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Yoongi se quedó pesando unos minutos sentado en la cafetería viendo cómo el café y los pastelillos que Jimin había pedido para ambos estaban intactos

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Yoongi se quedó pesando unos minutos sentado en la cafetería viendo cómo el café y los pastelillos que Jimin había pedido para ambos estaban intactos. Luego de un par de minutos más decidió salir del lugar e ir a casa. Las palabras de Jimin daban vueltas por su mente y tenía razón después de todo, el sentía que era insuficiente, estaba cansado de todo pero al final debía ver por la familia como el hijo mayor.

Decidido sacó la última esperanza y se prometió por primera vez tendría un motivo para seguir. El rumbo de sus pasos cambió en dirección al centro de la cuidad donde estaba aquél banco que visito ese día por la mañana, sus pasos eran firmes y estaba decidido, una vez adentro esperó un nuevo turno esta vez no estaba nervioso, nisiquiera cuando miró a la misma ejecutiva que lo atendió, firmó sin pensar.

Cuando los papeles con una cuenta y una suma bastante grande de dinero estuvo lista, agradeció con una reverencia y sin más se retiró de aquel lugar.

Ya casi era de noche y caminaba a casa, esta vez ese si era su destino, pensó en llamar a su hermano pero recordó que este ya no tenía teléfono, sonrió al pensar que ya podría comprar uno nuevo para su hermanito, que por fin podría pagar las cuentas pendientes del hospital e hizo una nota mental de todos las cosas que debía pagar en los próximos días; cuentas de agua, luz, Internet y la escuela. Pensó en comprar pizza al llegar a casa y así poder celebrar con su hermano y su mejor amigo Hyunjin.

Una vez en casa miró los papeles y la realidad le dio un fuerte y duro golpe. Depronto ya no sentía hambre, su sonrisa y pensamientos positivos se habían esfumado, ya no tenía ganas de nada. Sintió miedo al pensar que en algún momento ya no podría pagar y su casa terminaría en manos de otra persona, entonces se encerró en su habitación y lloró, solo la rabia y pena le acompañaban.

Unos minutos más tarde tomó su teléfono, marcó a la cafeteria y pidió hablar con su hermano, Jungkook solo pregunto si se sentia bien. -"Acabo de entregar lo único que era nuestro"- quiso decirle , pero no tuvo el valor.

Convenció al menor que nada sucedía y posteriormente finalizó la llamada diciéndole que lo esperaría en casa para cenar. Se tiró en su cama y abrazo con fuerza su almohada mientras lloraba, pero no podía guardar este secreto y llamó a Hyunjin el cuál no dudó en llegar minutos más tarde. Yoongi pudo relatarle la impulsiva decisión que había tomado mientras el rubio escuchaba y consolaba a su mejor amigo.

—Yoongi yo creo que estas demente, lo que has hecho es una verdadera locura- Comentó Hyunjin observando como su amigo bebida un poco de jugo.

—¿Que es una locura? ¿Y por que le dices demente a mi hermano?— Preguntó Jungkook entrando la cocina. Yoongi y Hyunjin se miraron.

Yoongi sólo esperaba que su hermano no haya escuchado más de lo debido. O tendría que contarle la verdad y no estaba preparado para hacerlo.

—Hola Kookie ¿Que tal el trabajo?— Habló el rubio acercándose al pelinegro pasando uno de sus brazos por su hombro.

𝑪𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒔 ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora