PACTOS INESCRITOS {H.P, D.M. Y TU}

MENSAJE.

Draco.

Dice que debemos hablar en un lugar privado y no puedo estar más de acuerdo. Si ______ nos ve, podría empezar a hacer preguntas. Nos metemos a una pequeña habitación que seguramente sirve de bodega.

El ruido del mar golpeando el otro lado de la madera, disimula el sonido de adentro. Es un poco incomodo estar tan cerca de este sujeto. Hiede horrible. Al parecer no conoce lo que es el jabón.

—¿Y bien? —pregunto. Quiero terminar con esto lo más pronto posible. —¿Cuál es el mensaje?

El tipo está idiota. Se ríe como si lo que hubiese dicho fuese gracioso. Esto debe ser una broma. Pudo haberlo adivinado o recordado quien soy yo. Pudo haberlo visto en un diario y ahora busca sacarme algo de dinero para su mala vida.

—Quiere a la chica...

Sigue riendo con perversión.

Esa sola frase me dice que no es un chiste. Que no lo está inventando. Mi... padre lo ha enviado.

—Eso ya lo sé.

—Me mandó a asegurarme de que si cumples.

—Pues, ya lo sabes, ella viene conmigo.

—Me dijo que no quiere fallos. O que si no querías... yo podría llevarla...

No quiero ni imaginarme lo que este imbécil le pudiera hacer. Además, de todos modos, no parece ser un problema para _______ deshacerse de él. Y si ______ se escapa y no llega con mi padre, la que terminará pagando será mi Hermione.

—¡NO! —exploté —¡Eso no! ¡Ella viene conmigo y yo me encargaré de llevarla personalmente!

Se le borró la sonrisa, aunque no totalmente.

—Como ordene. Yo solo cumplo órdenes. Su señor padre me manda aquí. Y yo estaba en ese puerto días y días para esperar su llegada. Ya estaba convenciéndome de regresar.

Quiero decirle que se aleje de nosotros, que yo mismo llevaré a ______, pero hay un problema...

—¿Dónde se encuentra?

Se muerde las uñas y las escupe antes de contestar.

—En la isla Norte.

—¿Hay más de una isla entonces?

Él asiente. Su cabello es una maraña mal hecha.

—Si, hay más de una... son seis —no replico, ve la incertidumbre de mi expresión —supongo que sabes cómo llegar.

—No—suelto sin rodeos.

—oh, entonces, necesitaran un guía.

—Podríamos pedírselo al capitán.

Como ve que su oportunidad está a punto de irse, se apresura a replicar.

—Ese chico bonito nunca abandona su barco. Y no todo es recorrido por agua. Tendrán que andar por más de un terreno, apartados del mar.

No tengo certeza de que eso sea cierto, así que no se lo discuto.

—Y estando en tierra, durante el recorrido ¿habrá un lugar para descansar?

—En isla Fósil sí, después, ya nos las arreglaremos para dormir en un lugar elevado, lejos de los depredadores.

No me tranquiliza su respuesta para nada.

—Una vez en la isla, ¿Cuándo tomará llegar a donde se encuentra mi padre?

—No deberíamos pasar de una semana. Pero con esos... los que vinieron del sur, rondan por de aquí para allá.