Capitulo 7

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No te das cuenta de lo rapido que
Puedes hacerne sonreir, ni de lo
Rapido que eres capaz de hacer
Desaparecer esa sonrisa.


Altagracia sonrió al ver el boceto que había hecho de su hermana Regina, la noche que llego a su casa le dio la mejor noticia del mundo, iba a ser tía y aunque intento preguntar sobre como paso, Regina salto el tema y no hablo más de ello,  termino de darle unos pequeños retoques con el lápiz y guardo todo en su lugar, decidió que tomaría una ducha para quitarse el sudor de la piel y la mala sensaciones de la pelea que tuvo con su esa esposo esa mañana.

Busco en su ropero un ligero vestido verde, más bien parecía una bata pero a ella le gustaba lo sencillo y poco extravagante, busco su ropa interior, modesta y fue al baño. Encendió las luces, puso la ropa en el gancho al igual que la toalla felpuda, la luz contrastaba con el azul de los azulejos y el toque de flores que pasaban por una línea horizontal al estilo clásico. Preparo la tina hasta la mitad, vertió lociones aromatizantes y una gota de perfume de rosas para hidratar la piel, se desnudó y con gozo se metió dentro de la tina, la tibieza del agua relajo su cuerpo y ella gimió gustosa.

Media hora después salió de la bañera y se colocó un albornos, se secó el cabello con la toalla, se puso las bragas negras y el sujetador, se puso el vestido y salió del baño. Comenzó a peinarse, una vez terminada su tarea se mordió el labio inferior, indecisa si bajar al comedor o llamar a Regina y que Magda les levara el desayuno a la cama, pero decidió que bajaría y le daría la actitud más fría a Jose Luis.

Las ganas de salir corriendo la inundaron con fuerza, apretó los puños con enejo mientras la ama de llaves le dijo que Jose Luis había salido al recibir una llamada telefónica, por la cara nerviosa de la mujer, Altagracia sabía que la llamada que había recibido su marido era de una amante de turno.

Se sintió ofendida.

Regina, solo miraba y no entendia la relación bipolar que ellos dos tenían, pero Altagracia no preguntaba sobre el padre de su bebè, ella tampoco preguntaría sobre el matrimonio de su hermana.

Dejo que el ama de llaves le sirviera el desayuno, sentada en esa enorme mesa supo que solo tenía a Regina en su vida, le tomo de la mano y sonrió cálidamente y se dedicó a  comer en silencio y muy lentamente, cuando termino se fue a su recamara, estuvo leyendo un buen rato hasta que su celular sonó en el tono de mensaje, alargo la mano a la mesilla y apretó el botón de bloqueo, el numero era privado, abrió el mensaje.

Se mordió el labio para contener las lágrimas de humillación, las fotos de su marido desnudo con otra mujer de igual de desnuda, la otra imagen era los dos besándose, cerro el mensaje y lanzo el celular a un lado, con fuerza se secó las lágrimas que habían salido sin su permiso, se giró a un costado, mirando la lámpara indamente hasta que se durmió.

(…)

Despertó sobresaltada cuando la luz del sol le golpeo la cara, pasándose las manos por el rostro para alejar el cabello. Grito cuando la vos de su esposo sonó desde la puerta del baño, lo fulmino con la mirada.

- ¿se puede saber qué haces en mi habitación? –Espero a que le contestara.

- recoge tus cosas  – él había ignorado su pregunta- nos vamos a San Petersburgo.

Iba a replicar pero él ya había salido de la habitación, bufando se le levanto de la cama toda enfurruñada, se vistió y puso sus cosas en las maletas, bajo y vio a su marido enfundado en un traje de negocios que se ajustaba a su musculoso cuerpo, la corbata era de un color gris más oscuro, el color le asentaba tan bien a su piel bronceada.

Convenientemente amandote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora