CAPÍTULO XXI: DESVENTAJA

94 14 4
                                    

Sin esperar Yuzu se lanzó contra Raiden, su furia estaba palpable y Akizuki sonrió por ello. Sus espadas volvieron a chocar y el fuego con los rayos salían tomando formas de monstruos que en alguna realidad hubieran existido. Mei y el resto se mantuvieron alejados, no podían participar de la pela al ver esa enorme cantidad de poder desprendido de cada uno; Flora y Cadmo estaban listos por si Yuzu perdía en control de su poder y Matsuri con Setesh por si se necesitara algún refuerzo.

Raiden estaba feliz, al fin estaba teniendo un duelo contra un rival digno que mostraba su poder, o parte de ello. Era honesto, tenía miedo de que Toshio cambiara a esa forma de bestia con cuerpo de serpiente, era poderosos y casi lo mato la última vez. Con Vlad dentro de él, tenía algunas habilidades bajo la mano, por si las cosas se ponían feas y tenía que huir (en el peor de los casos). No, no podía perder esta vez, Nagaakira ya no le perdonaría otra derrota y él tampoco, era el demonio del relámpago ¡había comido a Zeus Olimpo, el rey del relámpago! Raiden ahora era el rey, el demonio, ¡la divinidad del relámpago! No podía perder contra la espada de Mei.

Esquivando el ataque de Yuzu le tomo del brazo derecho y lo doblo para someterlo en el suelo. Concentrando su poder descargo sobre él una cantidad monstruosa de electricidad que quemo la sala completa.

-¡Ah! –grito Yuzu.

-¡Muérete de una puta vez! –dijo al ver que no sufría gran daño.

Estaba haciendo algo mal, su poder ya no lo afectaba y de seguí así moriría en un parpadear. Yuzu que invoco fuego consiguió alejarlo cuando le quemo las manos y parte de la cara.

-Has mejorado demasiado. –Akizuki dijo con mueca del dolor por las quemaduras que sanaban.

Sin decir nada se preparó para atacar. Akizuki suspiro y se lanzó contra Yuzu, el duelo ya no parecía parejo, Yuzu tenía ventaja por la baja de fuerza de Raiden cuando le lanzo esa cantidad de relámpagos, ¿qué clase de ser era ahora la espada de Yuzu? Se preguntaba asustado ante la posibilidad grande de morir de un golpe.

Le lanzo unos relámpagos a Yuzu que no parecieron siquiera darle una caricia y le regreso el favor con fuego que a diferencia de su ataque si tuvo efecto. Arrojado contra la pared su cuerpo quemado lo mantuvo quieto. Mei corrió hasta él y le clavo su espada en el vientre.

-¿Dónde está Nagaakira? –le dijo molesta.

-No le diré. –murmuro.

Mei apretó los dientes y le puso la mano en el pecho, apretando un poco la carne quemada provoco que Raiden gimiera del dolor.

-¿Dónde está Nagaakira? –pregunto con frialdad.

-Puedes chuparme el pene si quieres, no te lo diré. –dijo riéndose desquiciadamente.

Ante aquellas palabras Yuzu se molestó y lo tomo del cuello para levantarlo alejando a Mei y comenzó a quemarle el cuerpo.

-¡AAAAHHHH! –grito.

-Yo no tengo paciencia como la princesa. –dijo seriamente mientras lo dejaba caer al suelo y tomaba uno de sus brazos. -¿Dónde está ese bastardo de mierda?

Raiden lo miro jadeante y sonrió.

-Lamento decirle eso a tu novia. –miro con burla a Flora. –Puede olerse cuanto se aman después de todo.

La albina giro la cara y suspiro, Cadmo la abrazo. Mei al oírlo se acercó y le sostuvo el mentón para meterle un chichillo en la boca.

-Deja de decir estupideces y contesta lo que te he preguntado. –dijo seria.

-¿Cómo le haces para cerrar tu corazón y dejar ir al hombre que amas? –mordió el cuchillo y se lo quito. –Perdón, mujer. Porque es mujer de quien estas enamorada aunque le hayan vuelto hombre... eso te hace lesbiana, ¿no?

HERO (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora