6

13 1 0
                                    

Narra Jack

Mia paso la noche con nosotros y en la mañana Sam me dijo que ella tenía planes, y que yo llevara a Mia a comprar ropa o a algún lado para distraerla ya que seguía sin hablar mucho y se notaba triste.

Así que salimos todos temprano. Por un lado Sam tiene planes desde hace semanas y Mia y yo desde ayer. Ya era hora del almuerzo, si, nos levantamos algo tarde y desayunamos palomitas viendo televisión y Sam se fue temprano.

- Bueno, ya es hora del almuerzo Mia, ¿hay algo en especial que quieras comer?

- ¿Sabes? Yo creo que paso, desde ayer siento todo algo revuelto -de pronto cerró su boca y salió corriendo al baño ¿a vomitar?, si, creo que si.

Yo como buen amigo la seguí y le sostuve el pelo detrás para que no se lo llenará de vómito.

- ¿Te encuentras bien? -dije ayudándola a levantarse y se lavó la cara.

- Si, estoy bien, no fue nada -dijo secándose.

-  Quién diría que por comer mucho se vomita... A mi no me pasa mujer -dije bromeando pero Mia no rio así que no seguí bromeando y mejor me callé.

(#)

- ¿Te sientes bien Mia, segura? -dije como por quinta vez, Mia es muy terca no se porque.

- Que si Jack, ya deja de preguntar cada cinco minutos por favor -dijo poniéndose los zapatos que compre en línea ayer.

- ¿Estas segura de que quieres salir?

- Si Jack, estoy segura de que quiero salir, de que estoy bien y que me dejes de preguntar.

- Gruñona -dije bromeando.

- Preguntón, ¿me llevaras a comprar ropa?

- No creo, vomitaste todo el desayuno.

- ¿Y quien me dio tantas palomitas? Además eso fue hace más de tres horas, ya estoy bien.

- Bien -dije sin estar del todo seguro.

Narra Sam

Llegue temprano a donde quería ir, le dije a Jack que tenía planes desde temprano hoy porque quería estar un momento a solas, de hecho en la tarde tengo planes. Estaba en el cementerio. Me senté en el césped.

- Te extraño como no tienes idea -susurre viendo su lápida, dejando caer la primera lágrima. Decía: no te olvides de siempre seguir adelante princesa Sam.

- Yo no quería que te fueras, que me abandonarás... Siempre creí que mamá era la que se iba pero pronto descubrí que los dos podían irse en cualquier momento -dije y puse mis rodillas en mi pecho y las rodee con mis brazos- estoy con Jack desde hace algún tiempo... Disculpa por no haber venido antes pero... Han pasado muchas cosas, yo... -desvíe la mirada- pasé cada día pensando en ti papá... Desde que supe que estabas... Aquí, he sido una cobarde, nunca había venido a verte y me siento tan mal por eso... Debí haber venido, yo no recuerdo estar aquí otro día que no fuera el funeral... Y yo... Tengo tanto que contarte -sonreí tristemente- pero no tengo la fuerza de hacerlo porque te voy a decepcionar. Soy una tonta. Me equivoque tantas veces... Pero me arrepiento de una cosa por sobre todas las demás: me arrepiento de no haber sido la hija que merecías, yo nunca te dije cuánto te amaba papá, yo... Solo mírame, soy un desastre, me pinte el pelo, uso todo negro, nunca sonrió de verdad, he fingido todo el tiempo mi sonrisa y... No puedo, ya no tengo fuerzas para seguir adelante. Ya no confío ni en mí misma -tome mi cabello y grite- ¡me odio papá! ¡me odio! ¡estoy tan decepcionada de mi misma! -me levante- ojalá no hubiera venido así a verte yo ¡soy un desastre! -empecé a patalear, estaba fuera de control, sentí que unos brazos me tomaron por detrás y esa persona me acercó a su pecho, estaba latiendo rápido mi corazón ¿o era el suyo? Ahí note que me costaba respirar.

- Tranquila Sam, estoy aquí -dijo aún abrazándome por detrás.

- ¿Papá? -susurre y poco a poco iba sintiéndome débil los ojos, tenía mi vista nublada.

- ¿Sam? ¿Sam? -dijo la persona al darse cuenta que me costaba estar consciente- Sam -dijo y vi su rostro, y antes de perder la visibilidad me cruzo una pregunta en la cabeza: ¿ese que no es...?

(#)

Desperté de un solo, sobresaltada. Vi a todos lados, era un hospital, como los odio.

En una silla a un lado estaba Jack y Mia, me estaban viendo preocupados, más Jack.

- ¿Sam estás bien? ¿Qué te ocurrió? -dijo Jack tan rápido mientras me abrazaba.

- ¿Qué me pasó? -dije yo.

- No sabemos, llamaron a Jack a la casa cuando estábamos por salir, ¿te encuentras mejor?

- Eso creo -dije sujetando mi cabeza, estaba un poco mareada, los tres volvimos a ver a un enfermero que estaba entrando ala habitación.

- La encontramos en emergencias estaba inconsciente, cuando despertó no dejaba de gritar y de moverse así que la sedamos, es señal de transtorno explosivo intermitente, según los exámenes que le hicimos confirmamos que hace tiempo dejó de tomarse el tratamiento -Jack me volvió a ver, estaba enojado, por otro lado Mia estaba nerviosa, no se porque, mi transtorno solo me afecta a mi, yo nunca le haría daño a ella.

Me dieron de alta esa misma tarde. Luego recordé que estuve en el cementerio y luego recordé que alguien me abrazó... ¿Pero quien era?

Estábamos caminando ya que Jack y Mia no andaban auto sino que se vinieron corriendo. Empecé a caminar más rápido de lo normal.

- ¿Sam que haces?

- Tengo planes hoy, ¿lo olvidas? -dije sin verlo, debía olvidarme de esto por hoy, tenía que distraerme.

- No creas que iras a...

- ¿A qué? ¿Piensas prohibirme algo Jack? -él no dijo nada- eso pensé -dije y fui trotando la casa, agarre mi moto y me fui al restaurante. Y digo al restaurante porque desde hace tiempo nos reunimos ahí con las chicas.

- Hey Sam -dijo Raquel al verme, Natasha estaba a su lado algo seria, nuevo chambre ahí voy.

- ¿Qué tal chicas? -dije saludándolas y sentándome donde siempre.

- ¿Algo que quieras contarnos Sam?

- Hoy tuve otro ataque de tei -dije con simpleza.

- ¿Discutiste otra vez con tu novio?

- Si, solo que esta vez no quería que viniera pero no puede detenerme -dije tomando de una botella que me paso Nash.

- ¿Sabes? Eso mismo pasó con el chino -dijo Raquel, se levantó y se fue al baño.

- ¿Qué pasó con el chino y Ra? -le pregunte a Natasha cuando Raquel fue al baño.

- El chino la intentó controlar y Raquel lo mando a volar en chino, hubieras visto fue épico -dijo Natasha susurrando.

- ¿Enserio?

- Claro, ningún chico nos va a decir qué hacer o qué no hacer -dijo Natasha- ese era nuestro lema en la universidad, deberías seguirlo y mandar a volar a Jack.

Abrí mis ojos sorprendida.

- Es broma, se nota a lenguas que se aman, pero dile que no eres su mascota, ese chico debe darte tu espacio -recomendó.

- ¿Le estás dando una oportunidad a Jack? -dije molestándola.

- No, como crees, aún lo tengo en la mira -dijo abriendo bien los ojos, luego vino Raquel y seguimos hablando de todo.

Ellas conocían mi secreto y yo conocía el de ellas. Siempre nos contábamos todo y cuando digo todo es todo.

Confía2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora