenal–

¿Debía abrirle la puerta? No estaba seguro, pero su el que fue su padre, estaba haciendo un alboroto y no quería molestar a los demás, dios se apiadara de ella.

Abrió y Juvenal con fuerza la empujo, estaba borracho e iracundo, maldivos diestra y siniestra.

— creo que es mejor que vayas a tu...

La fuerte mano de el retumbo contra su mejilla, el golpe la hizo caer al suelo. Por instinto se toco la mejilla y el labio, y vio que tenía sangre.

— tu...mocosa ingrata —gritaba – maldito el día en que naciste...¡no sirves para nada!

Intentó alejarse arrastrandose por el suelo muerta de miedo, pero este la agarro del cabello.

— debiste seguir casada como se suponía –le volvió a golpear en la cara– pero no, tenías que salir con tus estupideces de mujer al igual que tu madre.

— no me golpees....

— te lo mereces por inútil - la empujo con fuerza sobre la mesilla– menos mal no eres mi hija biologica quise tener una hija, las mujeres no sirven para nada

Su costado derecho sufrió dolorosamente cuando se golpeó contra la esquina de la mesilla, sin pensar más corrió hacia su recámara y agarro su teléfono móvil, fue directo al baño coloco el seguro y marcó el número de Aristóteles su verdadero padre, pero este no contesto y le toco llamar a...

— Jose Luis...... —gimoteo llorosa– ayuda...

— ¿qué pasa amore?

— mi papá. Bueno Juvenal...—brinco cuando este pateo la puerta– el esta borracho y....por favor ven.

Dios rezo para que no ruviese la suficiente fuerza para romper la puerta, se acurruco en una esquina del lujoso baño mientras esperaba a Jose Luis.

Minutos después se escucho un estruendo y voces, se levanto y abrió, vio como Jose Luis le daba un golpe en la cara a su padre, grito.

Corrió a separar a Jose Luis de su padre para que no lo matara a golpes.

— déjalo.... —le agarro del brazo– ya está inconsciente..,

Se quedo viendo a su padre que tenía el labio partido y unos cuantos golpes en la cara, Jose Luis la atrajo hacia el mientras la estudiaba.

— maldito, ¿está bien? –hizo una mueca cuando el toco su mejilla–

— si...sólo me duele un poco... Llego borracho y....

— ¿es la primera vez que te golpea? —su pregunta revivió viejos temores y recuerdos de su infancia, adolescencia y madures, las constantes golpizas–

Desvió la vista intentado decir una mentira, no quería José Luis se lanzará contra un inconsciente hombre de edad.

— Altagracia, ¿el te ha golpeado antes?

Apretó las manos y bajo la vista, no quería ver el horror en los ojos de José Luis.

— si...desde pequeña, lo hizo aun estando casada contigo....

Jose Luis maldijo y la agarro por los hombros hecho una furia.

— porque no me lo dijisteis, el no tenía derecho y no tiene derecho a golpearte –aspecto enojado y ella se encogió— ¿te amenazo si lo hacías?

— si...yo...lo siento....

Fue ideada por sus fuertes brazos y no pudo evitar comenzar a llorar como una niña de cinco años cuando Juvenal la golpeo dejándola internada, los constantes insultos y burlas.

— tranquila, amore –la consoló mientras ella lloraba sobre su fuerte pecho– el no volverá a ponerte un dedo encima, de eso me encargo yo.

— gracias...sino hubieras llegado quizás el....

— ni lo digas, te amo Altagracia –Jose Luis agarro su rostro y la beso– te amo.

— también te amo...

Convenientemente amandote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora