cap 11.- provocación.

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Los papeles se habían invertido. El enojo se había alojado en el cuerpo pequeño y trabajado de jimin, mientras que la confución se había hecho presente en el cuerpo alto y caliente de Jungkook.

Aunque, para ser sinceros, Jungkook no le creyó al principio. Estaba dispuesto a soltar una pequeña carcajada pero al ver el rostro furioso de jimin, no tenía dudas de que el rubio decía la verdad y le pareció prudente reprimir aquella carcajada, por su propio bien y en nombre de la paz.

-¿C~como dices? - pregunto casi en un hilo de voz el de rizos negros, inclinándose hacia su novio, teniendo la esperanza de que no lo había escuchado bien por la distancia entre ellos.

-Como me escuchaste, jeon. - el mayor mantenia el semblante serio, más sin embargo estaba a punto de explotar de irá.

-ha. - fue todo lo que pudo decir Jungkook, sabía lo que inevitablemente pasaría después de ésto pero, inocentemente, de alguna manera quería evitarlo. - escucha jimin, a lo mejor fue una confusión mía, quizás me tocaba la pierna sin darte cuenta o yo solo alucine cosas~

Aquel discurso mediocre no se lo trabaja ni el mismo, por lo que ver a jimin dar media vuelta, con la intención de entrar a la cabaña, le asusto y se interpuso entre su novio y la puerta de entrada.

-Jungkook, ¿Que mierda~ - no pudo terminar la oración.

-¡Espera jimin! Déjame... Déjame explicarte primero. He... Tal vez fue un accidente por parte de Tae, yo~ - fue interrumpido por jimin.

-Jungkook, ¿De que hablas? Claro que se que fue un accidente. - jimin parecía confundido por la paranoia de su novio.

El semblante de Jungkook se relajo ante las palabras de jimin, bajando la guardía y sintiéndose impresionado por la madurez de su novio.

-¿De... Verdad?

-Por supuesto, Tae y yo somos mejores amigos, el no me haría algo como eso. Ahora por favor, déjame entrar, estoy muy cansado. - explico, rápidamente fue abrazado por Jungkook, quién lo levanto de la arena y le dió algunas vueltas en el aire.

Aunque confundido, jimin no dudo en reír por lo bajo, avergonzado y divertido a partes iguales.

Al tocar sus pies el suelo, abrazo por costumbre el cuello de Jungkook, mientras su cintura era rodeada por el más alto.

Una de las manos de Jungkook abandono la cintura de jimin, para posar sus dedos en el rostro de su bajito novio, quién recibió la caricia con una sonrojada sonrisa.

-Te amo. - confesó Jungkook casi en un susurró, a lo que una risita salió de los labios de jimin, labios que después de unos segundos dijeron lo mismo y se chocaron con los labios del menor.

La pareja estaba tan en su burbuja que una atenta mirada por parte de Tae detrás de la cortina de la cabaña paso desapercibida.

Rápidamente la cortina fue cerrada cuando la pareja se despedía y se separaba en dirección a sus cabañas.

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Jimin estaba feliz, inmensamente feliz pues había tenido un momento de privacidad con Jungkook después de toda una tarde acompañados.

Y no solo eso sino que su amado novio le había confesado que se sentía orgulloso de él por haber actuado de manera madura y coherente.

Lo que había dicho era cierto, había arreglado sus diferencias con Tae, por lo que podía confiar en él. El numerito de esta mañana fue una tontería, lo reconocía, se comportó como un idiota, por lo que tenía todas las intensiónes de disculparse formalmente con Tae una vez que entrara a la cabaña.

Cerró la puerta tras de sí, sorprendiendose al notar que Tae acababa de terminar de ducharse, pues la regadera había sido detenida unos segundos después de que el entrará.

Espero a que su maknae abriera la puerta, saliendo en bata, y le sonrió con su mejor sonrisa.

-¿Cómo estaba el agua? - pregunto, sintiéndose un idiota por su mediocre inicio de conversación.

Tae frunció los labios con burla y confucion, pero se digno a contestar cortarmente mientras le daba la espalda a jimin para buscar ropa en el cajón.

-Bien.

Jimin solo asíntio con incomodidad. Necesitaba ir al grano.

-escucha, Tae. Quería... quería pedirte~ - fue interrumpido por el menor, quién se vestía a espaldas de él.

-¿Pedirme disculpas? Si, tus disculpas son aceptadas. - contesto cortarmente Tae, terminando de vestirse, darse la vuelta y dedicarle una sonrisa a su hyung. - te comportaste como un idiota.

Jimin asíntio al comentario de Tae, estaba conciente de que lo había sido y no opondria quejas.

-Si. - soltó una pequeña carcajada el rubio.

Tae simplemente sonrió, acostándose en su propia cama.

Algo que jimin imitó y se acostó boca abajo en su cama, tomando si teléfono y sonriendo al ver mensajes de su novio.

Del otro lado de la habitación, Tae jugaba con el control de la tele, simplemente viendo las imágenes pues el volumen estaba demasiado bajo o por lo menos lo suficiente para escuchar las risitas de quinceañera que emitía jimin de vez en cuando a su celular.

Miro al más pequeño, este tenía alzados los pies y una almohada bajo su mentón, tal como una colegiala enamorada.

Simplemente le asqueaba. Aún más porque sabía perfectamente que Jungkook estaba del otro lado de esa pantalla, haciendo reír a alguien que no era él.

Mira esa asquerosa sonrisa. Susurro alguien tras su oreja, tal como lo haría un diablo en tu hombro, llenando de negativismos la mente.

Esa felicidad debe acabar pronto. Continuó hablando aquella voz.

Tae apretó el control entre sus manos, rabioso por lo que veía.

Su ceño fruncido fue borrado después de unos segundos y reemplazados por una sonrisa hipócrita.

-¿Es jungkook? - pregunto el castaño, a lo que jimin alzó la vista y le sonrió con vergüenza, recorriendo un rebelde mechon rubio detrás de su oreja.

-Si. - respondió feliz el más bajito.

Tae sonrió aún más y asíntio con felicidad, observando el televisior con aburrimiento.

Por otro lado, jimin volvió a prestar su total atención a los mensajes de su novio.

Estaba tan relajado en ese momento que lo que escucho de Tae a continuación lo desconcentró.

-Tiene un enorme pene. - susurro Tae, o más bien: dijo, pues aquello no podía conciderarse un susurro.

La habitación se sumió en el silencio, exepto por las incoherencias que decían los personajes en la televisión.

-...¿Que... Dijiste, Tae? - pregunto confundido jimin, dejando el celular de lado y observando desafiante al menor, quién sonreía a la tele, satisfecho.

-No te mentire. - empezó Tae, aún sonriente, está vez, lo siguiente lo dijo mirando a los ojos a jimin - fue divertido ver cómo se ponía nervioso cada vez que le acariciaba la pierna.

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Se viene pelea, agarrense.

°Celos° [Por Irmanatali]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora