Lestrade pesaba menos de lo que cabría esperar. Aun considerando su altura y los firmes músculos de sus piernas que palpaba a través de la tela, Mycroft habría sospechado un poco más de peso. En el momento no pudo considerar qué tan bien debería tomarlo, ¿no sabía cuidar de su propio cuerpo o no ganaba el dinero justo? Recordando la calidad de su traje al rescatarlo en Pall Mall se arriesgaría a decir que su sueldo no parecía malo.
Al salir al pasillo le costó contener su sonrisa, la respuesta del ratoncito aun golpeaba directamente a su pecho, colmando a su no-sentimiento de una increíble paz. Una que no creía necesitar hasta el momento. Cuando generalmente apreciaba por sobre cualquier cosa la tranquilidad y no muchas veces poseía la energía necesaria siquiera para corregir a otros, aún si esto significara hacerlos creer que ellos tenían razón, se dispuso rápidamente a aclarar el hecho de que Greg Lestrade no podía ocultar los sentimientos en su mirada.
Peor aún, no le costó un segundo hacer que el pequeño hombre se deshiciera de la tonta idea de salir y enfrentar a los matones. ¡¿Y cargarlo?!... Si no quería aceptar lo que sentía, resultaba por demás obvio lo irrelevante que de repente se volvió. Su corazón parecía haber tomado ya una decisión. Una que se amoldaba al punto en que su mente no se mostraba completamente en contra. De alguna parte, contrario a lo que fingía, intentaba aún resistir. Esa parte a la cual entendía muy encima del resto; sabía sin pensarlo a profundidad que de terminar esto, no resultaría ileso como la última vez.
La intensidad de toda la situación, el mirar esos grandes ojos castaños, esos labios delgados, los músculos contra sus dedos, su voz y su terca forma de actuar; Mycroft sabía que de esa caótica combinación, no saldría vivo. Luego de actuar por impulso más veces de lo que habría hecho en años, viendo a cada uno de sus cerrojos abriéndose ante todas las llaves que Lestrade, se notaba, poseía. Ni siquiera pensaba en reunir la capacidad o la fuerza de volver a dirigir su mente al antiguo sendero si fuera abandonado en ese instante. Masticó un gemido de irritación, iba, de nueva cuenta, imaginándose en el peor escenario.
El lindo inspector lo había mirado como si quisiera ponerlo en un altar y adorarlo como una especie de deidad y él solo pensaba en lo que resultaría de perderlo. Formaba parte de su trabajo el crear escenarios en donde algo pudiera salir mal, tratándose de una de las grandes razones por las que resultaba bueno en lo que hacía. Ahora, sin embargo, en algo tan personal y que podría cambiar de forma irremediable su vida, siendo imposible mostrarse más claro en la buena posición que estaba con Greg Lestrade, debería luchar por retener esa costumbre. O al menos lo suficiente para evitar perder el rumbo y dejarse agobiar por lo que quizá pasaría.
Mientras se preparaba para girar en el siguiente pasillo, pensó que un hombre al que en la práctica acababa de conocer no debería poseer sobre él tanto poder como claramente ya tenía. Al sentir una de esas inusualmente pequeñas manos sujetándolo por la corbata dejó el tema a un lado, sin descartar ninguno de sus puntos.
—¡Alto! —le ordenó, y su cuerpo reaccionó de inmediato. La voz rezagada a un simple susurro, silencioso al punto en que el inspector rubio no prestó atención. Fue sorprendido al siguiente paso, una vez el compañero de Lestrade comenzara a girar a la izquierda hacia un nuevo pasillo, lo miró apuntando el cañón del arma a un objetivo que no veía.
—¡No es usted a quien quiero! Retroceda o sufra las consecuencias. —Escucharon, la tensión deteniéndolos un parpadeo. Mycroft redujo su respiración a un aliento ligero, una pluma cayendo sobre el suelo habría provocado más ruido. Miró a Lestrade, queriendo halagarlo por su excelente audición.
—Lestrade se ha ido y ustedes están rodeados, bajen las armas y tendrán piedad en la corte —rugió Gregson, Mycroft no se detuvo a imaginar la conclusión del enfrentamiento. Siguió la ruta impuesta y de ser posible resultó peor, era hora de hacer la suya.
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Insulto
FanficDe todos los muros insuperables, ninguno es tan fácil de atravesar como los impuestos por el hombre. *Capítulo 25/25. *Mystrade Victoriano. *NSFW. *No menores de 18 años. *Contacto sexual no consensuado. *Mycroft posesivo. *Top Mycroft Holmes.