PACTOS INESCRITOS {H.P, D.M. Y TU}

LINAJE.

Draco.

27 de mayo de 1998.

Si no he muerto, lo haré pronto. Todos hablan, todos opinan. Todos creen que tienen la razón. Me sientan a un lado mientras los testigos pasan de uno en uno. Primero él; Potter. Si durante nuestros años en el colegio alguien me hubiese dicho que él testificaría a favor de mí en la corte, le hubiese escupido en la cara.

Pero aquí estamos, no mayores de veinte años justificándonos los unos a los otros para no ir a prisión, a Azkaban. No sé quien le ha pedido que viniera, por que yo no.

—Señor Potter, díganos, ¿Cómo describiría su relación con el señor Malfoy durante sus años de estudio en Hogwarts?

Pareciera como si se hubiese arrepentido de sentarse en la silla de testigos.

—ah, bueno, debo decir que Malfoy y yo no nos hemos llevado del todo bien desde que empezamos las clases.

Continuó el ministro:

—¿Quiere decir en los años recientes?

—Quiero decir, desde el primer año.

No puedo encajar la expresión del ministro, se que no puedo usar legeremancia, en el momento en el que lo haga, estaría condenándome yo mismo.

—¿Podría se un poco más especificó, señor Potter?

—Malfoy y yo no compartimos los mismos ideales.

Era una sesión abierta a puerta cerrada, lo que significa que cualquier miembro del jurado puede preguntar lo que quiera.

—¿Cuáles son esos ideales señor Potter? Díganos —

Potter y yo mantuvimos la mirada del otro por un buen rato. Pareciera que fue ayer cuando lo conocí, me siento como un niño de once años otra vez.

—Sobre la pureza de la sangre.

Todos en la corte comienzan a murmurar. Parece algo delicadamente dividido. La mayoría niega con la cabeza, desaprobando esa educación. Sorprendentemente otros cuantos, los más ancianos debo decir, parecieran que no entendían por qué tanto alboroto.

Supongo que ellos creen que estoy en mi derecho de creer en mi linaje puro. Por que lo estoy.

—Pero eso, señor Potter, son solo formas de pensar. ¿Cómo un idealismo causó tanto conflicto entre ustedes?

—Él parecía fastidiarnos sin ninguna razón aparente.

El ministro frunció el ceño.

—¿Fastidiarnos? ¿en plural?

—si, señor. A mí, a mis amigos, Ron, Hermione.

—El señor Weasley y la señorita Granger, quien, por cierto, es hija nacida de muggles.

Dijo uno de los ancianos de la corte, puntualizando esto último.

—Así es, nacida de muggles —asintió Potter —nacida de muggles —repitió una vez más en un tono más bajo.

—Ya veo—continuó el ministro —y aún así, ambos han venido a atestiguar a favor del señor Malfoy, pero, ¿por qué?

Potter se removió un poco y buscaba la respuesta dentro de él.

—Creo su señoría, que Draco Malfoy ha sido solo una victima más de voldemort —a pesar del repentino murmullo de toda la sala, Potter no se detuvo —su propia madre le mintió a Tom Ryddle. Sobre mi muerte, para que yo me salvara.