Capítulo 2

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Abro los ojos mientras sonrío como idiota esperando verlo, pero estoy mirando el techo del ático.

- ¡Agh! –Exclamo con amargura.

Entierro la cabeza en la almohada y grito con frustración.

-Ahora sí que enloquecí.

Busco mi IPhone y veo la hora 05:30am, es temprano aún. Pero si no me levanto ahora, no lo haré nunca.

Me ducho, preparo el desayuno y me siento en la barra a desayunar.

¿Qué estará haciendo el señor Graham?

¡Basta Sam! Deja de pensar en ese hombre. Me reprendo.

–Enloqueceré. –Me froto las sienes.

Me levanto del taburete y en un intento de olvidar, busco algo lindo en mi armario. Me maquillo, pero pongo más base de lo usual y corrector en la nariz para cubrir el enrojecimiento. Me aliso mi largo cabello y lo dejo suelto. Con mi celular, me hago una selfie para mi perfil de WhatsApp. Tomo mis cosas y me voy al trabajo.

Llego a la redacción, pero aún no hay casi nadie. Le escribo a mi hermano un mensaje.

-Nico, no me abandones, tu hermanita te extraña 

Su respuesta no se hace esperar.

- ¡Peque! Pensaba en ti ♥

Ruedo los ojos.

-Hagamos de cuenta que te creo ¿Cómo estás?

-Muy bien ¿Y tú? Quiero que vengas a Malibú un par de días, para mi cumple ¿Quieres?

¡Mierda! Olvidé que mi hermano cumple en dos semanas.

-Estoy bien. Sabes que odio la playa. –Le recuerdo.

-Por favor, es mi cumpleaños. –Suplica.

-Vale, acepto. –Me rindo antes de que llame e insista.

-Perfecto, sospecho que eso fue demasiado fácil ¿Qué tal tu nuevo trabajo?

-Excelente. –¡Ah! Y el jefe es muy ardiente. Aunque claro eso no se lo digo.

-Me alegra mucho Sam. Me encanta tu foto, te sienta el color.

Le echo un vistazo a mi vestido ajustado color vino. Y pensar que lo escogí pensando en... ¡No! Por supuesto que no.

-Gracias Nico ¿Oye has hablado con mamá y papá?

-No te oigo, te leo, tonta. Pero si, nos extrañan mucho. Bueno eso dice mamá, con papá no he hablado, aunque sé que tiene trabajo nuevo en una universidad.

-Ja-ja muy gracioso. Los extraño, y a ti.

-Lo sé Sam, tú también me haces mucha falta. Voy camino a la empresa, hablamos esta semana para coordinar tu visita a Malibú.

Me despido de mi hermano y dejo el celular sobre el escritorio, escucho el ascensor. Es Elizabeth, se acerca casi corriendo a mi cubículo.

- ¡Ahora sí! Me dirás que sucedió con Graham ayer, vamos habla.

-Si Beth, yo muy bien ¿Y tú?

-Habla Sam, ahora. –Eleva las cejas

-Bien. –Me rindo.

Cuando termino de contarle lo sucedido, ella me mira con una sonrisa en la cara.

- ¿Te pegaste con el ventanal? –Suelta una carcajada.

-Idiota. –La empujo suavemente.

- ¿Y te puso hielo?

-Si.

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