VIII

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Ester

No quería volver a verte, realmente desde que te vi besándola cualquier sentimiento de cariño se esfumó. Si tan solo me hubieses dicho que no sentías nada por mí, que preferías dejarlo, entonces hubiese tenido un cierre y no hubiese esperado todo este tiempo que volvieras y me explicaras que fue lo que sucedió.

Mientras caminaba mirando mis pies, mi mala suerte llevó a que me cruzara con la única persona que no quería ver. Tú.

Me miraste sorprendido un momento, al igual que yo, ambos sin palabras, sin saber qué era lo correcto para decir en nuestra situación. Tus ojos verdes parecieron inundar los míos de recuerdos, de todos aquellos momentos en que al toparnos por la universidad sonreíamos coquetos y no nos alejábamos sin antes habernos besado o abrazado. Ahora en cambio, yo no quería ningún contacto contigo, porque sí, en el fondo hubiese deseado que las cosas fueran distintas, pero no creí que tú fueras de esa manera, que huyeras y me dejaras sin respuestas para luego aparecer con alguien más.

Me moví hacia un lado y seguí mi camino, entre nosotros no queda nada más que decir que las disculpas que sé no me darás.

De gris y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora