XIX

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Irene

Hoy, mientras te levantabas de la mesa por un café, le di una mirada a tus apuntes para ver qué estabas estudiando.

Y vi un nombre escrito en una de las páginas.

Ester.

¿Cómo te explico lo doloroso que fue leer el nombre de otra chica en donde debía estar el mío?

¿Es la misma por la que te pierdes cada vez que pasa?

Ya no puedo fingir que no es nada, no puedo parar la ola de pensamientos que se suceden cuando te veo mirarla. Ella te importa, y sigues aferrado a algo...a algo que no sé qué es y no me atrevo a preguntar.

¿Me comparas con ella? ¿Cuándo yo te beso imaginas que ella lo hace? ¿Antes de dormir quién es tu último pensamiento? ¿Ella o yo?

Ahora, en la oscuridad de mi habitación, me cubro la boca con la almohada para que mi familia no escuche mi llanto, para que no me pregunten qué sucede, porque yo tampoco lo sé. Lo único que sé es que tú no me amas.

De gris y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora