Último Amor [Steve Rogers & ___]

6.

Después de jugar un rato en el mar con Sam y Wanda, decidí que era tiempo de recostarme con a tomar el sol junto con Nat.

-Oye ____- me llamo Nat -Este paraíso es lo máximo- hizo una pausa -Me alegro que estuvieras de nuestro lado- me sonrió.

-Agradecele a Clint, el fue quien me invitó a la fiesta- le devolví la sonrisa -Y aunque me gustaría que estuviera aquí, sé que está mejor con su familia-

-Entonces... ¿No recuerdas quién eres?- preguntó ella curiosa

Negué con la cabeza.- Por más que lo he intentado, aún no hay un detonante para eso, cuando comencé a utilizar mis poderes, eso me ayudó a recordar cosas, aunque no muchas, pero de verdad me gustaría recordar, en especial a mi madre, solo tengo uno o dos momentos en mi memoria con ella, y eso es algo doloroso- solté un suspiro -Y lo que sigo sin comprender es el cómo perdí mi memoria-

Nat sonrió melancólicamente, tomo mi mano y la acarició dulcemente.- Descuida querida, vas a recordarlo todo, ya verás, no te preocupes, nosotros te ayudaremos-

-Gracias Nat- le sonreí -Por cierto, esta noche, nuestro fabuloso Capitán América hará la cena- dije suficientemente alto como para que él escuchara, y al parecer funcionó ya que, a pesar de estar dentro del mar, el giro a verme y me sonrió -Solo espero no morir durante el intento de cena - reí junto con Natasha

El también río ante mi chiste, negó levemente y comenzó a caminar, en este momento, me sentí en película romántica en donde se muestra el cuerpo del chico guapo, mojado, en cámara lenta saliendo del agua, dejando a la vista su bien formado cuerpo, el cual es admirado por todos en el lugar, pero ahora, creo que solamente yo era quien no le quitaba la mirada de encima, el aprovecho mi pequeño descuido para sujetarme y levantarme en sus hombros.

-¿Que carajos haces Rogers?- pregunte mientras le daba leves golpes en su espalda -Bajame inmediatamente- le ordené.

-No hasta que te disculpes por ofenderme de esa manera- me dijo -Asi que si quieres volver a tocar la arena, debes disculparte- río.

Solté un bufido.- Está bien Capitán, me disculpo por ofenderlo... Y a su comida- hice una pausa -¿Ya me puedes bajar?- pregunte.

-Esta bien- me respondió -Acepto tu disculpa, pero aún así, tu comentario me ofendió, por lo que no se quedará así-

Y dicho esto, Steve corrió conmigo directo al mar, en cuanto el agua cubrió su cintura, se aventó aún conmigo en hombros. Sentí el frío del agua recorrer todo mi cuerpo, por lo que nadé lo más rápido que pude a la orilla, salí temblando del agua, gire para encontrarme con Steve riéndose a carcajadas, mientras que los demás sólo sonreían ampliamente.

-Esta me la pagas Rogers- grite mientras caminaba lentamente hacia la casa para poder cambiarme.

Llegue a mi habitación, tome lo primero que encontré y me metí a dar una ducha. Quince minutos después me encontraba viendo una película, a la cual no le prestaba mucha atención, comencé a sentir los ojos bastante pesados, por lo que decidí cerrarlos y dejar que el sueño me ganará.

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-Hija... ¿Qué es lo que estás haciendo?- me preguntó mi madre, recostandose a mi lado.

-Hola mami- respondí dulcemente -Estoy viendo las estrellas, por alguna razón, están brillando más el día de hoy-

-¿Quieres que te diga porqué?- preguntó mi mamá, yo emocionada, volteé a verla y asentí -El día de hoy, justo a estas horas, nació una persona muy especial, es una niña tan linda y adorable, que todos quieren estar presentes en este día, incluso las estrellas- me sonrió ampliamente.

-Mami... hoy es mi cumpleaños- le dije -¿Las estrellas quieren verme a mi?- le pregunté confundida

Ella asintió.- Eres especial ____, nunca dejes que nadie te diga lo contrario, estás destinada a grandes cosas, solo nunca olvides creer en ti misma y no olvidar lo que te hace tan especial- me dedico una media sonrisa mientras acariciaba dulcemente mi mejilla.

De pronto una fuerte explosión se escuchó a lo lejos, mi madre rápidamente me tomó en brazos y corrió en busca de mi padre, yo solo iba llorando en sus brazos, podía escuchar más explosiones, gritos, llanto y sobre todo escuchaba disparos, mi madre no paraba de correr mientras gritaba el nombre de mi padre, de pronto la explosión que se escuchó ya fue dentro de nuestro hogar, las paredes retumbaron fuerte y comenzaron a caerse.

-Hija mírame- me suplico mi madre mientras seguía corriendo -Pase lo que pasé estaremos bien ¿De acuerdo? Saldremos de esta, no dejaré que nadie te lastime- me abrazó fuertemente y me dió un pequeño beso en mi cabeza.

Otra explosión se escuchó, pero está fue justo al lado de nosotras, salí volando de los brazos de mi mamá, cuando pude levantarme, la busqué por todos lados, pero no había rastro de ella, como pude, comencé a quitar las enormes rocas que había, hasta que por fin pude ver algo, un brazo salía de entre los escombros, me quedé impactada ya que tenía puesta la misma pulsera que traía mamá.

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Solté un grito desgarrador, lleve mis manos hacia mi rostro y efectivamente, las lágrimas estaban saliendo.

-¿Qué pasó?- preguntó Steve entrando rápidamente a mi habitación, claramente preocupado, pero no podía responder, seguía aún en shock y las lágrimas no paraban de salir, al ver que no recibía respuesta alguna de mi parte, Steve rápidamente se acercó a mi, se sentó a mi lado y me atrajo hacia él, dándome un tierno y gran abrazo.- Tranquila ____, estoy aquí- dijo esto pegándome más a su pecho.- No iré a ninguna parte-

Tardé un par de minutos en tranquilizarme, o al menos en dejar de temblar y sentir el nudo en mi garganta que me impedía hablar.- Ella... ella murió el día de mi cumpleaños- le dije entre sollozos -Yo la vi morir-

-¿Tu madre?- preguntó Steve aún sin separarnos, a lo que yo asentí.-Lamento lo que pasó, cuando estés lista para contarme y claro, si tú quieres hacerlo, estaré para escucharte-

-Gracias- respondí en un hilo de voz.