Capitulo 52 - Las consecuencias

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¡¡HOLA!! ¿Cómo estan? ¿Qué tal les ha ido en este nuevo año?❤La verdad es que estoy super emocionada 🥰😱 empecé este proyecto el 26 de agosto, pero para serles honesta no esperaba tanto apoyo 😅 Mi meta era crear una historia por diversión, claro, pero tambien que fuera capaz de atrapar a los lectores y creo que lo he logrado 🥺 eso me emociona bastante😱 así que realmente no tengo palabras para agradecerles su apoyo 🙊Espero que a todos ustedes se les cumplan sus doce deseos, que este año sea mucho mejor que el pasado y que sigamos juntos en esta aventura, los quiero mucho y, aunque no lo parece, son realmente importantes para mi 😚(Se que es tarde😂) pero FELIZ AÑO NUEVO 🥰


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Había pasado una hora desde que se fueron las visitas, pero Katsuki aún no estaba dispuesto a soltarlo, aferrándose a su cuerpo y frotando constantemente su cara con la suya como si eso lo tranquilizara.

– K-Kacchan... – llamó, sintiendo sus piernas temblar por el tiempo que llevaba de pie. – Ya no hay nadie, ya puedes soltarme.

Su intención era calmarlo, pero solo frunció el ceño y lo apretó más fuerte, negándose a dejarlo ir como si tuviera un letrero en el alma que decía "no me dejes". Enternecido por el sentimiento, coloco sus brazos a ambos lados de su cuello y se apoyó de la punta de sus pies para besar su frente.

– Prometí que no te dejaría, ¿recuerdas? – sus preguntas siendo acompañadas con ligeros besos en sus mejillas. – ¿No lo recuerdas?

– ¿Deku? – llamó el rubio con un tono de confusión. – ¿Qué pasó? Nosotros... íbamos a comer...

Aunque la prioridad era disminuir su aturdimiento, su pregunta le ayudó a recordar que la estufa aún permanecía prendida. Corrió hacia la olla y, al destaparla, el olor a quemado se filtró a través de sus orificios nasales, llegando hasta los bulbos olfatorios y dejando un claro mensaje en su cerebro "esto ya no es comestible". Internamente, su corazón lloró. La comida se veía realmente deliciosa y lamentaba ni siquiera haberle dado una cucharada.

– ¿Quieres que te cocine? – preguntó Bakugo al verle suspirar.

– Ya es tarde Kacchan, mejor pidamos otra cosa. – tapó de nuevo la cacerola y tomó el teléfono de la barra. Buscaba el mismo número que había marcado, pero se detuvo tan pronto y vio un par de huellas carmesí en el piso, siguió el rastro y llegó hasta el alpha, quien actuaba con toda normalidad. – ¡¿Estas sangrando?!

– ¿Ah? – levantó el pie, comprobando que efectivamente tenía una pequeña herida en su talón. – No recuerdo, supongo que salí descalzo.

– Ven aquí. – tomó su mano, lo sentó en el sillón y subió su pie sobre sus rodillas. La herida no era muy grande ni profunda, pero si no se cuidaba de la forma correcta terminaría por infectarse. – Iré por el botiquín, no te muevas.

– Tengo que levantar mi jodido desorden, nerd. – alegó, haciendo ademán a levantarse y siendo nuevamente aplacado en el sofá junto con una mirada determinante "No te muevas o te golpearé".

– Si quieres ayudar mejor pide la comida en lo que voy por el medicamento.

– No me des órdenes. – trató de discutir, pero el peliverde fue muy decidido, obligándole a aceptar su petición con un chasquido en su lengua.

Después de curar su pie y limpiar el desastre de la pelea anterior ambos se acurrucaron en el sofá mientras esperaban la comida. El estómago de Izuku gruñía cada vez más fuerte, como si tuviera una jauría de leones encerrados con una semana de ayuno. Para confortarlo, Katsuki calentó sus manos con su quirk y frotó su vientre en movimientos circulares, sobando de vez en cuando los bordes de su ombligo con su pulgar.

Sacrificios [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora