Sacrificios [KatsuDeku]

Capitulo 69 - Culpa

¡Hola!🥳
Lamento haberme ausentado, pero olvidé mi contraseña y no podía publicar nada 😭
Espero que les guste este nuevo capítulo porque seguimos en el mismo suspenso.

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¡Ding Dong!

A pesar de la paz y tranquilidad que se sentía en el entorno, un sonido estridente podía escucharse en los rincones más alejados de la casa, induciendo al pequeño omega a que despertara lentamente de su momento de ensueño.

Había tenido sueños vanos, algunos llegando incluso a la locura, pero el sonido que percibían sus oídos parecía tan real que tuvo que pausarlos para poder atender el llamado.

– Yawn.

Un bostezo salió de su boca y poco a poco fue abriendo los ojos, adaptándose a la nueva luz que incidía en sus pupilas y sentándose con dificultad en la cama debido al peso que le generaba su vientre.

El reloj marcaba las 12:40 del día y su estómago comenzaba a festejar porque por fin seria atendido después de haber aguantado toda la mañana en ayuno, sin embargo, el aturdimiento seguía impidiendo que realizara movimientos apresurados, manteniendo algunos sueños tan vividos en su memoria que no era capaz de diferenciar la realidad de las ilusiones creadas en los brazos de Morfeo.

¡Ding Dong!, el eco se extendía en la habitación y sus recuerdos comenzaron a recapitularse uno tras otro en su cabeza.

En sus sueños, Katsuki le había dicho que se iría por un tiempo, pero, por más que lo esperaba durante días enteros, jamás regresaba. Esas escenas de él, esperando sentado en la puerta de su casa, habían sido una pesadilla tan cruel que pequeñas gotas de agua salían por sus ojos y se deslizaban por su cara.

Había sido doloroso.

Pensando que aquel recuerdo era una fabricación de su mente debido al tiempo que pasaba a solas en casa, se levantó tan rápido como pudo y se apresuró hacia la puerta para darle la bienvenida a su alpha, quien seguramente regresaba temprano a casa.

Sin embargo, cuando bajaba las escaleras, alcanzó a ver un mensaje escrito en un papel blanco sobre la mesa central de la sala.

"Deku.

Regresaré en un par de días, come y no te desveles."

El mensaje era frio y distante, pero la letra era fácilmente distinguible.

Era una nota de Katsuki.

Así que se fue, pensó rencoroso con una voz inestable.

Sus sueños no habían sido únicamente una pesadilla sino que, más bien, tomó las partes más dolorosas de su despedida y las reprodujo varias veces en su memoria, haciéndole tener sueños desgarradores y duraderos.

Las lágrimas parecían estar dispuestas a salir de forma desbocada sin su consentimiento, sin embargo, se contuvo para enfrentar el sonido del timbre con dignidad, el cual, no dejaba de resonar en sus oídos.

Si no era Kacchan el que estaba en la puerta, entonces ¿quién llamaba tan temprano?

– ¿Quién es? – se acercó con lentitud.

– ¡Servicio a domicilio! – respondieron al otro lado de la puerta, cuya persona parecía estar modificando su voz para evitar ser reconocida.

– Yo no lo pedí.

– Es entrega especial de un hombre muy gruñón.

Al escuchar su tono burlón, Izuku lo pensó por un momento y abrió la puerta con cautela, descubriendo que el repartidor, en realidad, era un rubio con disfraz de mesero.