HERO (CITRUS)

CAPÍTULO XX: ASEDIO

A las cinco de la mañana todos estaban ya listos, el cielo estaba aclarándose y los caballos relinchaban descansados y listos. Mei que fue la última en terminar de arreglar sus cosas los alcanzo y todos la miraron preparándose para las ordenes. Matsuri estaba entre ellos con una expresión pensativa y de brazos cruzados, paso entre los hombres y cuando estuvo frente a la pelirosa abrió la boca para hablar, tardo unos segundos.

-Prepara a tus hombres, serán ahora la defensiva; toma a Setesh y a Darío para eso. –le dijo siguiendo su camino.

Matsuri la vio partir y sus ojos se fijaron en Yuzu que estaba al lado de Flora y parecía nervioso. Comprendió todo y suspiro.

-Como diga, princesa. –dijo alzando su mano. –Preparaos para un desplazamiento de defensa.

Sus hombres se movieron de inmediato y se posicionaron frente al caballo de Mei.

-Taniguchi y las hermanas Tachibana estarán en la retaguardia, no dejen que nadie pase y si notan amenaza comuníquenla para que se dividan en dos; los que siguen a la ofensiva y los que estarán como refuerzo.

-Entendido. –Harumin subió a su caballo junto a Sara y Nina.

-Toshio, Cadmo y Flora serán el equipo ce reconocimiento y ataque; entraran a analizar cómo esta pueblo y si encuentran peligro lancen una bomba roja; eso dará la señal para que Raúl avance con su escuadrón de ataque.

Los tres parecían confundidos, no estaría Mei protegida por alguien de capacidad en caso de emboscada o ataque sorpresa. Ya estaba a punto de decirlo Yuzu cuando Flora extendió su mano para impedirle paso.

-Princesa, si me permite; creo que sería mejor que Toshio se quedara con usted y Cadmo y yo fuéramos al reino. –dijo seria. –Si vamos los tres usted quedaría desprotegida.

-¿Me llamas débil? –dijo ofendida. –Tengo la habilidad de anti magia y algunas habilidades de Toshio, eso basta para poder defenderme.

-Una partida de ajedrez y en la guerra termina cuando el rey/líder muere. –intervino Cadmo. –Usted es más valiosa que nada, sin usted ¿Quién dirigirá a estos hombres?

-Esta todo perfectamente calculado. –sonrió. –Ustedes vayan, será más rápido el avance si mando a mis mejores magos y hechicero.

Y lo comprendieron; ellos estaban yendo para auxiliar a Yuzu si llegara a perder el control de su poder demoniaco. Yuzu que era el porqué de la estrategia se avergonzó por su debilidad.

-Entendido. –dijo con una inclinación. –Entraremos, informaremos mediante las flechas y seguiremos hasta el castillo.

-No. –dijo señalando el reino. –Una vez lleguen a la mitad del pueblo lanzaran esta bola. –les extendió tres bolas para cada uno. –Al llegar al aire sentirán la presión de la atmosfera y detonaran, antes de lanzarlas verifiquen que sea el color verde.

Las tomaron pensativos y guardaron con cuidado. Sabían que esas bolas eran repuestos por si alguno perdía las suyas.

-Estaré con Matsuri y, una vez logren asegurar la otra mitad del reino entraremos para reunirnos con ustedes. Allí les daré el resto de las instrucciones. No se confíen, probablemente allí estén más de esos seres de la última vez. –los hombres apretaron los dientes ante el recuerdo. –Y ahora es diferente, estamos todos unidos y podremos vencerlos sin perder más camaradas.

-¡SÍ! –gritaron todos.

"La elite" como llamaban a los capitanes apretaron sus puños, estaban en deuda con ellos y pensaban esta vez protegerlos, lo harían adecuadamente ahora. Comenzaron a marchar. Mei miro al chico que lucho contra los monstruos y su mente sabía que sería buena idea usarlo como ofensiva, solo que si no sabía de qué era capaz no podría explotar sus habilidades adecuadamente. Mandándolo a la retaguardia será una forma experimental por ahora.