Yoongi esperó paciente su turno mientras observaba la pantalla frente a él, el número en su ticket estaba próximo a aparecer, su pierna se movía inconciente mostrando su evidente nerviosismo, cuando por fin logró explicar cuál era su necesidad, la ejecutiva tomó sus datos haciendo el chequeo de los papeles y posteriormente se levantó de su lugar para concluir el proceso, Yoongi volvió a mover la pierna pero esta vez fue a consciencia y secó el sudor de sus manos en su pantalón. Cuando la mujer regresó la mirada que le dio no fue para nada agradable haciéndolo sentir aun más nervioso y preocupado.
—Lo lamento mucho joven, pero no podemos efectuar el préstamo, según los datos me confirman que no se ha hecho el pago y la tarjeta se encuentra sobregirada, por ese motivo no podremos efectuarlo—Yoongi miró con enfado y apretó con fuerzas sus puños suspirando frustrado.
—¿Pero debe existir otra manera?— Insistió mirándola fijamente —Señorita en verdad necesito ese préstamo, si pudiera ayudarme, de verdad me comprometo a pagar cada peso prestado— Insistió anhelando que la ejecutiva tuviera un poco de compasión.
—Existe la opción de hipotecar su casa— Comentó la mujer mientras leía algunos papeles —Puedes hipotecarla y pagar mensualidades al banco, es la única opción por el momento— Dijo sin más.
Yoongi solo bajó la cabeza decepcionado, tomó la carpeta que había llevado y salió agradeciendo con una reverencia. Caminó por las calles sin notar que su celular no había parado de sonar. Cuando llegó a casa encontró unos sobres debajo de la puerta que recogió y fue leyendo a medida que entraba a casa, facturas de luz, agua, la tarjeta, hasta que una llamo su atención, rompió el sobre y leyó lentamente, sus ojos se cerraron con molestia haciendose creer si mismo que todo que decía en ese papel era una broma, Yoongi apretó con fuerza la hoja arrugandola completamente.
—¡Maldicion!— Gritó mientras subía la escalera a pasos fuertes haciendo que estos se oyeran por toda la casa.
Caminó hacía el segundo piso y una vez ahí entró a la primera habitación sin tocar la puerta.
—¡Que carajos es esto!— Le habló a aquél hombre que se encontraban sentado mirando fijamente la ventana —¡Dijiste que habías pagado la cuenta del hospital!— Agregó acercándose molesto, pero el hombre frente a el nisiquiera se movió —¡Cómo pudiste mentirnos así!— Caminó a pasos firmes por fin quedando frente a el —¡El hospital pide que paguemos algo que según tu ya habías pagado! ¡Nos piden que paguemos millones por lo sucedido con mamá ¿Puedes explicarme de que mierda se trata todo esto?— lo encaró una vez más, pero no hubo respuesta alguna.
Yoongi dejó atrás todo y salió de aquella habitación tirando la puerta, estaba molesto, enojado, furioso bajó rápidamente las escaleras, tiró los papeles sobre la mesa, metió sus llaves en el bolsillo de su pantalón y se fue de casa.
Un mensaje en su teléfono con la hora exacta y el lugar fue el aviso para que el chico rubio estacionara cinco minutos antes su coche frente a la cafetería, bajó alegremente de este con una radiante y cálida sonrisa sabiendo que su invitado odiaba la impuntualidad, entró y pidió una mesa para dos, estando ya sentado ordenó un café caramelo expreso acompañado de un pastel de chocolate, su invitado no gustaba de las cosas dulces y al recordarlo lo hizo sonreir. Pronto una silueta delgada, cabello desaliñado y piel pálida se posó frente a el y su sonrisa se ensanchó más.
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𝑪𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒔 ·
Romance-𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬. ¿𝐘𝐚 𝐦𝐞 𝐯𝐚 𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 𝐬𝐮 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞?- 𝐒𝐨𝐧𝐫𝐢ó 𝐞𝐥 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧𝐜𝐢𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬. -𝐐𝐮𝐢𝐳𝐚𝐬 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐝í𝐚. 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐬𝐢𝐧 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧𝐜�...