Último Amor [Steve Rogers & ___]

11.

-¿Que rayos?- dije confundida, y creo que ese adjetivo se queda corto, de verdad no podía creer lo que estaba mirando, una nave y un hombre afirmando ser tu padre no es algo tan fácil de procesar.- ¿Esto es real?- si lo sé, pregunta estúpida, claro que es real, pero creo que la impresión y el nerviosismo dejo en shock a mis neuronas.

-¿Quién es?- preguntó Steve, aunque siento que esa pregunta fue más para mí que para el hombre parado frente a nosotros.

No supe si el hombre respondió, porque todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas, sentía que el aire me faltaba, demonios, estaba teniendo otro estúpido ataque de pánico, Steve lo notó porque rápidamente pude sentir como me sujeto para evitar caerme, respiraba con dificultad y comenzaba a ver todo borroso, hasta que perdí el conocimiento.

No se cuánto tiempo paso de eso, no debieron ser más que minutos, ya que cuando abrí los ojos, aún nos acompañaba la luz de la luna, aunque ahora todos estábamos dentro de la casa. Yo estaba recostada en el sofá, Steve estaba arrodillado frente a mi, claramente preocupado, el hombre desconocido estaba detrás de él mirándome igual que Steve, otro hombre estaba a su lado izquierdo, mientras que Nat y Sam estaban sentados en el otro sofá.

-¿Estas mejor?- el primero en preguntar fue Steve, ayudándome a sentarme y colocándose él al lado mío en el sofá, sin apartar su mirada de mi.

Asentí.- Estoy bien- lo miré y le dedique una pequeña sonrisa -Ahora- cambie la vista hacia el hombre que decía ser mi padre.-¿Quién eres?-

-Soy Rhael Denyl, vengo de Merrah, tu hogar- me sonrió -Hemos venido a buscarte hija mia- hizo una pausa y giro a ver al otro tipo, un chico más a menos de mi edad, alto, moreno y bastante atractivo -El es Kael, el 1ero al mando en el ejército- me sonrió.

-Dejame ver si entendí- comencé a decir -Me envías a la Tierra, sin nada, dejas que por años unos locos experimenten conmigo y ahora te apareces aquí, cuando por fin estoy teniendo una vida normal y... ¿Esperas que acepte volver contigo, como si nada de eso hubiera pasado?- bufé -Vaya padre que eres-

Él soltó un suspiro.- Antes de juzgar mis acciones, te contaré que fue lo que pasó... Tenías cuatro años cuando Thanos se apareció en nuestro planeta, al parecer alguien le había dicho que nosotros teníamos la gema del alma, cuando ni siquiera sabíamos que era eso, obviamente no creyó nada de lo que le dijimos- hizo una pausa, pude notar que estaba dolido, le costaba seguir con la historia, pero yo quería saber la verdad, por lo que no lo interrumpí -Yo... intentaba proteger a la ciudad, pero empezó a darnos con todo el arsenal que tenían, el lugar donde tu madre y tú estaban fue destruido, cuando llegué, te encontré a ti, llorando en el suelo, me indicaste donde estaba el cuerpo de tu madre- un par de lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, y por más que me doliera admitirlo, de los míos también, ya que recordé el sueño que había tenido, donde mi madre moría.

Steve al ver qué comencé a llorar, tomó mi mano y le dió un leve apretón, giré a verlo y me dedicó una tierna sonrisa.

-Haber si entendí, ¿Ese idiota destruyó todo un planeta, por una tonta gema?- preguntó Sam.

-Si- respondió Kael -Al parecer buscaba la gema para algo más grande, pero como le dijimos, no teníamos ni la menor idea de dónde estaba, ni siquiera habíamos oído hablar de ella-

-El punto es que, mientras su ejército, aniquilaba a unos, otros, como en mi caso, logramos colocar a nuestros hijos en cápsulas de escape, cada niño iría a un lugar diferente, y gracias al rastreador que se implantó cuando eran bebés, podríamos encontrarlos cuando estuvieramos listos para rehacer el planeta, nuestro planeta-

-¿Cómo fue que lograron escapar?- preguntó Nat confundida

-Las cápsulas de los niños eran muy pequeñas para ser vistas, los adultos sobrevivientes, logramos entrar a una nave de escape- hizo una pausa -Ese día, perdimos demasiado, perdimos nuestro hogar, a nuestras familias, nuestro planeta... De hecho, Kael es uno de los chicos que enviaron a otro lugar-