27.

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Caí de rodillas, estaba cansado, puse ambas manos en el piso para intentar recuperar más rápido el aire. No se en que momento mis amigos bajaron de sus lugares y estaban a mi lado.

—Bien hecho Steve, no dudé ni un segundo de ti.— Bucky me animaba mientras intentaba levantarme del piso.

—Nadie en este lugar creía en ti.— ahora quién hablo fue Barton, colocandose del lado contrario a Bucky para así ambos poder llevarme en sus hombros.— No sabes lo que nos acabas de hacer ganar, seremos ricos.

Intenté reír, pero me dolía el cuerpo, sabía que solo era cuestión de reposar un poco y estaría mejor.— Me alegra saberlo.

—Vayamos a dejar al Cap en la habitación.— Peter me miraba con una media sonrisa.— Felicidades Steve, ahora tienes a la chica.

Los chicos me ayudaron medio camino, el resto pude caminar yo solo, aunque dolía. Llegando a la habitación, tomé ropa limpia y me di un gran baño con agua caliente, lo necesitaba.

Veinte minutos después, ya estaba tirado sobre la cama mirando el techo, pensando en que sería lo que vendría ahora. Con cuidado de no lastimar más mis heridas, gire a la mesita de noche, abrí el pequeño cajón y saqué una cajita de terciopelo color azul.

Suspiré y la abrí, el anillo de mi madre siempre me pareció muy hermoso, antes de morir, ella me lo obsequio para que yo pudiera dárselo a una chica especial.

—Ten mi pequeño, esto ahora te pertenece, prométeme que se lo entregaras a tu chica especial, a la chica con la que quieras pasar el resto de tu vida.

Sus palabras resonaron de nuevo en mi cabeza, una media y melancólica sonrisa apareció en mi rostro. Aún recuerdo que en ese momento no tenía ni la menos idea de cómo sabría que chica seria la correcta, ¿Cómo podría saber yo identificar a mi chica especial?

Unos leves golpes en la puerta me trajeron de nuevo a la realidad, rápidamente guarde el anillo debajo de mi almohada para evitar preguntas.

—¿Puedo pasar?— el hermoso rostro de ____ se asomó por la puerta, yo asentí en respuesta.— ¿Cómo estás?— me preguntó un poco nerviosa entrando a la habitación.

—Bien.— con mucho cuidado, me senté en la cama.— Un poco adolorido, eso es todo.— hice una pausa.— ¿Cómo está Zac?

Ella se encogió de hombros.— Sigue inconsciente, lo llevaron a la enfermería.— camino lentamente y se sentó en la orilla de la cama.— ¿Estás seguro que tú estás bien?

Asentí.— Claro que sí majestad, no le miento, no quiero que me arreste o algo así.

Ella soltó una pequeña risa.— El castigo por mentirme es la muerte, así que tú decides Rogers.

Sonreí de lado, sabía que no podía reírme o me dolería el pecho. Un incómodo silencio se formó a nuestro alrededor.— ¿Puedo preguntar algo?— ella asintió en respuesta.— Ahora que gané ese combate, ¿Cuál es el siguiente paso?

Ella se mordió el labio inferior.— Eso es justo lo que venía a hablar contigo.— suspiro.— Se supone que yo debía casarme mañana con Zac, pero quién ganó el combate fuiste tú así que... Tú tomarás el lugar de Zac.

Abrí los ojos.— ¿Me estás proponiendo matrimonio?

El rubor en sus mejillas subió inmediatamente cuando el comenté esto.— Yo... Creo que si, la verdad no sé.— en su voz podía notarse el nerviosismo.— Ya te dije, ganaste el combate, eso te da el derecho de poder ser tú quien tome el lugar de Zac.

—Como príncipe y esposo.— la interrumpí y ella asintió aún con sus mejillas sonrojadas.

Solté un suspiro y negué lentamente.— No quiero hacer esto así ____.— ella me miró confundida.— Me refiero a que hagamos esto porque tú debas cumplir con tus obligaciones de princesa, quiero casarme contigo porque tú quieres.

Una media sonrisa apareció en su rostro, se acercó lentamente a mi y plantó un corto beso en mis labios.— Quiero estar contigo Steve.— sus manos se posaron en mis mejillas.— ¿Acaso lo de anoche no te bastó como prueba?— una sonrisa pícara apareció en su rostro.

Volví a plantarle un corto beso en los labios.— ¿Entonces el día de mañana será nuestra boda?

Ella asintió lentamente.— Pero descuida, este matrimonio solo tendrá validez aquí, en mi planeta seremos esposos.— beso mi nariz.

—Pues creo que entonces tendremos que hacerlo de la manera correcta.— ella me miró confundida, yo seguía sentado en la cama así que como pude, tomé la cajita de terciopelo sin que me viera y con cuidado me levanté. La chica me miraba aún confundida por lo que hacía, suspiré y lentamente me hinque frente a ella.— ____.— susurré, ella abrió los ojos.— Quería hacer esto de otra manera, algo más romántico y hermoso, no ahorita que apenas y puedo mantenerme en esta posición pero... ¿Quieres casarte conmigo?— abrí la caja mostrándole el anillo.

—¡Oh por Dios!— escuchamos gritar a Peter, gire y efectivamente no miraba sorprendido, con sus manos en su boca.— Yo... No sabía... no quería interrumpir.

____ soltó una leve carcajada, mi vista volvió a ella y la vi con sus ojos llenos de lágrimas.— Si Steve, quiero casarme contigo.

(...)

—Esto no solo representa la unión de dos vidas, también la unión de dos mundos.— hablo el Rey.— En nombre de todo el pueblo, nuestros más sinceros deseos.

Todos comenzaron a aplaudir, ambos nos giramos y ella comenzó a saludar a todo el pueblo que había asistido a la boda, nuestros amigos eran quienes estaban en primera fila.

El banquete por la boda fue enorme, lo más impresionante es que cada familia llevo algo para poder compartir, había demasiada comida extraña, incluso el pueblo de Zac fue invitado, hasta Zac asistió.

—Hola a todos.— _____ se levantó de su lugar, yo la miré confundido.— Primero quiero agradecer a todos por sus exquisitos platillos, sus regalos o tan solo su presencia, significa mucho para nosotros.— ella me miró y yo le sonreí.— Quiero decirles que a pesar de que me la he pasado increíble en este lugar, Steve y yo no pertenecemos aquí.— todos comenzaron a murmurar y a mirarse entre ellos.— Con esto no significa que renuncie a mi cargo como futura reina.— hizo una pausa.— Volveremos a dónde pertenecemos, a dónde nos necesitan. Ustedes aquí tienen a mi padre y a Zac quién, por decreto mio, puede reinar junto con mi padre en mi ausencia.— bajo la mirada, intentando encontrar las palabras necesarias.— La Tierra nos necesita, la galaxia nos necesita, no sabemos que amenazas pueda haber afuera, podría haber más Thanos sueltos y nuestro deber es protegerlos.

(...)

—Sigo sin poder creer algo.— hablo ____ mientras revisaba no se que cosas de la nave.

Ya íbamos de vuelta a casa, después del gran discurso de la futura reina y del raro banquete decidimos que era tiempo de volver no sin antes agradecer todo y disculparme con Zac por robar a su chica.

—¿Qué no entiendes?— preguntó Peter confundido.

—¿Por qué tuviste que recorrer toda la galaxia, solo para pedirme que me casara contigo?— ella giro a verme al igual que todos los presentes a excepción de Barton quien era el piloto.

—Si Steve, explicanos eso.— hablo Barton en un tono un poco burlón.

Me encogí de hombros.— ¿Que puedo decirles chicos? Solo cumplí la promesa que le hice hace tiempo a ____.— ella me miró confundida.

—¿Que promesa Cap?— preguntó Peter un poco emocionado.

—Le prometí que recorría todo el mundo entero solo para poder ver su sonrisa de nuevo.

Último Amor [Steve Rogers & ___]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora