capítulo 4🌻

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—Ese día se había enterado que su exnovia con la que tuvo dos años de noviazgo ya está saliendo con otro y al parecer las cosas van enserio, se va a casar, pero agárrate, tiene tan solo mes que terminaron. —hablo agitada sin detenerme en la elíptica del gym.

—Pobre hombre, debe ser horrible por lo que paso y tu eres una perra maldita por aprovecharte de la situación. —menciona Alex quien siempre me acompaña a ejercitarme pero solo lo hace porque le gusta un instructor del lugar y claro la mayoría de hombres musculosos que pasean su buen formado trasero en el lugar. Ya no digo de todo lo que hace, es un pervertido en toda la extensión de la palabra.

Detengo mi andar para tomar agua. —Yo no me aprovecho de nadie, él fue quién me busco.

Cómo se habrán dado cuenta estos dos días no he dejado de tener contacto con Max, nos enviamos mensajes durante el día y por la noche, sus llamadas son extensas nos desvelamos hablando por horas sin que el sueño se haga presente en alguno de los dos, me parece un chico agradable, tiene buen sentido del humor, voz encantadora, educado, algo tiene de diferente a los demás hombres con los que últimamente me relaciono, bueno ya sé que anteriormente decía lo mismo de todos los hombres que sólo resultaron ser la misma basura. Pero bueno, que más da, no estoy en busca de una relación sería con nadie y él tampoco se ve que tenga las ganas o que quiera tener una relación después de lo que paso, solo nos conectamos a la perfección y estamos teniendo el comienzo de una buena amistad ya que no ha tenido ningún tipo de insinuación o cortejo conmigo.

Eso es lo que más me agrada de él. No se le ve esa urgencia por llevarme a la cama.

—¿Tendrán una cita? , ¿Cuándo lo vas a ver? .—al igual que yo, se detiene limpiando el sudor con una toalla, haciendo movimientos tan delicados y provocativos.

—No es una cita, en un rato más solo tomaremos un café y platicaremos un poco. —achica sus ojos torciendo los labios, no está creyendo en mis palabras y a mi me da igual lo que esté pensando.

—¡Ash!, a caso piensas que soy estúpido, tú me estás mintiendo, ahora resulta que vas a empezar a reclutar amigos, si claro y a mi me gustan las vaginas.

Le doy la espalda negando con la cabeza mientras camino directo a los vestidores, al llegar me comienzo a desnudar enfrente de él sin pudor alguno, no me siento incómoda al hacerlo incluso él me ayuda con el sujetador, siempre me dice que no tengo porque esconderme o sentir pena con él y ya me acostumbré.

—Para mí eso quiere decir que te está gustando y no quieres que sea uno más en tu ridícula lista. —con voz divertida sonríe, señalando con un dedo hasta tocar la punta de mi nariz.

Lo miro enojada, arrugando el entrecejo. —Con un carajo Alex, él no me gusta como hombre, es guapo pero no hay interés en ninguna de las dos partes y para tú información no es ridícula mi lista porque no la hay. —término de cambiarme y tomo mi mochila para salir del lugar, tengo que prepararme para mi cita, quiero decir mi charla con cafecito.

Me sigue el paso continuando con sus patéticas, desagradables y tontas teorías del amor a primera vista, esas cosas que a mi me provocan náuseas.

Llego a mi habitación aventando la mochila al sofá para ir directo a la ducha, preferí regresar a casa en un taxi que seguir escuchando todas esas estupideces.

Sin embargo, ahora estoy en un dilema catastrófico.

No sé que ponerme, jeans, vestido, falda, ¡puta madre! Porque carajos me pasa esto a mí, ¿Por qué mierdas me importa tanto como verme?, bueno una cosa es que no este buscando nada formal y otra muy diferente que pierda el glamour, ¡Que horror!..., todo menos eso. Termino escogiendo un vestido corto juvenil rosa con algo de vuelo, agarró mi cabello en una coleta dejándola de lado, me maquillo ligero, aplicando un labial rosa sobre mis labios, y mientras lo hago reviso la hora.

Ser como ellos© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora