Último Amor [Steve Rogers & ___]

7.

Ya estaba un poco más tranquila, pero Steve aún me tenía envuelta en un gran abrazo, lentamente me fui separando de él -Gracias, pero creo que ya estoy un poco mejor- intenté sonreír pero solo salió una mueca -Bueno obviamente no estoy bien, acabo de descubrir que mi madre murió el día de mi cumpleaños por una explosión en mi casa, de hecho, creo que estaban atacando el planeta de dónde vengo-

-Entonces ya recuerdas más de tu infancia- dijo Steve -Eso es bueno ¿No? Quiero decir, al menos ya sabes cómo es que la perdiste, bueno, no es que sea bueno que hayas perdido a tu mamá, de hecho eso es malo, muy malo, pero ya no tienes ese vacío en tu mente- comenzó a decir un poco nervioso -El punto es que tienes un recuerdo más, doloroso, pero recuerdas- me dedico una media sonrisa.

Solté una leve risa.-Eres malo para esto de consolar a la gente Capitán, espero y como chef sea mucho mejor-

Él río.-De hecho, venía a avisarte que la cena ya está servida y puede pasar a la degustación de mi comida cuando guste, señorita Barton-

Me levanté de la cama.-Bien, entonces creo que bajaré porque muero de hambre- sonreí.

Baje a la cocina y me encontré con todos los chicos preparando la mesa para poder cenar, inmediatamente fui a ayudarles, minutos después entró Steve y llevo su gran obra maestra al centro de la mesa: Lasagna. Debo admitir que estuvo deliciosa  y los halagos no se hicieron esperar en cuanto comenzaron todos a probar.

La cena fue muy agradable, ya que todos comenzaron a contar historias de sus vidas, Mar contó de la experiencia que fue trabajar con Tony Stark, Wanda sobre su infancia y los experimentos que hicieron con ella y su hermano, Sam sobre su estadía en el ejército y Steve sobre como era su vida antes de convertirse en el Capitán América, yo no tuve mucho que contar, solo sobre como fui torturada por H.Y.D.R.A y rescatada por Clint.

-_____- me llamó Sam -Si supieras de dónde vienes... ¿Regresarias allá o te quedarías en la Tierra?- me preguntó curioso.

Medite un poco mi respuesta, eso jamás había pasado por mi mente.- Creo que si, o sea quiero saber quién soy, que pasó con mi familia, porque estoy aquí, quiero respuestas y si en ese lugar puedo encontrarlas, iría sin pensarlo- hice una pausa -Pero no creo que me quedaría allá, digo, es mi planeta de origen, pero aquí en la Tierra tengo una familia, la que me salvó y me cuido desde pequeña y ahora, tengo amigos, y creo que eso no puedo dejarlo, además, hacen unas excelentes hamburguesas aquí-

Todos soltaron una carcajada, para después, uno a uno, comenzar a levantarse y recoger la mesa, yo me ofrecí a lavar los platos, así que comencé mi labor mientras todos se iban directo a sus habitaciones.

-¿Quieres ayuda?- me preguntó Steve recargado justo al lado mío, sobre el refrigerador.

-No gracias, tu cocinaste, lo justo es que yo lave los platos, tu ve a descansar, a ejercitarte o a hacer lo que sea que los soldados hagan- sonreí.

Río.-Yo seco para que sea más rápido ¿Vale? Mientras, podemos conversar- me dijo - Es más, comienzo con las preguntas... ¿Qué es lo que más te gusta de la Tierra?-

-Bueno, me gustan mucho sus paisajes, son hermosos, cada uno tiene algo que lo caracteriza y lo hace único, eso es lo que me gusta- respondí -Mi turno será... ¿Extrañas tu anterior vida, los 40's?-

-Sabes...- comenzó a decir mientras secaba y guardaba cada traste en su lugar -Si, por momentos lo extraño, todo era más simple, sin tanta tecnología que por momentos siento que es inútil, la gente estaba más cerca de los suyos, pero... lo que más extraño fue lo que deje atrás, más bien a quien deje atrás-

-¿Tu chica?- pregunté curiosa, y si, solamente curiosa, no hubo celos ni nada, bueno tal vez solo una mínima parte de celos pero pude controlarlos.

Él sonrió nostálgico.- Su nombre era Peggy, era una chica hermosa, valiente, temeraria, siempre luchando por la igualdad, fuerte y que no necesitaba de nadie para conseguir lo que quería- hizo una pausa -Fue a la primer chica que amé, como suelen llamarlo, ella fue mi primer amor- soltó un suspiro -¿Y que hay de ti, alguna vez te has enamorado?-

Yo negué con la cabeza.- Obviamente si he besado chicos, ya que salía de fiesta a escondidas, así que por favor, no le digas a Clint- hice una pausa -Pero jamás me enamoré como tal de alguno, solo era... simple atracción- dije esto secando alrededor del lavabo para dar por finalizada mi labor de lavar los trastes, así que decidí sentarme en uno de los bancos que ahí se encontraban para esperar que Steve terminara de guardarlos.

-Entonces... eso quieres decir... ya sabes... qu-que tu... Tu-uu... hay no se cómo decirlo- se rasco la cabeza, obviamente nervioso -Que-uee ya no...-

-¿Soy virgen?- pregunté divertida por su intento de preguntarme esto, a lo que él asintió en respuesta, claramente avergonzado y nervioso -Si Capitán, aún lo soy- respondí -Esta bien que me guste salir a escondidas y divertirme, pero tampoco soy tan estúpida como para dejarme llevar- sonreí -Asi que solamente he besado chicos, pero sin pasar a segunda base, eso está reservado para cuándo...-

-Encuentres a la pareja perfecta- concluyó Steve, a lo que yo asentí en respuesta -Bien, creo que termine de guardar todo, así que... deberíamos ir a dormir- me dijo aún estando un poco nervioso.

-Claro, hasta mañana Steve- dije esto caminando hacia las escaleras.

-Hasta mañana _____- escuché su respuesta.

Subí a mi habitación, tomé mi teléfono celular y como cada noche, decidí mandar un mensaje a la persona que sabía que respondería a esta hora.

Tu:
Hola guapo, ¿Que tal va el arresto domiciliario? 😂

Clint:
De lo peor, esto de estar encerrado con mis hijos es una tortura, andan jugando por todos lados y de verdad quiero descansar un poco de tantos gritos y destrozos.

Tú:
Vaya ser papá, suena difícil, pero está bien, salúdame a esos pequeños diablillos, prometo ir a verlos en cuanto termine todo esto.

Clint:
Ya te extrañan ____, al igual que yo.

Y visto ese último mensaje, deje mi teléfono en la mesita de noche y me dispuse a dormir un poco.