XVII

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Ester

La única forma de que no nos rompan el corazón es no arriesgándonos a amar.

Sin embargo, qué aburrida sería la vida si no conociéramos los colores del amor, si no sintiéramos esos nervios al ver a la persona que nos gusta, si no soñáramos con el beso perfecto y el escenario ideal.

De igual manera no seríamos capaces de valorar los buenos momentos si no atravesáramos los malos. No sentiríamos esa gran satisfacción de haberlo logrado, de haber superado ese dolor que nos consumía, de habernos hecho más fuertes y un poco más sabios.

Contigo pasé tan lindos momentos, descubrí sensaciones nuevas y supe lo que era querer hacer feliz a alguien. Ahora duele demasiado, como si el corazón se me desgarrara y me rogara volver a sentirse feliz al lado de quien lo hacía saltar, pero sé que en algún momento se recompondrá, y entonces oír tu nombre ya no dolerá. Entonces será un conjunto de letras sin sentido que se perderán en el mar de mis pensamientos.

De gris y coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora