Capitulo 12

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Cuando estoy contigo crece mi esperanza
Has alimentado el amor de mi alma
Y sin pensarlo el tiempo me robó el aliento
¿Qué será de mí si no te tengo?


Aburrida, estaba aburrida. Por enésima vez golpeo su frente contra la mesa donde estaba, José Luis estaba inmerso en su trabajo que la ignoraba y ella ya estaba harta de ver video en Youtube para entretenerse.

Se levantó de la silla, bajo la pantalla de la laptop y fue a servirle una taza de café. ¿Cuantas tazas llevaba ya?, quizás, unas tres o cuatro, no importaba, la mantenía con energía contra el aburrimiento total.

En vez de ir a donde estaba antes fue a al mullido sillón de cuero, dejo la taza de café en la mesilla y se lanzó al sillón. La sala de descanso de su marido por lo menos tenía televisión algo con lo que entretenerse mientras pasaba las horas, no debía quejarse ya que se había librado de las víboras de su suegra y cuñadas.

Para estar más cómoda, se quitó las zapatillas y se subió un poco el vestido para poder flexionar sus piernas más cómodamente. Una vez cómoda se relajó y se disponía a ver la TV pero su celular sonó, lo busco entre la bolsa de su vestido, cuando lo encontró vio por la pantalla número desconocido.

-Bueno, a quien necesita.

Altagracia no me cuelgues, llevo mucho tiempo intentando saber de ti.

Sé que te encuentras en este momento en NavaCompany y deseo hablar contigo.

Señor Aristóteles, no lo veo conveniente mi esposo es algo. Como le digo ... en todo caso no le gusta que me acerque a usted, No se, cual es el interés que tiene conmigo, pero soy una mujer casada y pido que se me respete como tal

-No, mi niña te lo juro que no quiero nada contigo, pero hay cosas que necesitas saber ... yo me encargare de cuidar de ti, tu hermana y sobrina.

- Usted es el jefe del señor Matamoros y la señora Magdalena verdad?

- Si, y te juro Altagracia que yo nunca las vería a ustedes con ojos de hombre, solo hay cosas que tú debes de saber, si después de lo que te cuente no quieres volver a saber de mí, lo aceptare.

- Esta bien, podemos vernos el día de mañana, búscare la ocasión y nos veremos en Navacompany.

- Esta bien, espero que estés bien hija.

Altagracia se sentía picada por la curiosidad, no indago más y no sabe en qué momento se dejó ir por Morfeo, se levantó cuando sintió escalofríos en sus costados, abrió los ojos y vio el guapo rostro de su marido.

- ¿qué...? -hablo soñolienta-

El comenzó acariciarle el rostro mientras ella se iba despertando del sueño, gimió cuando sintió una de las manos de José Luis por debajo de la falda del vestido.

Reclamo sus labios a un beso hambriento, dejo que él se pusiera entre sus piernas y sus manos jugarán con la tierna piel de sus muslos.

- me vuelves loco mi lyubov -tomo sus boca con fuerza que la dejo viendo estrellas-

Se sentía también, no quería que esto terminara, amaba cuando él la tocaba, la besaba, la abrazaba y le decía cosas hermosas en ruso, amaba todo de José Luis..... Oh dios.

Se dio cuenta que se había enamorado de su marido, había intentado protegerse pero.... Había acabado enamorada del magnate ruso.

Se dejó llevar por el placer y que su amor por él la embargará con fuerza, enrollo sus piernas en la cadera de su marido, sus dedos jugaban con su centro mientras la otra mano de él, apretaba un pecho sobre la copa del sujetador.

Alzo la espalda para que el bajara las magas del vestido e hiciera lo mismo con el sujetador, dejando sus pechos expuestos y él se amamantara de ellos con fuerza, se sentía arder, la sangre parecía lava dentro de ella.

- te...necesito dentro de mí.... Amor mío -se arqueó y suplicó-

Rozo su zona con la punta del miembro de él que sobresalía sobre el pantalón.

¿En que momento se desabrocho el pantalón? No lo sabía ni le importaba.

José Luis hizo a un lado sus bragas y se introducía en ella con fuerza para después moverse con velocidad dentro de ella. Lo podía sentir muy en el fondo, y se sentía muy bien tenerlo ahí, sus labios ardían por los besos salvajes y feroces. Estaba casi por llegar pero José Luis se detuvo y ella gimió llena de frustración.

Lo vio levantarse y jalarla con él, parada media desnuda de arriba, le quitó el vestido, bragas y sujetador dejándola expuesta, José Luis hizo lo mismo con su ropa, la llevo hasta la mesa de trabajo que había en la sala de descanso.

- inclínate boca abajo, y abre las piernas -le ordeno y ella hizo caso-

Sus pechos se aplastaron contra la mesa de vidrio y abrió sus piernas dejando expuesto todo de ella.

José Luis comenzó acariciar sus muslos hasta sus nalgas para después apretarla y azotarla con fuerza que la hizo gritar, sorprendida por aquello aprovecho para penetrarla, sintió un millar de sensaciones recorrerla.

- ooh -gemía cada vez que arremetía dentro de ella.-

Se agarró de los bordes de la mesa para soportar el placer, estos era tan intenso, cada embate lo llevaba muy dentro de ella que se sentía morir. Estaba al borde y.... Él no la dejaba llegar.

La giro para que ella quedara boca arriba, enrollo sus piernas sobre su cadera, se besaron y José Luis la volvía a penetrar con fuerza. Todo su cuerpo está a sensible de su tacto.

Apretó su agarre cuando llego con tanta fuerza al orgasmos más intenso de su vida, y el se corría dentro de ella con avidez.

Lo hicieron en casi toda la sala, en la mesa, en el sillón, contra la pared, sobre la ventana dejando su trasero a la vista, sobre la alfombra y parados los dos. Cada uno en diferentes posiciones que la sorprendieron y excitaron.

Salieron de la oficina con rapidez, José Luis no dejo que se pusiera sus Bragas y sujetador, avergonzada subió a la limosina el transcurso José Luis contesto llamadas de varios socios, cuando llegaron pareció que no le importaba las llamadas y apago el teléfono, lo volvieron hacer tan desenfrenadamente.

Convenientemente amandote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora