Capítulo 15

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Dos manos fuertes y grandes, recorren mi cuerpo. No necesito abrir los ojos para saber de quién se trata.

  -Adam, basta. –Murmuro medio dormida.

  - ¿Quieres que pare? –Restriega su cuerpo desnudo contra el mío.      

     Me revuelvo bajo las sabanas. Lo oigo sonreír y me giro para mirarlo. Rayos de luz entran por el ventanal de la habitación e iluminan su cabello reflejando destellos dorados.   

      No puedo resistirme, y después de darle los buenos días como es debido, nos metemos a la bañera. 

- ¿Me acompañas a Aroma y café?

      Frunce el ceño.
  -Es un café que está cruzando la calle del corporativo. –Explico.

-Sé cuál es ¿Por qué quieres ir ahí? 

-El hijo del dueño es mi amigo…

- ¿Amigo? –Alza las cejas.

      Suspiro y acaricio su pecho. 

-Sí, Matt, ya te lo mencioné antes. También es amigo de Beth. –Al no recibir respuesta, continúo. –Los brownies que tanto te gustan los hacen ahí.

  -De acuerdo, haremos lo que gustes. –Me dedica una sonrisa ladeada. –Si quieres que conozca ese lugar, iré.    

      Lo observo atónita durante varios segundos.

  - ¿Sucede algo? –Pregunta. 

- ¿Dónde está?

  - ¿Quién? 

-El Adam serio al que no le gusta que le digan qué hacer. –Me rio.    

       Deja caer la cabeza hacia atrás y ríe a carcajadas.

-No te acostumbres, en cualquier momento hace aparición la pared de acero. –Me guiña un ojo.

-Mi Iron Man.  -Con que Iron Man ¿Eh? –Repite divertido. 

      Asiento y salgo de la bañera apresurada cuando veo en su mirada que pretende hacerme cosquillas. Corro hacia la habitación, desnuda y mojada. 

- ¡Te vas a caer! –Grita molesto.  

     Antes de llegar a la cama, me atrapa en el aire y me lanza sobre ella. Ya estoy perdida.

- ¿Quieres lesionarte el otro tobillo? –Gruñe.       Está molesto, muy molesto.

   -Bienvenido, Iron Man. –Agrego con sorna. 

***    
      
       En el estacionamiento, mientras camino hacia el Tiguan, Adam toma mi mano para detenerme. 

-Iremos en el Lancer.

- ¡¿Tienes un Lancer?! –No puedo ocultar mi emoción. 

     Asiente y señala con el mentón hacia el lado derecho del todoterreno. No puedo evitar gritar y saltar de emoción al ver un espectacular Mitsubishi Lancer Evolution de color blanco reluciente.

-Señor Graham, me sorprende cada día más. –Admito. - ¿Puedo preguntar qué haces con un auto así?

-Un capricho, supongo. –Encoge los hombros.

      Pongo los ojos en blanco. De repente, se me ocurre una idea.  - ¿Me dejas conducirlo? –Pregunto entusiasmada.     

     Abre mucho los ojos y retrocede. 

-No, no hasta que esté seguro de que enserio sabes conducir.

-Pues obvio que sé conducir. –Pateo el suelo con fuerza. 

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