💫🅔🅟🅗🅔🅜🅔🅡🅐🅛 🅦🅞🅡🅓🅢💫

💋XXXIII💋

La primera semana había pasado, todos los equipos avanzaron mucho respecto a lo que el vóley abarcaba sin embargo las constantes peleas estaban comenzando a molestarles a la mayoría allí, en especial los entrenadores. Él único que tenía una leve idea del problema era Ukai pero por su propio bien prefirió no entrometerse.

-¿Shoyo estas bien?- Noya desde hacía un rato había notado que su kohai estaba desanimado.

-Si Noya-senpai, todo esta bien...- a pesar de decir que estaba bien su mirada era triste y su típica energía alegre no estaba.

-Si algo esta pasando sabes que puedes hablar conmigo, después de todo soy tu senpai favorito!.- sonrió orgulloso logrando sacarle una pequeña sonrisa al pelinaranja.

-"Por mi culpa nos ha ido tan mal en los partidos, retraso a todo el equipo. En verdad lo lamento!- Hinata hizo una reverencia muy pronunciada causando que llame la atención de todo el equipo.

-¿Que ocurre aquí?- Daichi fue el primero en preguntar.

-Shoyo cree que nos retrasa, dile que no es verdad Daichi-san- todos lo miraron extrañados, nunca se les había cruzado por la cabeza que el menor pensaba de esa manera y de cierta manera se sentían responsables ya que habían dejado una gran carga sobre este.

-Claro que no es asi, todo lo contrario, sin ti no podríamos hacer esas grandiosas jugadas. Hinata eres muy preciado en este equipo al igual que todos, discúlpanos si te dimos demasiada presión.- el capitán lo miro de forma apenada, lo que menos quería era hacer sentir mal a su kohai.

-"No debe disculparse Daichi-san, muchas gracias por confiar en mi."- el pequeño cuervo les dedico una hermosa sonrisa que calentó sus corazones, el chico era simplemente un ángel. 

Por otro lado un castaño del equipo Aoba Johsai no paraba de pensar en Shoyo, un extraño sentimiento se instalaba en su pecho cada vez que veía al pelinaranja y eso comenzaba a molestarle. El no entenderse era lo que le irritaba y ese pésimo humor debía ser aguantado por todo su equipo, sin embargo Iwaizumi no era un joven que poseía la paciencia como virtud.

-YA CÁLLATE TONTOKAWA!!.- el rematador le lanzo un balón en medio del rostro y con gran fuerza, haciendo que Oikawa dejara de murmurar y refunfuñar entre dientes.

-Eso fue muy cruel Iwa-chan!!!- protesto adolorido el capitán.

-Entonces deja de murmurar idioteces y entrena, deja de pensar en Hinata.-

-¿Quien esta pensando en él?- le contesto agresivamente y con un pequeño sonrojo.

-Si tanto quieres hablarle hazlo durante el almuerzo o luego de los partidos, ahora concéntrate aquí.- el castaño soltó un suspiro y comenzó a calentar con el resto de su equipo.

-Hinata!!!- el pelinaranja al oír su nombre se volteó, en esos momentos se encontraban en un pequeño descanso por lo que fue a buscar algo para beber a la maquina expendedora.