capítulo 14🌻

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—Por favor regresa a casa, yo te extraño mucho.—junta sus manos sobre la mesa en modo súplica.

Ruedo los ojos.

—Ya te dije que no, dime algo para que volver, para que ése señor me vuelva a restregar en la cara que gracias a él existo, no gracias, suficiente karma es llevar su ADN.

En este preciso momento estoy más que arrepentida de aceptar venir a comer con mi hermana, yo imaginé que en verdad solo íbamos a comer, pasar el rato, que se yo, sin embargo, lo tenía que arruinar todo, mencionando a Fernando y su falso arrepentimiento de lo sucedido ése día. Éstoy segura que como buen cobarde que es, ha mandado a Renata para que hable por él, ¿Porqué razón no vino y me lo dice en la cara?, ¿A que le tiene miedo?, si realmente se sintiera tan mal moralmente hubiera hecho cualquier intento por hablar conmigo, pero le falta valor y amor por mí, esto es una demostración de que yo no le importo lo suficiente como para recibir disculpa. Y ahora mi hermana intenta justificarlo hablando por él, como si realmente se lo mereciera, ojalá algún día ella abra los ojos y se dé cuenta la clase de padre que tiene y haber si lo sigue defendiendo.

—Bueno al menos acepta el cheque, este es mío, de mi sueldo en la editorial, mi papá no tiene nada que ver. —lo extiende sobre la mesa, lo observo detenidamente dudando en tomarlo o no, la verdad no me caería mal una ayudita extra.

—No gracias, con lo que gano en el bar es suficiente. —me he mostrado totalmente despreocupada. Por supuesto ha vencido mi orgullo, no aceptaré limosna de nadie, les demostraré que me las puedo arreglar sola.

Suelta un pesado suspiro.

—Aun no me convence que trabajes en un lugar así —pongo una cara de fastidio tan obvia, es molesta ya toda esta situación, supera mis límites de paciencia, pero no quiero ser grosera, el hacerlo sería muy inmaduro de mi parte cuando éstoy tratando de demostrar lo contrario.

Por otro lado, es detestable cuándo se quiere comportar como mi madre y pretende que todo sea correcto tal como ella lo hace. Ya me cansé de explicarle que es lo que hago en el bar y que no es ningún centro nudista o algo relacionado al tema, pero al parecer no logra entenderlo, me sorprende, ¿Dónde queda entonces su exorbitante inteligencia?.

Resoplo molesta. —Renata ¡Por Dios!, hablas como una anciana. —le digo exasperada, batiendo con el tenedor la pasta hasta que me doy cuenta de que lo estoy haciendo y dejo con enfado el tenedor en el plato.

Doy un sorbo a mí limonada por el popote, maldiciendo mentalmente un millón de veces el haber venido, los encuentros con mi hermana nunca terminan bien, mejor me hubiera ido con Alex al gym, hoy es el día de ver traseros sexis y me lo perdí.

Bufo.

Ella vuelve hablar mientras yo hago que la escucho sinceramente no me importa nada de lo siga diciendo, me sé de memoria cada uno de sus discursos y monólogos, porque mi hermanita es una mujer tan predecible y aburrida que me deja pensando en quién de las dos es la adoptada, le he suplicado muchas veces a Dios que por favor sea yo.


                           

¿Dónde demonios está?, puta madre, primero la comida con mi hermana y ahora esto.

Irritada por el encuentro con Renata, cuándo llegué al departamento lo primero que hice fue desplomarme en la cama a dormir, el coraje me hizo dormir como piedra que no me di cuenta a qué hora llego Alex, espero que allá llegado necesito mi playera para irme a trabajar.

—¡Alex! ¡¡¡Alex…!!! —le grito desesperada, solo espero que el muy idiota haya recordado ir a la lavandería, porque si no será medio hombre muerto.

Ser como ellos© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora