°Celos° [Por Irmanatali]

cap 31.- Venganza.

Quería terminar con esto rápido, pero sabía que debía ser paciente. Cualquier extraño movimiento o palabra alertaría a mi Hyung.

Me senté en el sofá, esperando a que Tae sirviera las copas de whisky.

Observé alrededor, era obvio lo que iba a suceder aquí con la decoración y la música de fondo.

En cuanto Tae me ofreció la copa, la acepte sonriente. Por supuesto que no planeaba acostarme con él, tenía un plan.

Él se sentó al lado de mi, mostrándome su copa.

-Salud. - dijo el rizado, a lo que yo le devolví el gesto y brindamos juntos.

Bebí mi copa entera de un solo trago, quería que me tragara la tierra.

-Mhm, ¿Estás emocionado, Jungkookie? - paso su mano por mi pecho, acercándose a mí y susurrandome la pregunta al oído. Según él, su voz era sexy en ese momento.

-Como no tienes idea. - menti, dejando la copa vacía en la mesa de noche y le acaricié la mejilla.

De repente, un emocionado Tae se me subió encima, sentandose en mis piernas.

-Adelante, hazme tuyo. - me ordeno, desabotonandome el traje y dejando asquerosos besos alrededor de mi cuello.

Ahogue un gruñido de asco, no me creía que me estuviera rebajando a dejarme tocar por sus sucias manos.

Rápidamente tome la botella de whisky y la copa de Tae, llamando su atención y liberandome el cuello.

-Hay que hacerlo más interesante, ¿Te parece? - le ofrecí la copa llena hasta el topé. Él sonrió y tomo la copa.

Yo me servi mi copa con poco menos de la mitad, sonriendo al ver que Tae se bebía entera la copa que le había servido.

Intenté emborracharlo de a poco, pero no fue suficiente para evitar que pusiera sus sucias manos en mi cuerpo.

Me acostó boca arriba en el sofá después de varias copas, sentandose encima de mi pantalón.

-Vamos a hacerlo. - me pidió con el aliento ahogado en alcohol. No pude evitar una mueca de asco.

Por suerte, antes de que Tae pudiera hacer cualquier cosa, su cuerpo dejo de moverse encima de mi, parecía muerto.

Excelente, se había quedado dormido por fin.

Lo empuje lejos de mí, no tardó mucho para que se escuchará su cuerpo estrellarse contra la alfombra.

El que no se haya despertado me da una muy buena señal.

Me levanté del sofá y me abotoné la camisa.

Me saque del bolsillo del pantalón unos guantes de látex, me los coloque y cargue a Tae hasta dejarlo acostado en el sofá.

Mientras él dormía, yo buscaba por toda su habitación el veneno con el que le había jodido la vida a mi novio.

No encontré el frasco.