Sacrificios [KatsuDeku]

Capitulo 72 - Molestía

Tengan un precioso inicio de semana, cuídense mucho y abríguense del frío OwwO

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Al escuchar el nombre que Kirishima proponía, Katsuki se sintió primeramente confundido y, después, sintió aversión hacia la persona. Jamás había colaborado con ella en una misión profesional por lo que, naturalmente, siempre la descartaba al hacer grandes planes. Sin embargo, pese a que era en parte cierto, esa no era la principal razón de su antipatía.

– ¿Esa extra? ¿En qué podría ser útil?

– Ellos tienen un quirk que les permite escuchar a más de quince kilómetros. – explicó Kirishima mientras fingía no darse cuenta de los gestos de Katsuki. – Desconozco cuanto ha mejorado en estos años, pero ella emparejaría las cosas entre ambos bandos.

– ¿Puede usar su quirk aún con los muros de diez centímetros de ancho?

– Cuando estudiábamos en U.A. tenía que conectarse directamente para poder escuchar, pero ha trabajado mucho en su quirk desde que nos graduamos. – continuó el pelirrojo de manera positiva. – Tal vez... podemos preguntar cuál es el alcance actual de su quirk y ver si es de utilidad para la misión.

Trabajar con algunos extras de su pasado era algo conflictivo para el rubio, dado que muchos de ellos se habían puesto en su contra debido a la forma en que resultaron las cosas con Deku. Sin embargo, por muy conflictivo que sonara debía aceptar que, si su quirk funcionaba aún con las circunstancias de la misión, ganarían una gran ventaja sobre el enemigo.

– Esta bien. – dijo después de analizar las posibilidades. – ¿Cuándo puede venir?

– B-Bueno...

– Ahora mismo. – interrumpió Jiro mientras entraba despreocupadamente a la habitación. – Kirishima me llamó hace un par de horas y vine de inmediato.

– ... – aunque agradecía no tener que esperar tanto, Katsuki frunció el ceño al ver de nuevo su patética cara. – ¿Te sigue gustando escuchar pláticas ajenas?

– Solo cuando me conviene... o cuando están hablando de mí.

Bakugo era excepcionalmente trabajador y calculador, jamás desprestigiaba los riesgos de una misión ni exageraba cuando las clasificaba. Nunca le gustaba recibir órdenes ni, mucho menos, que le impusieran hacer algo en contra de su voluntad. Pero, si surgía la necesidad de trabajar con alguien que no era de su agrado, lo aceptaba y suprimía cualquier sentimiento defensivo mientras la misión seguía en pie.

Si bien, siempre había sido profesional, en este momento parecía querer arrancarle la lengua a Jiro y hacerla explotar en miles de pedazos.

– Eh... ¿Quieres leer el informe? – pregunto Kirishima para desviar la atención.

– Luego.

Haciendo caso omiso de las miradas de Bakugo, Kyoka caminó alrededor de la base de operaciones y se detuvo frente a unas pantallas.

En la agencia de Ground Zero había una larga lista de quirks impresionantes, desde personajes de velocidad supersónica, hasta héroes con fuerza descomunal. Por lo general, era Kirishima el que les daba la bienvenida y les explicaba las reglas de la agencia, pero todos ellos habían sido aceptados y minuciosamente estudiados por el principal héroe del lugar.

Entre esa lista, había una heroína cuya habilidad no era de gran impacto para misiones de acción, pero cuyo cerebro le había ayudado a obtener cierto estatus y prestigio en la agencia.

Con su quirk, podía crear nano robots con cámaras de alta resolución que permitieran obtener diferentes puntos de vista de un mismo lugar, mientras que, con su inteligencia, creaba monitores especiales que pudieran recibir su señal sin importar la distancia a la que se encontraran o la oscuridad que los rodeara.