cap 35.- te extrañé.

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Después de enterarme que Jimin, mi lindo novio sería dado de alta en tres días, no quize esperar y decidí venir a verlo.

Se que no he venido a verlo desde que llegó a la ciudad pero, necesitaba hacerle creer a Tae que Jimin ya no me importaba.

Al llegar al hospital y pregunté por Jimin, inmediatamente me dijeron que estaba fuera en el jardín.

Al encontrar la puerta que daba al jardín, pude observar a mi precioso novio alejarse a toda prisa de un doctor.

Cuando el de bata le puso las manos encima una y otra vez, mi instinto asesino quizo salir. Pero me contuve.

Salí al jardín y me dirijo a Jimin, mi cuerpo se detuvo cuando ví a mi lindo angel golpearle la cara a ese imbécil. Algo no andaba bien.

Lo último que recuerdo es ver al moreno levantarle las manos a mi novio y para cuando volví a la normalidad, me doy cuenta que ya había noqueado al tipo.

-Jimin, ¿Estás bien? - le pregunto Jungkook a Jimin, preocupado por el estado de su novio.

Jungkook se acerco a él con la intención de revisarlo, sorpresivamente para Jungkook, Jimin le empujó lejos de él.

-¡Alejate de mi, idiota infiel! - su insulto vino acompañado con un gimoteo. Un gimoteo de tristeza.

-¿Infiel...? Jimin, amor, ¿De que estás hablando? - le pregunto Jungkook con mirada calmada y confundida. Intento acercarse de nuevo, pero Jimin se aparto de él de nueva cuenta.

-¡No seas cínico! ¡Tae me envió una foto de como le habías dejado el cuello antier! - gruño Jimin, acusándole con el dedo índice.

-¿Una foto? ...ho, mierda. - maldijo el más alto, peinandose el cabello hacia atrás con frustración.

-Si... Ho, mierda. - le imitó Jimin. - No me hables. Déjame solo.

Jimin se dió vuelta y siguió su camino.

-¡Jimin, por favor, déjame explicarte! - le siguió Jungkook hasta dentro del hospital. - ¡No pasó nada de lo que tu crees!

-¡Jungkook, no soy un imbécil, ¿Si?! - alzó la voz el mayor, caminando por el pasillo hasta el elevador.

-Solo... Déjame explicarte, ¿Por favor? - le pidió Jungkook, acorralando a su novio contra la pared donde se encontraba el botón para llamar al elevador.

Jimin se cruzó de brazos y evitó la mirada suplicante de su novio.

-Solo tienes una oportunidad, sino me convence, te largas del hospital sin decir pío. - puntualizó Jimin mientras entraba al elevador.

Jungkook sonrió con alivió y siguió a Jimin dentro del elevador.

Se cerraron las enormes puestas de metal y, para cuando se abrieron, la pareja ya se encontraba en el piso de la habitación de Jimin.

Ambos salieron del aparato.

-¿Así que... Tae ahora está preso? - pregunto Jimin, la explicación de jungkook era algo fantasiosa, pero conocía el tomo de Jungkook cuando mentía y este no era el caso.

-Aun no, está esperando sentencia. - respondió el más alto, siguiendo a Jimin.

Jimin frunció los labios, aún no se sentiría cómodo hasta que Tae este tras rejas.

Entro a su habitación y detrás le seguía jungkook.

Su novio cerró la puerta y al entrar, se sorprendió al ver que había un compañero de habitación para Jimin; una anciana que descansaba en su cama mientras tejía.

-Asi que... ¿Cómo te sientes? A juzgar por el golpe que le diste a ese doctor: estás más sano que nunca. - dedujo en tono de burla jungkook. Con aquello se ganó un golpe leve el en hombro.

Jimin se acostó en su cama y saludo a la anciana, quien le sonrió cortarmente, para después volver a su tejido. Estaba tejiendo unos adorables calcetines, por lo que sabe Jimin, esos calcetines son para sus gatos, quienes le esperaban en su casa siendo cuidados por su hija.

Jungkook se sentó a la orilla de la cama, sorprendiendo a su novio.

Ambos no sabían que decir, había tanto de lo que hablar que no sabían por dónde empezar.

-Me alegro que estes bien. - dijo Jungkook, Jimin solo le sonrió cortarmente.

-Gracias. - agradeció, para después volver al silencio.

Después de tras minutos de ininterrumpido silencio, ambos dijeron al mismo tiempo.

-Te extrañe demásiado. - ambos sonrieron y se sonrojaron sin remedió.

-Entonces... ¿A ti nunca te gustó Taehyung? - pregunto Jimin, apretando las sábanas entre sus puños. Nervioso por la respuesta.

-Ho por Dios, por supuesto que no, Jiminie. - respondió Jungkook, tomando con ambas manos la pequeña manita hecha puño de Jimin.

El mayor le sonrió con sinceridad. Sus miedos habían sido callados con solo un par de palabras.

La mano de Jungkook se alzó, y rápidamente el calor de las mejillas de Jimin inundaron su palma y su pulgar acarició aquellos jugosos labios que tanto había extrañado morder.

Jimin se mostró incómodo y avergonzado, desviando la mirada y cerciorarse que la señora Hyo no les estuviera viendo.

Su novio Jungkook, lo menos que le importaba en este momento eran los testigos. Se avalanzo hacia su pequeño novio y beso su mejilla un par de veces.

-Jung~jungkook... - pidió en un jadeo el mayor cuando aquellos besos tiernos en su mejilla se convirtieron rápidamente en ardientes y necesitadas mordidas en su cuello.

Jungkook acato a su pedido, pero no sin antes, depositar un dulce beso en la clavícula de Jimin.

-Me gustaría quedarme, pero me temo que tendré que esperarme a qué te recuperes del todo. - sonrió Jungkook con felicidad y picardía.

Jimin mostró un puchero sonrojado ante lo descarado que podía ser su novio.

Ambos se despidieron con un corto beso en los labios y un abrazo.

Para cuando Jungkook cerro la puerta detras de él, la señora Hyo sonrió con ternura. Formándose arrugas alrededor de su rostro.

Gracias a Dios no era sorda y sus oídos funcionaban de maravilla. Una vez más, su suerte le acompañaba, pues habia sido ARMY desde muy joven, y le agradaba saber que su ship favorito se habia cumplido. Pero no diría nada, la satisfacción sería solo de ella, pues si ellos no lo admitían a las cámaras era por privacidad y lo entendía perfectamente.

Aún así, que viva el Kookmin. Pensó la señora Hyo con alegría.

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Todas somos Hyo (◠‿◕).

°Celos° [Por Irmanatali]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora