II

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Gabriel

Hoy, mientras iba por un café, volví a verte.

No me notaste, ibas riendo con tus amigos, luciendo radiante. Caminabas con esa confianza de siempre, como si el mundo se abriera paso ante ti. Mamá solía decir que algunas personas parecen llevar el sol dentro de ellas, no pude comprobarlo hasta que te conocí a ti.

No supe realmente si quería que me vieras. Una parte de mí deseaba que tus ojos me encontraran y levantaras la mano entusiasmada, mostrándome que te alegrabas de verme, pero la otra parte tenía miedo de tu reacción, tenía miedo de que tu vista se endureciera y me miraras disgustada.

Tal vez lo mejor era que nos evitáramos y así nos libráramos de cualquier inconveniente.

De gris y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora