-ˏˋ Momentos ˎˊ-

Despertar

Cada mañana es gloriosa para Draco, abre los ojos cuando el sol entra por las cortinas iluminando su rostro, sonríe al sentir unos brazos fuertes apresando su cintura y sus piernas entrelazadas con las de su novio, le producía una paz inigualable la calidez que desprendía el cuerpo de Harry.

Se voltea suavemente sin ser brusco para quedar de frente al moreno, quién continúa durmiendo plácidamente. Draco tiene su rostro apoyado en su mano izquierda, observando a Harry con el rostro relajado.

Llevan de novios seis años con tres meses, todo inició cuando empezó a sentirse atraído por El Elegido en tercer año, le ofreció una tregua a mitad de año escolar. Harry le aceptó sin mucha confianza, el se propuso a demostrarle su confianza y enamorarlo.

Todos sus años pasaron, empezaron como amigos apoyándose mutuamente y pasando tiempo juntos. Continuaron siendo chicos enamorados, besos y lágrimas por el miedo a morir. Terminaron como novios que se aman, llorando de alivio al encontrarse, con ganas de vivir su vida juntos.

Alza su mano derecha para acariciar el rostro de Harry, trazando un camino desde el pómulo hasta su mandíbula y terminando en el cuello, rozando la clavícula marcada de su novio. Paró su camino dejando su mano en la cicatriz de su cuello, dónde el guardapelo estuvo anteriormente.

–Buenos días– susurró Harry con voz ronca sin abrir los ojos pero con una sonrisa en su rostro.

—Buenos días amor.

—¿Te gusta? Puedes seguir tocándome, soy todo tuyo— apretó el agarre en su cintura acercándolo a su pecho, Draco apoyó su rostro en el hombro del otro.

—No te pongas calenturiento, apenas estás despertando.

—Contigo siempre estoy calenturiento— Harry acercó sus labios a los de Draco, quién lo detuvo colocando su mano en medio.

—No, te debe oler la boca y a mi también.

—¿Ah sí? Ya verás— susurró Harry con el tono que Draco conoce perfectamente sus intenciones.

—¡No- Potter! ¡No se te ocurra! ¡No- ¡Harry!— dijo el rubio espantado tratando de escapar de la cama, pero fue detenido por su novio, quien empezó a tocar los costados del chico.

Draco se retorcía en la cama, riéndose a carcajadas por sus sensibles cosquillas, quién solo Harry conocía y lo usaba para chantajearlo.

—¿Ahora no quieres besarme?.

—¡No! ¡Suéltame!.

—¡Bésame!.

—D-de acuerdo— contestó ya quedándose sin aire, al detenerse alzó su rostro hasta rozar sus narices.

Contra todo pronóstico Draco empujó a Harry quién se enredó con las sábanas haciéndolo caer de la cama y salió corriendo hacia el baño, escuchando las quejas de su novio de fondo.

Amaba despertar con Harry.