Hoy por ser un día “especial” el bar cierra temprano, son muy pocas las personas que concurren a éstos lugares en un día como hoy, ya que es un día de unión familiar, paz, amor y todas esas sandeces que me dejan hastiada. Algunos pensaran que soy el grinch, pero no es así, quizás solo es que yo no encuentro motivo de celebrar es un día común como cualquier otro, la emotividad es cosa de niños.
—¡Fani!, Espera, no te quedarás a brindar con nosotros —me alcanza Laura con dos copas en la mano.
—No gracias, ya me están esperando. —como si eso fuera cierto. Aun qué debería considerar a Alex, él me está esperando.
Hace unas muecas insatisfecha.
—Hoy tú actitud es diferente a otros días, ¿paso algo con Bradley?, él tampoco ha salido de su oficina toda la noche. —es cierto lo que ella dice y no lo había notado, a lo mucho cruzamos un par de miradas cuándo llegué, es tan raro ése hombre, pero no me importa ahora, suficiente tengo con mis trastornos y problemas como para cargar los de otras personas.
—Yo estoy estupendamente bien y con respecto a él, no tengo idea de que éste pasando. —trato de mostrarme indiferente.
—Yo pensé que tú y él…
—Lau, no soy su niñera y tampoco somos nada, si eso es lo que estás pensando. —pongo los ojos en blanco, tomo mi chamarra con algo de fastidio. Que a caso Bradley y yo no podemos llevarnos simplemente bien frente a los demás. Me despido de ella la cuál me abraza transmitiendo mucha nostalgia no sé porque.
Luego de eso espero a que desaparezca de mí campo de visión y camino hacia la oficina de Bradley, me siento intranquila al no saber de él, admito que me sentiría mejor si tan solo me despido, lo veo, escucho su voz.
Pero que estoy haciendo.
Al llegar la puerta se encuentra entre abierta, inhalo con profundidad y toco la puerta.
—Adelante. —escucho del otro lado y después entro.
Ahora sé que es lo ha estado haciendo toda la noche, hay muchas colillas de cigarro en el cenicero y una botella de whisky casi vacía. Fue muy mala idea venir y hasta éste momento me doy cuenta, me siento que éstoy invadiendo su privacidad.
—¿Necesitas algo? —En sus palabras hay frialdad. Eso me desestabiliza, se está comportando muy diferente a lo que era días atrás. Sé que no me debería importar pero me hace sentir mal, que le pasó, porque ese cambio tan repentino.
—Pasé a despedirme —logro pronunciar, sin hacer notar mi descontento. —Y desearte una feliz Navidad.
—¿Eso es todo?, bien, cierra la puerta cuando te vayas —habla sin mirarme provocando un vacío enorme en mi estómago, qué más que hacerme enfadar, me frustra. Quisiera gritarle que se vaya al diablo pero no puedo, no estoy de ánimos para hacerlo, él no tiene la culpa, fui yo quién vino a él a sabiendas que es un maldito cretino, estúpido, jamás va a cambiar.
Es mejor que me trate así, confirmará todo lo que pienso de él y los hombres, me pondrá los pies en la tierra de una vez por todas dejaré de soñar y caeré a la realidad, en mí realidad.
—Bien, hasta luego —doy medía vuelta después de responder con desinterés. Cierro fuerte la puerta y me quedó recargada en ella unos segundos deseando en mí interior que él me siga pero no lo hace.
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Ser como ellos© [COMPLETA]
RomanceNo se permite ningún tipo de adaptación o copia. Código de registro: 2011075823904.