Capítulo 1.🥃

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Princesa

Cuando más grande la herida, más privado el dolor. -Isabel Allende.


TREINTA DIAS DESPUÉS DEL COMA


Gianna

Entro en la habitación 221 del segundo piso en la clínica del centro de Palermo. Hoy por fin, después de un mes llegó el día en el que Alessandro ya no estará más en cuidados intensivos. Un alivio enorme para mí ya que por fin hoy puedo verlo. A pesar de que quizá no tenga cara para hacerlo, o quizás él no tenga cara para hacerlo.

He tratado de mantenerme tranquila, de no pensar demasiado en lo que paso, pero cada vez que cierro los ojos, todos los pensamientos me gritan que es mi culpa. Por más que Matteo me haya dicho que su padre ya lo tenía planeado, no sé...

Aun me siento como una estúpida con todos estos sucesos. Recuerdo que había hablado con Enzo de esto, de confiar en él, me prometió que me ayudaría, él mismo me ofreció a sus hombres para custodiarlo y que nada se salga de mis planes.

Después del accidente recogí el móvil intacto de Alessandro, supe que Enzo se lo dijo, le dijo que fue mi culpa, de lo que no estoy segura es de que si Alessandro leyó ese mensaje. Espero que no. Intenté confrontar a Enzo, pero no sale de su cueva en Bacoli y no responde a llamadas o mensajes que provengan de mí.

Fui tan estúpida al contarle todo lo que me pasaba y lo que sentía por Matteo. Ya lo único que siento por él es pena y mucho rencor.

Desde que despertó Alessandro se ha negado a verme eso me hizo pensar que sabía toda la verdad, que estaba decidido a no continuar con esto. No fue así, no solo no me quería ver a mí, a nadie en específico. Su madre ha hecho el esfuerzo por entrar y tratar de hablar con él, lo logró hace menos de una semana. Y entiendo que no haya querido ver a nadie, se sentía extraño, fuera de lugar, el día que despertó gritaba a todos que no lo tocarán, se quitó los aparatos que tenía conectado al cuerpo y los que lo mantenían respirando.

Seguía gritando y diciendo que quería ver a su esposa y pedirle perdón. Traté de explicarle que yo era su esposa y que no tenía ningún motivo para pedir disculpas. Se negó a creerlo, no quería verme y solo me grito que me fuera, lo hice por el bien de mi niña. Por el bien de los dos. No era un buen momento para explicar todas las tragedias.

El médico dijo que Alessandro no iban a tener mayor complicación, que a pesar de que la parte de la memoria se vio afectada no sería algo grave. Me había explicado que sería algo así como cuando te olvidas de algo y sabes que paso, pero no con detalles, solo hasta que alguien te cuanta es que lo recuerdas todo.

Bueno, eso pasó con mi esposo, así que, hace una semana Beatriz se encargó de decir cada detalle de su vida. Incluso la que tiene conmigo. Quizá en ese momento fue donde en realidad no tenía valor de verme o hablarme. Beatriz me había dicho que aún estaba enojado por lo que pasó esa noche, que se sentía estúpido y algo cobarde por huir y pedirme el divorcio. Simplemente dijo que no estaba listo para enfrentarme. Sabe todos esos detalles ya que fui la que decidió contarle.

Joder, yo también estoy de putos nervios. Pasé un mes llorando todas las noches pensando en lo que pasó antes del accidente. Jamás voy a olvidar verlo llorando, donde me di cuenta de que en realidad estaba enamorado, de que daría todo por mí. Pero ¿cómo creer en esas palabras? ¿cómo creer en el después de que él también jugó conmigo?

Senza Mafia © | ITALIA 2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora