XXI

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Gabriel

Ester, cada día se hace más difícil. Cada día le doy mil y una vueltas a lo que hice, y cada día me siento más estúpido.

No puedo remplazarte, no puedo pretender cubrir tus marcas con las de otra persona. No puedo olvidar tus besos besando a alguien más. Y mucho menos puedo intentar meter a alguien más a mi corazón porque tú eres quien lo ocupa completamente.

Después de noches de desvelo llegué a la conclusión de que haberte dejado ha sido uno de los peores errores de mi vida, y te necesito de vuelta. Te necesito, me lo dice mi cuerpo entero cada vez que te veo.

Irene, no me atrevo a decirte a la cara cuánto lo siento. No me atrevo a decirte que hay alguien más en quien pienso a cada momento.

Has sido siempre tan buena conmigo, tan tierna, tan comprensiva, pero no eres ella. Y no importa cuánto lo intente, no importa lo que hagas tú o lo que haga yo, es ella a quien quiero.

Irene, no puedo hacerlo, no puedo quedarme y tampoco puedo irme, solo no sé qué hacer.

Lamento mucho haberte usado para intentar olvidar a alguien más.

De gris y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora