Epílogo

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¿Quién lo diría? Yo, una chica extraterrestre teniendo una vida normal en la Tierra, ¿Esta de locos no? Jamás imaginé que mi vida fuese a ser tan buena, a los seis años creí que moriría joven o que seguiría siendo el juguete favorito de H.Y.D.R.A, hasta la fecha sigo agradeciéndole infinitamente a Clint, gracias a él, tengo una buena vida, no dije perfecta porque... Ninguna lo es ¿O si? Todos tienen momentos de altas y bajas, todos tocamos fondo una o incluso varias veces, ya es desición de nosotros querer seguir hundidos o levantarnos y volver a pelear.

Sonrió una vez más frente al espejo, me gusta lo que veo y en la mujer que me he convertido, estoy orgullosa de mi.

—¿Lista _____?— Clint se asoma a la habitación y queda sorprendido al verme.— Vaya.

—Lo sé, me veo super sexy.— hago una linda pose mientras sonrió como una boba.— El blanco siempre se me ha visto bien.— le guiñe un ojo.

—Te juro que Rogers se quedará sin palabras al igual que yo al verte y si no lo hace más vale que corras, ese hombre no es el indicado para ti.— bromeó.

Reí ante su comentario y tome el ramo, estaba lista, había un poco de nerviosismo en mi y creo que Clint lo notaba.

—¿Quieres dejar de sujetar muy fuerte mi brazo? Siento que se romperá en cualquier momento.— hablo mirándome con una media sonrisa.

—Lo siento.— susurré.— Creo que son los nervios.

—Si ves al hombre parado frente al altar, se te forma una estúpida sonrisa de enamorada y los nervios se van, sabrás que hiciste la elección correcta.

Antes de poder agradecer a Clint por su comentario, la música comenzó a sonar, Kiss Me fue la que escogí para este momento, siempre me gustó esa canción.

Al levantar mi vista y ver a todos mis amigos presentes hizo que los nervios aumentaran, todas las miradas estaban en mi pero al mirar hacia enfrente y encontrarme con Steve y su enorme sonrisa hizo que todo ese miedo, esos nervios se fueran; Clint tenía razón, es con el hombre con el que quiero estar.

El camino al altar fue bastante corto, ninguno de los dos dejaba de mirarse. Él me sujeto de la mano cuando Clint me dejó frente a él y se dirigió a su lugar.

La ceremonia comenzó, el padre comenzó a hablar pero en ese momento no escuchaba nada, la mirada de ese hombre me atrapaba y me transmitía el amor y la fuerza necesaria para estar tranquila.

—____.— el padre me saco de mis pensamientos.— Es hora de los votos, ¿Quisieras comenzar tú primero?

Asentí.— Yo... Siendo honestos la verdad no sé ni qué decir.— las risas no se hicieron esperar, al igual Steve río.— Nunca creí que yo llegaría a casarme digo, ¿Quién rayos quedria casarse con una alienígena?— todos volvieron a reír, está vez Rogers solo esbozo una sonrisa.— El estar aquí hoy, parada delante de la más increíble persona que he conocido, del hombre al que amo con locura es suficiente para mi, no deseo nada más que estar contigo, verte despertar cada mañana con una sexy sonrisa que tienes, pelear contra los chicos malos a tu lado, comprar suéteres feos en pareja, pasar Navidad abrazados frente a la chimenea mirando películas y tomando chocolate.— hice una pausa.— No tengo palabras para describir lo que siento por ti por eso intentaré demostrartelo cada día de mi vida, te amo Steve Rogers.

—Bien Steve, es su turno.— el padre le cedió la palabra.

Él bajo su mirada por unos instantes.—Me dije a mi mismo que debía ser fuerte y no llorar, pero es imposible no hacerlo al escucharte _____.— levantó la mirada.— Antes de conocerte, creí que jamás volvería a enamorarme, Tony una vez me dijo que dejara de pensar en eso, que tarde o temprano encontraría a mi pareja perfecta, siendo honestos, no creí que también tuviera el poder de ver el futuro.— todos rieron, incluyéndome.— Se que te lastimé y te juro que pasaré cada día de mi vida compensandolo.— hizo una pausa.— Después de todo lo que hemos pasado espero y te quede claro que no hay cosa que no haría por ti, lucharía contra todo un ejército si con eso siempre te tengo.— es ese momento, Steve me sujeto de ambas manos.— No importa quién haya sido mi primer amor _____ porque te aseguro que tú... Tu serás por siempre mi último amor.

Sonreí ampliamente al escuchar sus palabras y en cuanto el padre dijo que podía besar a la novia, ambos juntamos nuestros labios, sellando así nuestra promesa de amor y matrimonio.

Todos en el lugar comenzaron a aplaudir y a felicitarnos por este gran paso que hemos dado.

(...)

—¿Que tal me veo?— pregunté mientras hacia una linda pose, intentando verme sexy.

—Te ves encantadora ____.— respondió Steve tomándome por la cintura y pegandome más hacia él.— Aunque siempre luces así.

Sonreí para después plantarle un beso en los labios.— Anda o llegaremos tarde.— besé su mejilla.

—¿Ya tienes el regalo?— preguntó Steve mientras se colocaba su saco.

Asentí.— Espero y le guste a Parker.— tomé la caja que contenía tres legos diferentes de Star Wars.—Aunque hace un tiempo armó una estrella de la muerte así que supongo que esto le gustará.

Antes de salir del departamento, unas enormes ganas de vomitar me invadieron por lo que rápidamente me dirigí al baño.

—¿____ estás bien?— preguntó preocupado del otro lado de la puerta.

Jale la palanca, me lave la boca y salí un par de minutos después, Steve estaba sentado frente a la puerta del baño, levantándose rápidamente en cuanto me vió salir.

—¿Que tienes? ¿La comida te hizo daño?— sujeto mis mejillas con ambas manos.— ¿Estás enferma?

—No Steve descuida estoy bien, no estoy enferma, tan solo embarazada.

—Menos mal porque... ¿Qué?— preguntó anonadado en cuanto entendió lo que le había dicho.— ¿Embarazada?— yo asentí, su rostro paso rápidamente de preocupado a una enorme sonrisa.— Pero... ¿Cómo paso? Bueno sé cómo paso pero... ¿Desde cuándo?

Reí ante lo último que dijo.—Los síntomas comenzaron hace tres días, no quería decirte nada hasta estar segura, hoy hice la prueba y salió positivo... Seremos padres.

Él me abrazó fuertemente.— No sabes cuánto te amo _____.— susurró acariciando mi cabello.— ¿Les diremos a los chicos.

Negué levemente.— Es el cumpleaños de Parker, no arruinemos su momento.— respondí separandome un poco de él.— Hay que esperar al menos un mes.

Asintió.— Lo que tú quieras.— sonrió.— ¿Sabes lo feliz que acabas de hacerme? No solo tengo a la mujer perfecta si no ahora seré padre.

Nuestros labios volvieron a juntarse, amaba a este hombre, no se de qué cuento de hadas salió Steve Rogers, pero una cosa es segura, es el hombre más jodidamente perfecto para mí, de eso no hay duda.

Último Amor [Steve Rogers & ___]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora