Capítulo Veintinueve 🌙

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Llego a casa en uber totalmente con la mente en blanco y super desilusionada. Es que, ¿hay alguien que sea real en mi vida? Si es que se pueda llamar así. Abro la puerta de entrada con la mente y el corazón destrozado pensando si en verdad vale la pena seguir con mi triste y estúpida vida, porque, si hago un repaso desde que nací hasta hoy, las cosas malas predominan por millones. Mientras camino hasta el baño me voy desvistitendo y me meto en la tina mientras esta se llena con agua caliente.

Comencemos: cuando tenía trece años mi hermana muere y supuestamente mi madre, agobiada por la falta de Christi se va dejándome sola con mi padre. Hasta allí todo era color rosa, una familia ejemplar que jamás discutían a lo grande y una hermana pequeña la cuál era mi mejor amiga y persona más amada en la vida. Luego de eso, todo se tornó negro y lo que me salvaba de mis demonios eran Bella, Andrew, Hunter y Nigel, quienes por alguna extraña razón jamás se separaban de mí salvo por cuando sus padres se iban de viaje y se los llevaban, aveces se iban los tres idiotas y me quedaba con Bella, o en otras ocasiones uno de los cuatro salía del país, todo normal. A los once me vine a vivir a Milán logrando que los padres de Bella también se vengan a este país ya que trabajan para mi padre. Desde que Estela se fue, un rencor por esa mujerse avivaba tan rápido que así como la amé en mi niñez, la odié en mi adolescencia y jamás me planteé, hasta hace unos días, querer saber porqué demonios se fue dejándonos desamparados.

Cuando tenía catorce descubrí que Jake era mi primo por una coincidencia de apellidos y mirando sus historias de Instagram, un destello de luz en mi vida. A esa misma edad comencé a salir a fiestas con él y aprendiendo hasta qué cantidad de tragos mi cuerpo aguanta para no llegar ebria a mi hogar y que mi padre me regañara o descubriera debido a que salía sin su permiso. En esas fiestas conocí a Kyle, ¿lo recuerdan? Mi amigo el dj. A los quince tuve mi primer novio, estuvimos juntos diez meses y no es un recuerdo dulce, era cinco años mayor que yo por lo que me llevaba mucha ventaja y su avidez mental era años luz más avanzada que la mía. Con él tuve mi primera vez, fue dolorosa pero había conseguido con palabras lindas y promesas vacías que sea un momento un poco más grato; los primeros cuatro meses eran perfectos, papá lo amaba y lo invitaba a comer carne asada los domingos o pizzas cada viernes que no trabajaba. Cuando cumplimos el quinto mes, por primera vez me levantó la voz, se excusó diciendo que tuvo un mal día en el trabajo y que su jefe lo había echado. Recuerdo que le resté importancia, no había tenido un día bueno y yo le entendía, además simplemente me había gritado, no había considerado la gravedad que en verdad era.

Luego de unas semanas, comenzó a probar metafetaminas y vicodin, el desencadenante de sus consumos era la falta de empleo y que su madre le había dado la espalda. "-Si sigues el camino de tu padre, terminarás como él-" le había jurado y le cerró las puertas de lo que antes era su hogar. Mi papá le compró un departamento a unas cuadras de nuestra casa para que no quede en la calle. Un día fui a visitarlo y me encontré a él muy drogado con una rubia en su cama. Esa tarde discutimos muy fuerte, me fui de inmediato a mi casa y cuando él fue ya no estaba drogado ya que apareció a las horas con los ojos rojos de tanto llorar, además de haber estado drogado hacía unas horas, claro. Esa tarde sentí cómo mi corazón se rompía por segunda vez, el dolor y la tristeza era tan similar a cuando perdí a mi hermana.

(Hace tres años)

Llego a casa llorando esperando a que venga detrás mío para arreglar las cosas, pero no es así. Corro hasta mi cuarto con los ojos llorosos y derramando tantas lágrimas que hasta me duele, con el corazón hecho un bollo, comienzo a sacar todas sus prendas de mi closet y a tirarlas al suelo con bronca y desprecio, tomo el retrato de nosotros en la playa sonriendonos felices mientras me mantiene sujeta de la cintura y yo de sus hombros. Estrello la imagen contra la pared gritando con todo el dolor que mi corazón siente y así sigo con todas sus cosas.

Rompiendo LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora