Último Amor [Steve Rogers & ___]

4.

POV ____

Volví a la pelea, Scott estaba tirado en el suelo, al parecer su show de volverse enorme había terminado, ví que un hombre con capa volando hacia la entrada del hangar, supuse que quería detener a Steve, cosa que debía impedir.

-No quiero lastimarla señorita- habló el amablemente -Pero necesito hacer lo necesario para evitar que el Capitán Rogers se vaya, así que lo lamento-

Solté una pequeña risa.- ¿Acaso aquí todos son caballeros y jamás han golpeado a una chica?- pregunté divertida.

Él lanzó un rayo color amarillo, el cual provenía de su frente, a lo que yo respondí con el rayo de mis ojos, la pelea estaba bastante pareja, ninguno de los dos podía avanzar más de la mitad de campo, nunca había usado demasiado tiempo mis poderes, por lo que comenzaba a debilitarme, las piernas comenzaban a temblarme, sentía que en cualquier momento me caería, de pronto a mi mente vino el recuerdo de la plática de Steve, su sonrisa, esos lindos ojos azul como el mar, al parecer eso hizo que mi fuerza aumentará más al grado de sacar láser también por las manos, el tipo comenzó a retroceder y yo ganaba esta lucha, en un par de minutos, el salió volando y al ver esto, deje de usar mi láser, pero las piernas me fallaron y el cansancio comenzó a ser más fuerte, por lo que caí al suelo y cerré los ojos.

-¿Quién es ella?- lograba escuchar a lo lejos, pero era más mi cansancio que no podía ni siquiera abrir mis ojos.

-Alejate de ella Stark- reconocí esa voz, era Clint que le decía molesto a quien al parecer era Tony Stark -No quiero que le hagas nada-

-¿Por qué tan a la defensiva Barton?- preguntó Tony confundido -No puede ser tu hija, a menos que hayas sido padre a los ¿16 o 17 años?- hizo una pausa -O puede ser tu prima... hermana- de pronto un pequeño silencio se hizo en la sala -¡Por dios es tu hermana!- escuché que exclamó sorprendido.

Pero ya no pude seguir escuchando más, el cansancio era demasiado, yo jamás había usado mis poderes con tanta fuerza por tanto tiempo, así que solamente me deje vencer y volví a dormir.

Abro de golpe los ojos, no sé en donde estoy, una tenue luz es mi única compañera, no puedo ver mucho a lo lejos, me levanto y observó a mi alrededor... No puede ser, no de nuevo, estoy en una celda, no hay nadie conmigo... Comienzo a buscar una salida, pero no encuentro nada, el pánico y los recuerdos de cuando estuve encerrada comienzan a aparecer, el aire comienza a faltarme, veo frente a mí un cristal y corro hacia él para comenzar a golpearlo, pero no se rompe ni nada, lo golpeo más y más fuerte, pero sigue sin pasar nada -¡Saquenme!- gritó desesperada -¡Por favor! ¡Déjenme ir!- sigo golpeando el cristal.

-_____- escucho a Barton, pero no lo veo -____ debes calmarte- escuché de nuevo, vi una pequeña luz frente a mí y después lo vi a él, pegado al cristal, mirándome -Tranquilizate, estarás bien, sigues conmigo- me dijo suavemente.

-Yo... no... no puedo- dije dejándome caer, pegando mis rodillas a mi pecho y tapandome los oídos con las manos -No me lastimen- decía -Por favor-

-Nadie te hará nada- repitió Clint -No estás en H.Y.D.R.A, _____ solo respira, nadie te torturara, estarás bien, solo tranquila-

Yo seguía en la misma posición, no podía estar encerrada en espacios tan pequeños, ya que recordaba todo lo que H.Y.D.R.A me hizo, cada cortada, cada golpe, todo volvía a mi memoria y con esto, el dolor en todo mi cuerpo, cada que esto pasaba, Clint me envolvía en sus brazos hasta tranquilizarme, pero ahora él estaba del otro lado en una celda igual, por lo que debía calmarme yo sola. Seguí sus indicaciones, respiraba, me abrazaba a mi misma y contaba del uno al cien, poco a poco, me fui tranquilizando y otra vez, me quedé dormida.

Un fuerte ruido me hizo abrir se nuevo los ojos, todo estaba en color rojo y una alarma empezó a sonar, de pronto la puerta de mi celda se abrió, confundida salí lentamente de está, para encontrarme con Steve y Natasha.

-¿Estás bien ____?- me preguntó Steve acercándose a mí y dándome un pequeño abrazo.

Yo asentí.- Aunque si hubieran venido antes a salvarnos, no hubiera estado nada mal- les sonreí y ellos fueron ante mi comentario -¿Por qué tardaron tanto?- pregunté.

-Te contamos en el camino, ahora vámonos- dijo Nat tomándome de la mano y corriendo hacia la salida.

Subimos a un quinjet, el cual era pilotado por Sam, quien al vernos rápidamente cerró la puerta y nos sacó de ese lugar, Wanda estaba sentada en un extremo, así que decidí sentarme junto a ella.

-¿Y Clint? ¿Scott? ¿Bucky?- comencé a hacer preguntas ya que de verdad estaba muy confundida al no verlos dentro de la nave.

-Bucky está en un lugar seguro- respondió Steve -Necesita curarse de los efectos de H.Y.D.R.A- hizo una pequeña pausa -En cuanto a Scott y Clint... ellos... están bajo arresto domiciliario, salieron hoy en la mañana- al decir esto tanto él como Nat y Wanda me miraron preocupados, como esperando un enojo o molestia de mi parte hacia Clint.

-Al menos se que mi hermano está a salvo- les respondí, pero ellos me miraron confundidos -¿Qué ocurre?-

-¿No estás molesta con él?- quién preguntó fue Wanda, quién no dejaba de mirarme.

Solté una pequeña risa.-No Wanda, no estoy molesta, hace un par de años, Clint y yo hicimos un juramento de hermanos... yo le hice jurar que si debía escoger entre su familia y yo, los eligiera a ellos- me encogí de hombros.

-¿Y tú le juraste algo?- me preguntó Nat curiosa, mientras se cruzaba de brazos.

Asentí en respuesta.- Yo le jure que, si debía escoger entre él y su familia, escogería a su familia, prefería morir él a qué algo llegará a dañar a su esposa e hijos- hice una pausa -Por eso no estoy molesta, es más, estoy orgullosa de que haya honrado el juramento, créeme el castigo hubiera sido peor que la muerte- reí.

-¿Cual es el castigo?- preguntó el primer vengador.

-Lo siento Capitán, si le digo, tendría que matarlo- le guiñe un ojo -Y ahora... ¿Somos fugitivos no es así?- pregunte y Nat asintió -¿A dónde iremos?-

-Estoy fijando el curso hacia Londres- respondió Sam -Ahi hay una fábrica abandonada donde podremos esconder en quinjet y quedarnos unos días-

-Nada de eso- les respondí -Yo digo que necesitamos unas vacaciones- dije levantandome de mi asiento y caminando hacia donde estaba Sam pilotando la nave -¿Me dejas conducir?- pregunte tiernamente.

Sam me miró.- ¿Sabes conducir esta cosa?-

Asentí.- Mi hermano es uno de los mejores pilotos espías de todos los tiempos, ¿Crees que no me enseñaría un par de trucos?- y con esas simples palabras obtuve el control total de la nave -Bueno prepárense, siguiente parada, el sol, el mar y la arena-