Ser como ellos© [COMPLETA]

capítulo 31🌻

—Qué haces aquí querida, acaso te hemos aburrido. —entra Alex a la cocina lugar dónde me he refugiado por unos instantes con el pretexto de beber agua cuando realmente vine aquí para tener algo de privacidad. Pero al parecer es algo imposible en estas malditas cuatro paredes, debería pensar la idea de vivir sola.

Pero que demonios pienso, debo relajarme, él no tiene la culpa, aunque eso último no estaría nada mal, mi amigo en ocasiones es bastante irritante.

A quién engaño.

La realidad de mí molestia es porque que he intentado comunicarme con Max y Bradley pero es como si a ambos se los hubiera tragado la tierra, o se hubieran puesto de acuerdo para ignórarme y claro comienzo a juntar todo mi enojo y frustración para descargarme en contra de mi amigo pero sé que estoy mal, no debo hacerlo, así que en lugar de ser grosera con él, me esforzaré en sonar tranquila, y dar mi mejor respuesta a su cuestionamiento.

—Nada de eso, solo que... —bufo molesta arrojando el móvil sobre la encimera. —No tengo noticias de Max quedó de hablarme después de la comida con su hermano pero ya es de noche y bueno, Brad, ese idiota trae apagado el teléfono.

—Yo lo llamaría karma querida, pero en fin tú lo quieres así. —alza los hombros actuando con desinterés —Anda sal de aquí Lukas nos llevará a un antro dónde creo que nos divertiremos mucho, olvídate de esos dos por un rato.

Acaso no ha escuchado la gravedad de la situación, ¡Ah!, pero en fin como quiera no hace falta que insista necesito ir, salir de aquí, últimamente mí tiempo, mis pensamientos, todo lo que hago inconscientemente involucran a Max o Brad, carajo necesito tiempo para mí, mandarlos a la mierda a los dos. Por un instante claro.

—No llevaré mi teléfono. —le digo levantándome de la silla. Esta es una medida en la cuál no tendré la tentación de contestar algún mensaje o llamada cuándo alguno de los dos decida aparecer.

Al escuchar, Alex esboza una sonrisa ladeada un tanto maliciosa.

—Yo te maquillo.

Acepto que lo haga, él realmente es bueno en ése aspecto, mejor que cualquier maquillista de salón, no sé que hace de abogado. Bueno si sé, se hace pendejo comiéndose al hijo de su jefe, que está más que bueno que el helado de chocolate el condenado, toda la comida me tuvo a la expectativa mientras admiraba su perfecto rostro de ángel, su piel tersa y apiñonada la cual se me antojaba acariciar y después preguntarle por la marca de crema que usa para la cara pero obvio no lo hice, Alex me mataría.

Salimos juntos de la cocina llamando la atención de Lukas quién solo nos observa.

—¡Aceptó! —le dice sonriendo. —Ahora solo dame unos minutos para darle un zarpazo  de león a ésta desaliñada mujer.

Lukas sonríe apenado negando con la cabeza y a su vez retando con la mirada a su novio.

—Ella es muy linda y no creó que necesite tanto.

—Ya viste pendejo, él sí sabe. —golpeo a Alex en el estómago para después caminar a la habitación.

...

El estrambótico lugar nos ha cohibido haciéndonos sentir cucarachas, incluso Alex que es bastante extravagante y siempre alardea siendo bastante escandaloso al sentir orgullo de su preferencia sexual, en este momento no hace más que  observar entre asombrado y con miedo el lugar apuesto a que todos hemos estado coincidiendo en el mismo pensamiento y es que las personas nos miran como los raritos, sin dejar de mencionar que no he dejado de recibir bebidas de una que otra lesbiana. Debo decir que la idea de un antro gay me pareció divertida pero ahora ¡Auxilio! en qué carajos nos hemos metido. Más que antro gay parece ser un cuarto de locas descarriadas con transformaciones demasiado drásticas en su físico y dónde probablemente su cirujano plástico fué Frankenstein porque déjenme decir que la mayoría no se ve nada bien. Mis amigos Alex y Lukas son gays pero ellos son por así decirlo discretos cualquier mujer diría que son unos hombres muy guapos y querrían acostarse con ellos, quizás ésa es la razón por la que desentonan en el lugar. Cabe aclarar que no soy homofóbica pero esto es demasiado escándalo para lo que realmente necesitaba.