Irene
Hoy, después de días de ver tus ojos opacos, hubo un chispazo en ellos.
Cuando miraste a esa chica.
Al parecer te olvidaste de que yo estaba presente, porque no podías quitar tu mirada de ella, no podías dejar de mirarla con cierto dolor. ¿Te gustaba y no te atrevías a confesárselo? ¿Te había rechazado?
No me atreví a preguntar, no me atreví a llamar tu atención ni a reclamarte, solo atiné a fingir no haberme dado cuenta de lo que hacías y te dije que necesitaba ir al baño.
Tenía un nudo en la garganta y un peso en el pecho, cuando me miré al espejo mis ojos ya estaban un poco enrojecidos.
Nunca había visto a alguien que quiero mirar a otra persona de la forma en que quería que me mirara a mí, y ciertamente dolía mucho.
Quise convencerme de que solo me estaba imaginando cosas, que no había nada malo en mirar, que tal vez pensaste que la chica era guapa y eso era todo, sin embargo, tu mirada expresaba otra cosa, y no sabía si quería averiguar qué había detrás de esos ojos grises, que habían cambiado su color apenas la enfocaron a ella.
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De gris y colores
Short Story"Mientras yo te entregaba mi corazón en cada beso, y con cada caricia quería demostrarte que podía cuidarte, tú pensabas en alejarte de mí, dejando todo atrás como si yo no significara nada, como si mis sentimientos no tuvieran importancia" -Ester...