El día lunes por fin había llegado, odiaba admitirlo pero las pastillas lo habían ayudado mucho en ese corto tiempo, descansaba mejor que antes e incluso lo ayudaban a sobrellevar todo el asunto de su madre. Sus nervios se habían alocado desde su aparición y gracias a los fármacos pudo dormir sin problemas. Además de su dilema respecto a la confección de Kenma.
Eran muchos sentimientos para apenas dos días.
Lo bueno era que los lunes su clase de música estaba presente, extrañaba mucho tocar el piano, tal vez este día podría tocarlo.El pelinaranja preparó sus cosas y se subió al auto de su padre, como habían acordado este lo llevaría de ahora en adelante; o al menos hasta que el menor se sienta a salvo por su cuenta. Primero dejaron a Natsu en su primaria y luego se dirigieron hacia la preparatoria Karasuno. Ya en la entrada el mayor apago el motor pero antes de que Hinata pudiera salir su padre lo detuvo.
—Shoyo ¿estás completamente seguro se querer volver? —Hajime tenía sus dudas aún, tal vez su pequeño necesitaba más tiempo.
—Estoy seguro, quiero salir de casa, además necesito entrenar. Los torneos se acercan y todo el equipo cuenta conmigo. Por fin alguien me necesita no pienso fallarles.
—Yo te necesito y quiero que estés bien. —lo miró de forma firme pero se notaba que había preocupación en su tono de voz.
—Lo sé papá pero hablo de otra cosa, ellos reconocen mi talento para el vóley...somos un equipo que tiene mucho que demostrar. —su mirada era de pura confianza, tenía confianza en él y su equipo. No los desepcionaria estando tan cerca de un importante torneo.
—Bien... —suspiró derrotado—, pero si algo llega a ocurrir me avisas cuanto antes ¿oíste?
—¡Si! —sonrió para luego salir del auto y dirigirse a su respectivo salón de clases.
—Eres muy valiente... —susurró orgulloso el señor Hinata, puso en marcha su automóvil y se fue de allí esperando que todo saliera bien.
Shoyo se encontraba en la entrada cambiando sus zapatos cuando de pronto una carta salió volando de su casillero, extrañado miró hacía todos lados tratando de buscar a la persona responsable de ello, claro que fue en vano. Curioso vio que la carta estaba dirigida a él.
"¿Qué tal? espero estés bien ya que esta semana no te he visto por aquí. Me preocupé mucho si te soy sincer@. A lo que iba...soy mal@ para estas cosas...me gustas mucho, me pareces el chico más dulce, hermoso y amable del mundo. Espero no asustarte con esta carta, no soy nadie peligros@. Solo un admirador@ en secreto que admira tu belleza y encanto desde la lejanía.
Que tengas lindo día. Anonyme."¿Debía alegrarse o asustarse? a pesar de que la carta resaltaba que su propietario o propietaria no era de temer, estaba un poco asustado. Él era alguien que no llamaba la atención, su actitud era muy reservada y por lo único que podía resaltar eran sus notas académicas pero tampoco eran más sobresalientes de lo normal. O al menos no lo intentaba ya que tampoco era de su gusto ser el centro se atención.
—¡Sho-chan!
El grito de Yamaguchi hizo que el pelinaranja entrara en si y guardara la carta, le comentaría de eso luego a sus amigos, ahora solo quería concentrarse en sus clases ya que una semana de ausencia iba a atrasarlo mucho.
—Hola chicos. —sonrió saludando a los tres más altos.
—¿Cómo estás?, ¿te sientes bien?, ¿necesitas algo? —el pecoso estaba preocupado por el estado de Hinata pero este se smetia algo agobiado por todas las preguntas de su amigo.

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💫🅔🅟🅗🅔🅜🅔🅡🅐🅛 🅦🅞🅡🅓🅢💫
FanfictionTengo miedo...comenzar de nuevo es aterrador. ¿Por qué nadie puede entenderme? ¿Por qué soy diferente? Es que acaso...¿no puedo ser feliz? ---------------------------------------------- ¿Qué tal? Es mi primera historia sobre Haikyuu y puede que h...