Un año después...
Quisiera tener buenas noticias, poder decir que todo va de maravilla, que soy una mejor persona, que el tiempo me ha sentado de una manera extraordinaria, pero la realidad es que la vida no es color rosa y que mis intentos por dejar el pasado atrás son en vano. La culpa me persigue día con día, incluso por las noches no puedo evitar soñarlo, aunque es algo, como decirlo... extraño, incluso hasta cierto punto perturbador, ya que no me dice nada, y no logro entender si está molesto o no conmigo, solo veo su figura posada frente a mi, su rostro no es claro, en todo momento hay algo que distorsiona mi vista siempre que intento enfocar, sin embargo, lo puedo sentir, pero entonces, cuando intento acercarme su imagen se evapora como la niebla, luego simplemente sin poder hacer más despierto exaltada con la sensación de sofoco como siempre, incluso he llegado a pensar que probablemente es frustración que después, ya cuando he despertado del todo, me hace llorar sin poder evitarlo.
Quizás es por mis sueños constantes que a pesar del tiempo continúo con éste hueco en mi pecho, está sensación de vacío que me ahoga, produciendo una tristeza muy profunda que por mas qué lo intento no puedo disipar con nada, ni nadie, jamás en mi vida me había sentido tan perdida como ahora, lo extraño con cada fibra de mi ser, no dejo de pensar que sería de mi vida con él a mí lado. Es notorio que no he superado su partida y sigue doliendo como si hubiera sido ayer, son cosas que no puedo evitar sentir, lo he manejado mejor que un principio pero aún como el primer día quisiera tener el poder de regresar el tiempo, hacer las cosas diferentes, evitar la tragedia y corresponder su amor, sé que es imposible.
¿Porqué me sigo sintiendo así?.
—Eso es porque no te has liberado del todo, aún hay un vínculo en todo esto del cuál no has hablado y siempre lo evitas. —inquiere la terapeuta.
A pesar de lo que dije en un principio me ví en la necesidad de aceptar la ayuda profesional para superar mis traumas existenciales, no ha servido de mucho sin embargo tengo alguien con quién hablar del tema abiertamente, pero también hay cosas de las cuáles no le veo ningún sentido hablar o impartir detalles, asumo precisamente que es por eso que estoy aquí compartiendo mi vida con un extraño solo quiero soltar lo que es o fue el problema principal pero me niego en profundizar y desnudar mi alma frente a una señora chismosa con el seudónimo de psicóloga.
Sin que me vea ruedo los ojos.
—Sé a qué te refieres, créeme, te he dicho lo suficiente de él, no necesitas saber más detalles porqué no los hay.
A esto me refiero a que enterré a Bradley junto con el sentimiento que se creo entre nosotros en Brooklyn y no me duele el haberlo hecho porque sé que él está bien rehaciendo su vida quizás superando como yo sus culpas, en realidad no me importa, tampoco lo he pensado lo suficiente. El hecho es que no me gusta hablar de él, remover el pasado que hubo entre nosotros es un tema innecesario. A él me queda claro y estoy segura que lo he superado.
—No voy a insistir, la finalidad de todo esto es que tu me tengas la confianza y puedas liberarte de todas tus ataduras para poder ayudarte. Mejor dime, ¿Aceptaste salir con este chico?..., ¿como se llama?.
—Ulises, se llama Ulises y sí, acepte ir a cenar con él después de tres meses que estuvo insistiendo, pero créeme que fue la peor cita que he tenido en toda mi vida, es un engreído, petulante, egocéntrico, mimado, hijo de papi, no fue nada detallista, paso dos horas hablando de todo el dinero que tienen sus papás, de sus viajes, y de las escuelas de las que se graduó según él las mejores, lo peor de todo es que es un perdedor.
—Fani. —interrumpe. —¿Que es lo que buscas en un hombre?.
—Para empezar, no busco "hombre" —hago énfasis en la palabra haciendo comillas con mis dedos. —Acepte la cita para que dejará su nefasta insistencia conmigo, ¿Y para que? el hombre no dejó de hablar de él, no sé, yo pensé que quizás sería más dulce o mínimo que me dejaría hablar, le faltó ser más atento conmigo o que me llevara la contraria, que se atreviera abrasarme sin permiso, pero no, no pasó nada emocionante con él, le faltó el fuego en la mirada, ese ímpetu que me mantuviera pensando en él. —la mirada se me pierde en algún punto de la nada de esta habitación y mientras mis oído escuchan la voz de la terapeuta mi cerebro se desconecta de sus palabras y hago que la escucho porque realmente estoy analizando cada una de las palabras que acabo de decir y la primer imagen que viene a mí es la de Bradley, no se porqué razón pero ahí está la cara del idiota del que me equivoqué al amar.
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Ser como ellos© [COMPLETA]
RomanceNo se permite ningún tipo de adaptación o copia. Código de registro: 2011075823904.