capítulo 21🌻

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Pánico, ansiedad, nerviosismo, todo en  conjunto comienza remolinearse dentro de mí estómago, liberando esta terrible sensación de adrenalina que se inyecta en la boca del estómago hasta apoderarse violentamente de todo mi cuerpo. Soy incapaz de pronunciar palabra alguna, siento torpe mi lengua y demasiadas conjeturas en mi cabeza.

Trato de controlar mi irregular respiración para que no se noté mi sobresaltó y sorpresa que ha causado su llamada, no quiero hacerlo sentir importante o hacer notar que me interesa. Está bien creo que para lo segundo es demasiado tarde.

Y si mejor termino la llamada o…, Mejor no. Difícil decisión, pero estoy consciente de qué esta acción podría cambiar muchas cosas, aunque realmente no éstoy lista para ello, por que para cualquiera que elija en este momento tendría una consecuencia, siempre elijo lo complicado pero no todo me ha resultado atroz. ¡Ay Dios! Ya éstoy divagando y no hago nada al respecto, no puedo pensar claro ahora, no es el momento oportuno.

—Fani ¿Estás ahí? —lo escucho otra vez hablar, con voz ronca, tan varonil, que me obliga a cerrar los ojos un par de segundos e imaginarlo, que a su vez provoca un temblor en todo mi cuerpo no de miedo pero tampoco sé realmente que es.

Volver a escucharlo no ayudó de mucho y puede que esté por cometer otra más de mis tonterías, pero antes de contestar observo a mis lados que Max no se encuentre cerca, ya sé que lo más prudente es colgar pero no lo hago.

Me levanto para apartarme a un lugar mas seguro, correcto soy estúpida no es necesario que alguien me lo recuerde, como mierdas puedo pensar que una esquina de esta habitación es seguro, he perdido la logística él ha hecho que la pierda. Al ponerme de pie Enredo una de las frazadas alrededor del cuerpo para cubrirme y la sostengo en un puño y así evitar que ésta caiga al piso.

Ahora sí me doy valor para responder.

—¿Cómo carajos es que tienes mi número? —cuestiono irritada, bajando el tono de mi voz.

Escucho una risita burlona del otro lado.

—Quiero verte hoy. —ignora por completo mí pregunta a cambió me hace una propuesta bastante mandona ¿Qué le pasa a este pendejo? Acaso piensa que estamos en el bar o que aquí afuera también tiene poder sobre mí, bueno entre comillas , ya que Bradley nunca tendrá ninguna clase de poder sobre mi, al menos no que él lo sepa abiertamente.

Por lo tanto rápidamente sopeso la idea de mandarlo a la mierda y terminar la llamada, pero otra vez no lo hago.

—No, no quiero —contesto cortante pero a su vez siguiéndole el juego. Él al escuchar mi respuesta vuelve a soltar otra risa pero ahora es más fuerte.

—No quieres o es acaso que no puedes, porque déjame decirte que la manera en la que correspondes a mis besos demuestran todo lo contrario. —maldito arrogante, presuntuoso, quisiera gritarle pero no es el momento adecuado para ponerme a pelear con él, me importa un carajo, lo dejaré pensar lo que quiera.

Al final de cuentas tiene algo de verdad en sus palabras.

—Perfecto, tú ganas, no puedo ahora pero quizás pueda mañana. —que diablos fue esto último que acabo de decir, me he vuelto loca ya perdí por completo el juicio. Sí lo he perdido.

—Ese “quizás” no me agrada, te perece mejor si lo dejamos en…, nos vemos mañana, pero no en el bar, quiero verte antes.

Una emoción infalible se instala dentro de mí al darme cuenta que esto suena a una cita.

—Sí, está bien como tú digas. —sueno impaciente lo único que deseo es terminar la llamada antes de que llegue Max.

—Te llamo mañana, para asegurarme de que no me dejes plantado.

Ser como ellos© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora