Mei recibió el primer golpe resistiendo con sus brazos el impacto al igual que los tres siguientes. Estaba esperando el quinto cuando la bestia comenzó a retorcerse del dolor y lanzo un alarido, Cadmo alzaba la mano mientras recitaba algo en una lengua que ningún humano podría siquiera imitar.
-¡No importa cuánto intentes imitar la voz de un protector, SIGUES SIENDO UN MALDITO HUMANO!
La cola golpeo a Cadmo lanzándolo contra Mei y ambos cayeron al suelo. El chico se levantó jadeando y alzo de nuevo la mano que sostenía un collar y Mei lo reconoció.
-¿Qué haces? –dijo ella.
-Hare que mi Maestro vuelva usando su conjuro. –sonrió con esfuerzo y volvió a recitar.
-Usas la conexión con su alma... -entendió parándose frente a él y se dispuso a protegerlo. –Todos la usamos.
Cadmo asintió con la cabeza y siguió recitando. Mei desenvaino su última espada y cortaba la cola que los atacaba pero de esta salían más, no parecía terminar y sabía que lo empeoraba todo de seguir así.
-¡CAUTERIZALAS! –grito Setesh a Mei que estaba lejos esquivando una de esas colas. -¡ASI NOS DESHAREMOS DE ESTAS PORQUERIAS Y NO VOLVERAN A CRECER!
Abaddona esquivaba y golpeaba con el puño lo que podía pero también comenzaba a cansarse y era víctima de algunos golpes que le hacían vomitar.
-¡BIEN!
Mei sabía que lo que hacía estaría contra la naturaleza de su sangre y que recibiría una consecuencia que la tendría al borde de la muerte, solo que Yuzu valía la pena. Cerró los ojos y consiguió invocar fuego en su mano. Sin perder tiempo puso a calentar su espada y, al tenerla al rojo vivo procedió a cortar las colas.
-¡MALDITOS!
Había gritado la bestia que se retorcía del dolor; no solo por el físico sino también por el que le ocasionaba que Cadmo estuviera tratando de romper su control sobre Yuzu. Samael los miro con ira y antes de siquiera poder escupir el veneno que tenía guardado Flora se paró sobre su nariz y unas raíces enormes lo contuvieron.
-¡Que es esto! ¿Un humano capaz de manipular uno de los árboles de la vida? ¡IMPOSIBLE!
-Si hubieras siquiera tenido la molestia de saber quiénes somos y no nos hubieras subestimado. –dijo sonriendo y con sus manos hizo como si abrazara algo en el aire y el agarre comenzó a destrozar el cuerpo de la bestia. –Habrías sabido que yo poseo la voluntad de Yuzu y parte de su poder... de tu poder no solo de demonio sino del arcángel que una vez fuiste.
-¡MIENTES! NO PUEDES UNIRTE DE ESA FORMA CON NOSOTROS. ¡SOLO AIHARA PODRIA!
-Te tengo una mala noticia, gatito. –de pronto el árbol comenzó a volverse de hielo. –Ella me ha permitido acceder a su vínculo con Yuzu solo por ahora y eso significa que también puedo traerle de vuelta con un poco de máximo esfuerzo.
El hielo al convertir todo el cuerpo de la bestia en un pedazo más grande de fría materia lo rompió. Y antes de que pudiera evitarlo Flora, un cuerpo más grande y con piel creció de la nada. Con la cola que tenía tres serpientes golpeo a Abaddona mandándolo contra Setesh.
-Siguen siendo insignificantes humanos que no valen nada contra el ángel de la muerte.
Mei se apresuró a proteger a Flora de un nuevo ataque y la alejo de allí para que volviera a usar el árbol. Quedo frente a la bestia mientras su espada refulgía con fuego. Se miraron con cuidado y se rodearon como los lobos antes de tratar de despellejarse.
-Dime, niña, ¿Qué se siente tener en la palma de tu mano un poder como este y no poder sacarle provecho?
-No me interesa el poder de un exiliado. –se burló. –Solo el de Yuzu.
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HERO (CITRUS)
FanficUna historia llena de suspenso, terror, demonología, mitología y temática para adultos. Ilustrando que en la guerra siempre se pedirá un héroe y que cualquiera podrá ser llamado así mereciéndolo o no.