-ˏˋ Momentos ˎˊ-

Cansado

Harry Potter podría ser fuerte, valiente y sarcástico, El Elegido y El Niño que Vivió y Venció, pero para Draco era solo Harry.

Un chico humilde, dulce y amable, capaz de hacer cualquier cosa por las personas que ama, Draco ama cada cosita de Harry. Por eso, le encanta vivir con su novio, no le importó abandonar su mansión que ya era propiedad del Ministerio, sus padres vivían en Francia y él decidió formar su vida.

Era de noche en Londres, caminaban por las calles iluminadas con la luz de la luna y algunos carros en la carretera con sus faros.

—Bebé ¿Puedes cargarme?— preguntó Harry jalando su mano.

—¿Ya te cansaste?.

—Uh-¿Si?.

—Que lástima, cuando llegaramos a la casa quería que disfrutarás pero si estás muy cansado...— picó Draco a su novio, quién se mostró ofendido por la insinuación.

—Solo estoy cansado de caminar. Si no me quieres cargar solo dímelo— Harry soltó su mano para cruzarse de brazos frunciendo el ceño de esa manera que lo hacía ver adorable.

—Era broma, vamos súbete.

—Ya no quiero.

—Vamos Harry- amor, no seas terco.

—Soy terco, tu ya lo sabes.

—Si lo sé— Draco jaló a Harry para acercarlo a su pecho y revolver su melena —Así te amo.

Harry, relajó su ceño mostrando una sonrisa suave, respondió con ganas el beso que le regaló el rubio, acercó su rostro poniendo sus manos en la nuca del otro. Cuándo Draco empezó a profundizar el beso, se separó con una sonrisa.

—Te demostraré cuánto te amo en casa— el moreno empezó a separarse del rubio sonriendo —Si llegas primero que yo.

Apenas terminó la frase Harry empezó a correr por las calles oscuras, Draco al entender empezó a correr persiguiendo a su novio. Reía a carcajadas porque Harry corría con todas sus fuerzas para dejarlo atrás, mientras que él solo trotaba a su lado.

—¡Maldito piernas largas!.

—Pero te encantan tenerlas alrededor de ti.

Al terminar el trayecto, entraron a su casa respirando agitadamente. Ya dentro Draco se acercó a su novio para continuar besándolo, pero Harry lo detuvo.

—Lo siento cariño, estoy muy cansado— Potter tenía una sonrisa angelical en su rostro mientras se quitaba la ropa —Ahora solo quiero dormir.

—Jodido provocador, te odio.

—Me amas.

Mierda, si que lo hacía. El Harry provocador, amoroso, cariñoso, sarcástico, juguetón y perezoso.

—Voy a bañarme ¿Quieres venir?.

—Eso no se pregunta cariño.

No todo era sexo, todos lo sabían. El amor que profesaban sus ojos al observarse, las manos gentiles persiguiendo al otro y los besos cariñosos que compartían, eran ellos dos contra el mundo.

Quién se atreviera a ir contra ellos, no iba a contarlo.