Capítulo 9.🥃

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No puedo

Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae. -Gabriel García Márquez.



Gianna

Francesa asegura que debo dejar de ser una paranoica, que debo dejar de dudar por todo. Que no voy a poder cambiarlo, que siempre habrá algo que no me diga.

Así como yo lo hago

Donato por su lado, dice que así son los hombres, se olvidan de las cosas y dan por hecho que ya lo saben las demás personas, en especial alguien como Alessandro que tiene la mente siempre ocupada con cosas de la organización.

Ambos están de acuerdo con que Alessandro no planeó el hecho de no decirme nada, que quizá demasiadas cosas estuvieron en su mente que olvidó decírmelo.

En cuanto a mi padre, bueno, él me dice que estoy exagerando. Qué no debería comporté de la manera en la que lo hago, que no debí salir impulsivamente, que ahora Alessandro y yo debemos ser una pareja más sólida y arreglar las discusiones hablando con calma y aclarado las cosas.

No entiendo cómo es que mi familia apoya más a mi esposo que a mí.

También hablé con Beatriz, por su lado solo me dijo que Alessandro jamás se olvida de las cosas, que quizá decidió no decírmelo por la reacción que tomé, porque eso es lo que quería evitar. Me dijo que es mejor que ambos estemos con la cabeza fría para hablar y aclarar todo.

Hace poco le escribí para preguntar si la niña comió y si ha dormido. No me contestó, me dejo en visto desde hace ya una hora, pero ella está bien. Alessandro subió de estado a Alessia durmiendo placenteramente en la cama donde duermo con él. También subió una foto en Instagram, la primera donde se puede ver su cara y de la que obviamente no me consultó para hacerlo. Pero ya sabía que iba a pasar.

Ahora mismo estamos en el departamento que papá compró cuando me casé, lo compró para él por qué no quería incomodar a Alessandro y a mí. No lo ocupa demasiado ya que tiene su habitación en mi casa y siempre se queda cuando ya es demasiado tarde para salir.

—¿Regresarás? —Donato se sienta a mi lado

—Lo haré —suspiro— solo necesito calmarme.

—No sé de qué te sorprende. Ya hizo muchas cosas a tus espaldas, ¿Por qué te sorprende que no te lo diga?

—Estamos casados, ambos dirigimos la Cosa Nostra...

—Ya... y cuando quiso vendernos a los rusos, también estaban cansados.

—Es diferente ahora.

—Claro. Porque tienen una hija y los dos deben tomar decisiones de la mafia. Gi, te das cuenta que si estuvieras más involucrada sabrías de estas cosas. No te digo que dejes a Alessia al cuidado de sus niñeras todo el tiempo. Pero cuando sepas que hay algo grande o importante, deberías estar presente.

—Alessandro...

—Eres la dueña. Solo métete sin importar lo que él te diga. Él tiene que ceder y entender que, si no fuera por ti, él tendría que renacer a La Camorra. Tú le diste el control de Palermo y aunque lo niegues él está haciendo todo bien en lo que respecta a una mafia. Tú le diste la Cosa Nostra, ahora debes aguantar todo lo que él hace, así no le guste. Tú le has dado el poder.

Senza Mafia © | ITALIA 2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora