9.

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Los ruidos se vuelven más intensos, la luz es molesta a pesar de no estar directamente expuesta a ella, el dolor es insoportable y no puedo ni abrir los ojos, creo que ese era el efecto de la resaca que tenía. Lentamente me levanté de mi cama, aún tenía el vestido puesto, por lo que estaba bastante confundida, ¿Cómo llegue aquí?

En mi mesita de noche, había un vaso de jugo de naranja y un par de pastillas, junto con una nota: Buenos días dormilona, esto es para cuando te despiertes, supongo que te será útil para la resaca. Steve.

Sonreí al ver el lindo gesto, tomé las pastillas y me acabe por completo el jugo, me levanté y decidí entrar a la ducha, me tarde unos veinte minutos para después salir y ponerme un pantalón corto, una blusa blanca sin mangas y mis vans negros. Baje para encontrarme con Nat y Sam en la sala, mirando la televisión.

-Buenos días bella durmiente, ¿Qué tal la resaca?- pregunto de forma burlona.

-Horrible, me mata la cabeza y no soporto el ruido y la luz- respondí dirigiendome a la cocina por una manzana, ni siquiera tenía hambre.

-Es normal después de todo el alcohol que tomaste anoche- sonrió Nat -Me sorprende que no vomitaras o te desmayaras-

-¿Cómo es que tú estás tan bien?- le pregunté dándole una mordida a mi manzana -De verdad parece que no tomaste nada-

Ella se encogió de hombros.- Soy una espía rusa, ¿Que te imaginas?-

Asentí lentamente.- Ya que tú si estás sobria, ¿Podrías decirme cómo llegue a mi habitación? Lo último que recuerdo es venir haciendo chistes bobos con Wanda-

Sam y Nat soltaron una pequeña risa.- Rogers te ayudó a bajar del bote, venías tambaleandote, así que te cargo hasta tu habitación- respondió Sam -Si quieres agradecerle, está en el gimnasio-

Asentí en agradecimiento y camine aún comiendo mi manzana hacia el gimnasio, cuando llegué, primero me deshice de la basura y después busque a Steve con la mirada, se encontraba haciendo barras, escuché que contaba en voz alta, llevaba 100, vaya a mí me cuesta mucho hacer apenas tres.

-Hola soldado- dije llamando su atención -¿No es muy presumido de su parte realizar más de 100 barras cuando hay personas que solo pueden hacer tres?-

El bajó y me sonrió mientras se limpiaba el sudor con una pequeña toalla.- Hola ____, ¿Que tal la resaca?- me preguntó jadeando por el ejercicio.

Me encogió de hombros.- Ya se está pasando, debes saber lo horrible que es esto-

Negó.- Jamás he tenido resaca- hizo una pausa -Antes del suero, nunca fui de tomar mucho, después de él, mi metabolismo es tan rápido que no podía experimentar una borrachera-

Sonreí.- Eso debe ser genial, tomar sin emborracharte, gran superpoder- ambos soltamos una carcajada -Por cierto, gracias, por llevarme a mi habitación, por las pastillas y el jugo-

Él asintió.- Para eso son los amigos- hizo una pausa -¿Vienes a entrenar?-

-No veo porqué no- respondí -Ire a cambiarme y vengo, no me tardo-
y si, no me tardé más que cinco minutos en ponerme ropa deportiva y regresar -Bien, ¿Con qué empezamos?-

El entrenamiento no fue muy pesado, dimos un par de vueltas al gimnasio, hicimos una rutina de estiramiento y comenzamos a golpear el saco de box, después rete a Steve a un combate cuerpo a cuerpo, quería ver si lo que Clint me había enseñado era suficiente para vencer al Capitán América.

Yo di el primer golpe, pero el fácilmente lo esquivo, él también soltaba golpes, pero lograba esquivarlos, pude acertar una patada en el abdomen, y el una en mi costado derecho, un par de golpes después, logré dejarlo en el piso, sonreí victoriosa, pero en un momento, me tomo del pie, me hizo una maniobra en donde él quedó arriba de mi.

Ambos nos mirábamos, estábamos jadeando tan cerca uno del otro, mi vista bajo a sus labios, unas ganas intensas de besarlo se apoderaron de mi, él se acercaba lentamente a mi, hasta que por fin acortó la distancia entre nosotros y me besó, era algo lindo, sus labios cálidos encajaban perfectamente con los míos.

Un molesto sonido se hizo presente en la habitación, era el teléfono de Steve, lentamente se separó de mi, me dedicó una tierna sonrisa, me ayudó a levantarme y fue a responder, yo me quedé aún en shock, había besado a Steve, eso fue tan... increíble, una gran sonrisa estaba en mi rostro, me sentía la persona más feliz del mundo.

-¿____?- me llamó Steve, sacándome de mis pensamientos -Bucky a despertado- me dijo.

En ese momento, borre mi sonrisa y lo mire confundida.- ¿Él está bien?-

Se encogió de hombros.- T'challa dice que está bien, sus signos vitales son estables, su memoria parece estar bien y no ha atacado a nadie, pero no se sabrá con certeza hasta que yo lo vea-

-¿Te irás?- pregunté un poco decepcionada.

Steve asintió.-Volvere en una semana o semana y media, no lo sé- dijo esto acercándose a mi -Ire a preparar mis cosas, en cuanto antes me vaya, antes regreso- me besó tiernamente la frente -Nos vemos ___-

Y salió del lugar sin más, dejándome ahí confundida y decepcionada, creo que la segunda opción era la que más me dolía por dos razones, la primera: ¡nos acabamos de besar! Y sale como si nada hubiera pasado, ni siquiera mencionó el tema en el corto tiempo que hablamos y la segunda: en dos días era mi cumpleaños.

*****

Damas y caballeros... ¡Hoy es mi cumpleaños! Y a pesar de eso, no quería despertarme, la luz ya entraba en mi cuarto, pero aún así, me negaba a levantarme.

-¡Feliz cumpleaños!- entraron a mi habitación gritando Nat y Sam al unísono, él traía cargando un pastel, mientras que Nat su tablet.-Feliz cumpleaños pequeña Barton... Feliz cumpleaños a ti- cantaron al mismo tiempo.

-Chicos de verdad no tenían que hacer esto- respondí sentándome en la cama, una sonrisa se me dibujó al instante al ver su detalle.

-Y aún falta lo mejor- dijo Nat mientras movía unas cosas en su tablet.

-¡Feliz cumpleaños ____- dijo Clint del otro lado de la cámara, con una gran sonrisa.

-¡Clint!- chille emocionada -Me alegra verte hermanito, y que te acordarás de mi cumpleaños-

Soltó una pequeña risa.- Yo siempre me he acordado de ellos, me ofende que digas lo contrario- hizo una pausa -¿Cómo estás linda?-

-Bien ahora que por fin te veo- respondí -¿Que tal todo por allá?-

-Excelente, todos te desean feliz cumpleaños, quisiera que estuvieras aquí, te tenía una gran fiesta preparada-

Sonreí.-En otra ocasión Clint, ahora disfruta a tu familia, yo estoy perfectamente bien con tus amigos-

-Me alegra escuchar eso- hizo una pausa -Bueno ____ debo irme o mis hijos se mataran entre ellos, felicidades linda, te amo-

Y dicho esto, el desapareció de la pantalla, Nat dejo la tablet encima de mi mesita de noche y tomó un par de bolsas que estaban en el suelo ¿Cómo llegaron ahí?

-Bien, primero abre tus regalos, después te arreglas y bajas para comer pastel- dijo ella entregándome las bolsas.

-Espero y te guste, Nat coordinó todo para que fuera perfecto- dijo Sam.

Si, absolutamente era hermoso, mis regalos eran un vestido color blanco floreado, no muy largo y con un lindo escote y sin mangas, perfecto para la playa y algo formal, además de un par de zapatillas del mismo color, absolutamente el mejor cumpleaños de todos.

-Me encantaron, gracias chicos- respondí

-Bueno entonces te dejamos para que te cambies y bajes por pastel- dijo Sam.

Ambos abandonaron mi habitación y yo me levanté de la cama, estaba feliz, era el primer cumpleaños que pasaba fuera del lugar en donde vivía antes y además con personas importantes... Cómo quisiera que Steve estuviera aquí.

Último Amor [Steve Rogers & ___]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora