Capítulo 27. 🥃

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Vendetta

Si ardió Troya, que arda Italia. -MileDen



Gianna

Son como recuerdos de infancia, como si la última hora solo es un recuerdo de hace años. Un recuerdo que tengo presente, pero no sé cómo es que paso. La última hora de mi vida es borroso en mi mente.

Aun no entiendo muy bien lo que pasó. Recuerdo haber estado saliendo de Tesori, de enviarle un mensaje a Alessandro diciendo que iba a encontrarme con Regina antes de ir a Quattro Tesoro. No respondió. Después recuerdo que estaba a punto de subir al auto, Franco estaba diciéndome que hay un auto sospechoso en la zona y que teníamos que tener cuidado. Después de eso recuerdo una serie de disparos y yo en otro auto viendo como derribaban a Leo y no vi a Franco más. Al segundo ya estaba con los ojos y la boca vendados.

Joder y lo único que pienso que es Franco y Leo estén bien.

La visión aún es borrosa, aún no creo ser consciente de lo que pasó o de lo que pasó en los últimos minutos u horas. No estoy segura.

He perdido la noción del tiempo.

—Eres un bien necesario —escucho una repulsiva voz.

Una masculina para ser exactos, lo peor es que reconozco esa voz. La conozco a la perfección y lo odio. No tengo la fuerza para levantar mi cabeza, solo sé que alguien se acerca y se pone frente a mí, lo único que logro ver son sus zapatos deportivos caros.

—Sabes que vas a morir —mi voz es solo un hilo muy frágil, apenas logro escucharla— ya van dos veces que te metes conmigo. Créeme cuando te digo que no habrá una tercera vez.

—No voy a morir con la protección que tengo. Ya escapé una vez de las manos de tu esposo.

—¿Qué te prometió Fabrizio? —me río—. Te matará si no le sirves, es más creo que no le has servido desde el principio.

—No tienes la menor idea de nada —es en ese momento donde él toma mi mentón y hace levantar mi cabeza.

La sonrisa que lleva en el rostro solo hace que me den ganas de golpearlo y de dispararle en la cabeza. Estoy tan enojada que ahora mismo no pienso en nada más que en el cadáver de este tipo.

Quizá ahora mismo no pueda lastimarlo físicamente, pero puedo abrir heridas del pasado del cual estoy enterada, puedo destruir su mente con solo un nombre.

—¿Me harás los mismo que a Roxanne? —ahora es mi turno de sonreír.

Y acabo de ver como el mundo de Kyle Bennett se derrumba de a poco, como es en que con solo un nombre puedo ver lo indefenso que es. Lo tonto que se pone con una mujer. No lograrás hacerme nada Kyle. Te destruiré primero.

—¿Qué sabes de ella? —diría que suena desesperado. Como si yo sé dónde está y debo llevarla hasta ella.

—Muchas cosas Kyle y solo te voy a decir que, si me llegas a tocar una vez más, yo no voy a dudar ni un solo segundo es bórrate la cara...

—No te atreverías, tú... —me tienta

—¿Qué? ¿Crees que por qué soy mujer mo te voy a disparar? Machista de mierda...

—No deberías estar en el poder, las mujeres son débiles —se aleja yo mantengo la vista en él— te hacen débil.

—Pregúntale a Alessandro como es que tiene poder en toda Italia —me río— te voy a matar Kyle y sufrirás por hacer esto a la reina de Italia. Por meterte conmigo y mi familia.

Senza Mafia © | ITALIA 2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora