Capítulo 21

67 13 2
                                        

El miércoles por la tarde, Adam pasa por mí a la editorial, me siento algo incómoda al sentir la mirada de todos sobre nosotros; me besa el dorso de la mano para darme fuerza y se lo agradezco. Al llegar al Pent House, me llevo una sorpresa.

-Nena, él es Walter Jones. Se encargará de tu seguridad. –Manifiesta con tono calmado.

- ¿Seguridad? –Repito sin dar crédito. –Adam, no creo que…

-No quiero quejas al respecto. –Me interrumpe. –Ambos sabemos que hay alguien tras nuestra familia y no voy a ponernos en riesgo. Incluso Grace tendrá guardaespaldas. – Reprimo una sonrisa. - ¿Qué? –Frunce el ceño.

-Dijiste… Nuestra familia. 

Asiente. –Tú eres mi familia. –Maravillada, lo beso. - ¿Eso quiere decir que aceptas tener escolta?

-Lo que tú digas, cielo. –Sonrío. 

Frunce el ceño nuevamente.

–Eso fue demasiado fácil. -Dice incrédulo.

-Digamos que estoy de buenas… Y que lo estaré aún más cuando subamos esas escaleras y tengamos sexo duro y salvaje. –Esto último lo susurro en su oído. 

Alza las cejas y sonríe. - ¿Qué voy a hacer contigo?

-Algo se te ocurrirá.

Recuerdo que estamos en compañía y le tiendo mi mano a Walter. -A sus órdenes, señorita Alfonso. –Responde realmente serio. 

¡Qué distante es este tipo! Frunzo el ceño y le dirijo mi mirada a Adam.

–Su trabajo es cuidarte no entablar conversación contigo.

- ¿Estará conmigo todo el puto día y ni siquiera podemos hablar? –Pregunto impaciente.

-Sí, y no agobies al pobre hombre. –Me rodea la cintura. –Ambos sabemos que puedes sacar de quicio a cualquiera. No le des problemas. –Me advierte. 

No discuto, sé que puedo llegar a ser exasperante.

      ***

La señora Asher prepara una cena deliciosa. Beth y Christian llegan para cenar y el suceso del lunes por la noche, sale a flote.

-Pero… ¿Y las cámaras? –Inquiere Christian. - ¿No las verificaron? 

¡Olvidé por completo que hay cámaras por todos lados! Le lanzo una mirada esperanzada a Adam, pero él frunce los labios.

-No hay nada. El equipo de seguridad me informó ayer por la mañana, que las cámaras fueron apagadas alrededor de las seis.

- ¿Cómo es eso posible? –Pregunta Christian. –Solo personal autorizado tiene acceso al cuarto de vigilancia. 

Adam suspira y toma un sorbo de su copa de vino.

–La policía está interrogando a todos los empleados. Confío en que pronto sabremos quién demonios burló la seguridad.  Escucho cada una de sus palabras atentamente, no me comentó nada de lo que está diciendo ¿Por qué?

- ¿Y si ese tipo regresa? –Interviene Beth.

-No volveré a quedarme sola en la oficina. –La tranquilizo -Y Walter estará siempre a tu lado. –Me recuerda Adam.

-Mi guardaespaldas. –Digo al ver la cara de confusión de mi amiga.  Me mira como si le hubiese dicho que tengo tres senos.

–No podría vivir con eso.

-Aún intento hacerme a la idea. –Confieso.

Cuando los chicos se retiran, vamos a la cama y Adam reposa su cabeza en mi pecho.

No te esperabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora