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Despues de aquella conversación con su hermano, Jungkook se encontraba en la pequeña sala de su casa estudiando debido a que los exámenes se aproximaban y el correo que había recibió cuando venía en el autobús era de su maestro del taller de fotog...

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Despues de aquella conversación con su hermano, Jungkook se encontraba en la pequeña sala de su casa estudiando debido a que los exámenes se aproximaban y el correo que había recibió cuando venía en el autobús era de su maestro del taller de fotografía, habían un montón papeles regados por todas partes, pilas de libros los cuales había leído en todo este tiempo, esperaba que todo lo que su maestro le enseñó sirvieran.

—¡Ahg!— Gruñó dramáticamente tirándose en el sofá llamando la atención de su hermano mayor -Voy a morir...

—¿Que tienes?— Lo miró y luego su mirada vagó entre todos los papeles y libros que tenía sobre la mesita de centro —Te estas sobre exigiendo Jungkook, vas a terminar estresado.

—¿Que voy a terminar estresado? Pues sabes que ya lo estoy ¡Incluso estoy perdiendo el cabello! Y sabes, quedar calvo no es una opción ¡Me vería horrible!— Chilló jalando sus propios cabellos.

—No seas dramático— Yoongi bufó volteando los ojos, hablar con su hermano era como hablar con un niño de cinco años.

—Y eso no es todo, me estoy volviendo adicto al café ¿Sabes cuantas tazas de café llevo desde que puse mi trasero aquí?— El mayor negó riéndose de su hermano —¡Llevo cinco tazas de café hyung! ¡Cinco!— Habló el otra vez dándole un sorbo a la taza tomando lo poco que quedaba de café.

—Creo que deberías tomar un descanso, ya dije que no es obligación tener buenas calificaciones— Dijo despreocupado, restandole importancia a lo que su hermano decía.

—No es justo que despues de todo lo que me ha enseñado mi tutor, y todo lo que nos hemos esforzado, yo saque una mala nota hyung. Mi maestro estaría decepcionado— Tomó nuevamente se lápiz y comenzó a escribir.

—¿Tienes hambre cerebrito?— Yoongi vio como su hermano asintió sin despegar su mirada del libro y caminó hacia la cocina y así preparar algo para comer.

Después de cenar Jungkook ordenó el desastre qué había dejado en la sala con todas su guías y libros, se dio una ducha y se fue a su habitación, terminó de colocarse la pijama se recostó en su cama mirando el descolorido techo de su habitación, la cálida luz tenue de la lámpara de noche dejaba descansar su vista y solo sus largos suspiros llenaban el lugar. Se acomodó debajo de las sabanas y se acurrucó en busca de un poco de calor, debía dormir para ir a trabajar la mañana siguiente.

Sus ojos se abrieron de a poco aquella mañana antes que el despertador hiciera su trabajo, volvió a contemplar el techo mientras estiraba sus brazos deseando dormir un poco más, se levantó, tomó una ducha, continúo vistiendose con su impecable uniforme de trabajo y luego bajó a la cocina donde lo esperaba Yoongi con el desayuno listo, luego de comer ambos hermanos salieron de casa cada uno tomando rumbos separados para ir a sus respectivos trabajos.

La mañana estuvo tranquila, Jungkook aprovechó los minutos donde la cafetería estuvo vacía para leer uno de sus libros, la voz de su maestro navegaba por pensamientos cada que leía una frase que le recordaba al mayor, repentinamente ese sentimiento de escalofríos recorrió todo su cuerpo recordando aquellos avellanados ojos, su suave, cálida y varonil voz se escuchaba en su mente, cuando se permite al fin dejar esos pensamientos atrás continuó prestandole atención a su libro que estaba sobre el mostrador, uno de sus brazos también estaba apoyado sobre este y su mejilla sobre su puño. Jungkook leía atentamente cada párrafo, esta vez entendiendo un poco más y teniendo en cuenta todo lo que su aburrido profesor le había enseñado en sus clases incluso ahora podía concentrarse, sólo si Taehyung dejaba de pasearse por su mente, claro.

𝑪𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂𝒔 ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora