Llego a mi casa y después de no encontrar a alguien que me joda la existencia, cierro despacio la puerta a mis espaldas, quito el abrigo, en seguida de los tacones llevando éstos cargados en una mano para no hacer ruido al subir las escaleras, entro a mi habitación y respiro aliviada al sentirme a salvo después de no haberme encontrado a mi hermana en el camino.
Aviento el bolso al sofá junto con el abrigo y las zapatillas, comienzo a quitarme el vestido quedando solo en ropa interior para después dejarme caer a la cama, pensado en dormir un rato, sin embargo pierdo la mirada en el techo, es hipnótico, arrullador, el color claro me pierde en una sensación rara, reflexiva, que recorre de mi cerebro hasta picar en mi pecho, y como no después de haber hecho lo que hice, (entra el gusanito de la culpa.), tratar así a los hombres como un objeto sexual no es algo del cual me sienta orgullosa, ellos no son un juguete, son un ser humano como nosotras las mujeres. (Ahora esa culpa se va así como llegó, reforzando mi ego). Mentira la mayoría se lo merece y con creces, yo sólo les doy una probadita de su propio chocolate.
(…)
18 meses antes.
—Este lugar está hermoso. —le comento a Alexander mi novio actual, a él lo conocí mientras salía del baño de la escuela, limpiando aún las lágrimas que salían después de que presencié la escena donde mi novio hasta ese momento se besaba con la capitana de porristas de fútbol americano (en está transición en el tiempo admito ser patética) en ese momento él fue mi luz en el túnel, se acercó a mí y su sonrisa iluminó mi día, semanas más tarde nos hicimos novios, siempre se ha comportado como todo un caballero conmigo, tengo la suficiente confianza para platicarle todo, enserio cualquier tema incluso si el flujo de mi menstruación es abundante, si estoy triste, contenta, cualquier cosa, me agrada mucho nuestra relación, es como mi mejor amigo, me he ido enamorando de todos sus detalles no es muy agraciado pero feo tampoco es, sus chinos en el cabello rojizo, y las pecas en las mejillas lo hacen ver algo ñoño, es algo así como un diamante en bruto, creo que solo necesita una pulidita para que se vea hermoso de ahí en más él es el hombre perfecto (sí, esta es la parte donde se escuchan los violines en mis pensamientos; sha la la la la la. )
—Me alegra que te guste. —Me da una sonrisa algo forzada incluso parece nervioso, será que me va pedir llegar a tercera base con él. Quizás.
No lo he mencionado pero el motivo de esta cena es porque cumplimos cinco meses de feliz noviazgo ha sido mi relación más larga hasta el momento, pero aún no tenemos… ya saben “sexo”, quizás a él le da pena decirlo o le da miedo la reacción que yo pueda tener y por eso está así, le daré una ayudita, no soy tan liberal como para hablarlo abiertamente pero con insinuaciones quizás capte el mensaje de que yo también quiero algo más con él.
Por debajo de la mesa rozo mi pierna con la de él, a lo que solo carraspea poniéndose más nervioso, ¿será que si esta funcionando?, en otro intento acaricio su entrepierna haciendo que salga algo del agua que bebía por la nariz.
—Fani necesito decirte algo. —hace una pausa para limpiar lo que escupió en él, yo sólo observó sus movimientos —Hoy cumplimos cinco meses y pues… es momento de decírtelo.
¡Qué nervios!..., ya lo va a decir, tengo que mostrarme normal y no parecer una urgida. Hago unos pequeños ejercicios de respiración inhalo, exhalo, inhalo, exhalo, así sucesivamente sin que él pueda notar que yo también estoy nerviosa .
—Es que no sé como decirlo, sabes que yo te quiero mucho y pues…
Creo que necesita un empujoncito mayor.
—Sé a que te refieres, me di cuenta de que lo ibas a decir desde hace un rato. —lo veo dar un respiro de alivio, esbozando una sonrisa nerviosa.
—Y como lo supiste si nunca se lo he dicho a nadie ¿soy tan obvio?.
—Entendí tu nerviosismo, además creo que los dos tenemos el mismo interés. —enredo uno de sus chinos en mi dedo índice tratando de coquetear.
—Me alegra que lo hayas tomado de esa manera, sin enojarte o insultarme.
¿Por qué tendría que enojarme?, un momento creo que no estamos en la misma sintonía.
—¿Por qué haría yo una cosa de esas?. —cuestiono confundida.
—Lo que pasa es que antes de confesarlo vi muchos vídeos y al final siempre había bofetadas, insultos, pero tú lo has tomado muy bien, de una manera muy madura mi homosexualidad, seremos muy buenas amigas ya lo verás claro nunca te quitaré a tus novios.
Continúa hablando pero yo me quedé en homosexual, ¡¿Qué carajos está pasando?!, a caso todo este tiempo solo estuvo jugando conmigo, porque el ser gay no es una enfermedad, es un gusto y una preferencia sexual que no adquieres de un día a otro como la gripe, y yo pensando en tener sexo con él… o ella…, maldito cabron, por muy gay que sea no deja de tener los cromosomas masculinos que lo hacen comportarse como un idiota como pudo jugar conmigo, ¡ maldito imbécil, tuvo mucho tiempo para hacérmelo saber y precisamente se le ocurre hoy, dónde diablos queda el raciocinio y sentido común.
Me levanto muy enojada de la silla haciéndola caer detrás de mi, mientras preparo la garganta, oh sí, este imbécil ha despertado mi furia y aunque no soy de golpes mínimo de un buen insulto no se escapa.
—¡Chinga tu puta madre!. —me observa atónito con el entrecejo fruncido, sin entender nada y mucho menos lo que le dije porque lo hice en español, él no sabe español y por lo visto de mujeres tampoco. Nunca suelo tener este tipo de reacciones pero llegué a mis límites ya estoy cansada de que sólo me utilicen.
Fúrica e indignada salgo del restaurante casi corriendo, enseguida, aún con las manos temblando saco mi móvil del bolso para llamar a mi amiga Naty quien contesta en segundos, por ahora solo quiero saber si esta en su casa para ir con ella. Después de confirmar le hago señas a un taxi para que me lleve.
—Amiga tu teléfono no ha dejado de sonar desde que llegaste, creo que es Alex porque en la pantalla dice bombón, ya contéstale debe estar muy preocupado por ti. —ella es mi amiga y vecina Nataly, nacida aquí en Estados Unidos con genes latinos por parte de su madre, aunque heredó todo de su papá es una típica rubia despampanante de esas que salen en las películas, ella y yo nos llevamos bien desde el primer día que nos conocimos ha sido mi única mejor amiga desde que llegue aquí.
—No le voy a contestar nunca, se merece eso y más por ocultar algo tan delicado como su sexualidad. Lo odio.
—Ya tranquila, no llores más por él, no tiene nada de malo que sea gay. —la observó con visión borrosa por las lágrimas e incrédula a lo que estoy escuchando de ella.
—No mames wey que hay de mi ¿ahora que? Seré su mejor amiga, ¿Por qué no me lo dijo antes?, ¿por qué dejó pasar el tiempo?, ¿Por qué dejó que me enamorara de él?, si tan solo hubiera sido sincero conmigo. —limpio las lágrimas con mis manos metiendo suficiente aire a los pulmones.
Continuó hablando. —Sabes qué, eso se acabo, se les acabo su pendeja, a partir de hoy les demostraré que nosotras las mujeres también podemos jugar con ellos, hacerlos sentir basura, nosotras también podemos ser las malas del cuento. —sorbo los mocos por la nariz.
—Pero amiga tú eres incapaz de dañar una mosca, además no todos los hombres son malos. —pongo los ojos en blanco al escucharla, a ella le encanta arruinar mis momentos con sus logísticas.
—Que me dices de Leonard que me dejó por la porrista de fútbol sólo porque ella si le quiso dar las nalgas en la primer cita, él me lo dijo, o de Paco que me dijo que me terminaba porque no era suficiente mujer para él ya qué necesitaba alguien más maduro, y que tuviera más bubis, también está Tadeo, Richard, Jonathan, Aarón, quienes me dijeron “no eres tú, soy yo”, ¿quieres que le siga?. —la veo sentarse al filo de la cama a mi lado procesando la información.
—Creo que tienes un imán para los idiotas. —hace gestos raros en su cara.
—Por eso tengo que vengarme de los idiotas, aunque sean otros idiotas los que paguen los platos rotos.
—¿Y como harás eso?. —cuestiona confundida.
Pongo un dedo en mi barbilla —buen punto… Primero tengo que pensar como hombre, actuar como hombre, ser un hombre, bueno eso último no tanto. —al escucharme se lleva sus manos a la boca sorprendida por mis palabras.
—Fani no me digas que también piensas cambiarte de bando. —me mira con preocupación.
—No seas pen…, claro que no, yo seguiré siendo toda una dama, ¿me dejas quedarme hoy?. —asiente moviendo la cabeza —también necesito tu computadora. —frunce el entrecejo, me señala la mesa donde tiene su laptop.
—¿Qué vas a hacer?.
—Buscaré en YouTube la respuesta que estoy buscando, debe haber algún tutorial o algo así, que hablé de como ser todo un macho alfa y romper corazones, mojar bragas, esas cosas, tu me entiendes. —se deja caer al colchón cubriendo su cara con ambas manos exasperada.
—Estas bien pinche loca pero en fin, haz lo que quieras, ya es tarde yo me voy a dormir, apagare la luz ahí están los audífonos por si los necesitas. —se acomoda en la cama después de apagar la luz, mientras yo me quedo en mi ardua tarea de encontrar lo que necesito mañana al amanecer seré otra, una Fani no nueva pero si mejorada.
—Solo no veas pornografía, mi hermano revisa mi historial de navegación y aunque lo elimines no sé como le hace para darse cuenta de lo que veo. —termina por hablar cubriéndose de pies a cabeza con la cobija sin esperar respuesta.
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Ser como ellos© [COMPLETA]
RomanceNo se permite ningún tipo de adaptación o copia. Código de registro: 2011075823904.